Un policía ecuatoriano fue asesinado por un grupo de sicarios el último fin de semana en Guayaquil. La Policía Judicial confirmó el hecho donde el uniformado fue atacado por los delincuentes en la Entrada de la 8, una zona del norte de la urbe que suele ser muy transitada. El asesinato sucedió apenas un día después de que el presidente Guillermo Lasso decretara el Estado de Excepción en tres provincias del país donde la violencia criminal ha incrementado.
El agente policial que fue asesinado estaba en su vehículo cuando fue atacado por los sicarios. El uniformado intentó evadirlos, pero por la velocidad, el auto se volcó. Cuando intentó escapar del accidente, los asesinos le dispararon. Las autoridades aseguran que están tras la pista de los delincuentes.
“No es tarea sencilla recuperar la seguridad”, expresó el ministro del Interior, Patricio Carrillo en su cuenta de Twitter, añadiendo que “la falta de escrúpulos y los sórdidos motivos de los delincuentes no se impondrá. Paz en la tumba del cabo segundo Carlos Cortéz”.
De acuerdo con el Gobierno, en el primer día de Estado de Excepción, hubo 30 detenidos en las provincias de Guayas, Manabí y Esmeraldas. Algunos de los aprehendidos irrespetaron el toque de queda desde las 23h00 hasta las 05h00 y otros fueron detenidos por diversos delitos. La Policía además ha realizado allanamientos y operativos para decomisar armas, municiones y explosivos. Además se han movilizado alrededor de 9.000 uniformados, entre policías y militares, para contener la violencia.
En su guerra declarada al narcotráfico, el presidente Lasso volvió a ordenar el viernes el estado de excepción a causa de una grave conmoción interna por la inseguridad. De la mano del narco creció la criminalidad en Ecuador, con 1.255 muertos -entre ellos decapitados y mutilados- en el primer cuatrimestre de este año frente a los 2.500 de todo 2021 y 1.400 de 2020.
El gobernador de Guayas, Pablo Arosemena, dijo a la AFP que la prioridad es restablecer el orden en áreas controladas por mafias: “Necesitamos intervenciones prolongadas y sostenidas para que los índices de inseguridad se estabilicen y decrezcan” aseguró.
Actos violentos y terrorismo
La última semana, el ministro del Interior del Ecuador, Patricio Carrillo, calificó como un acto terrorista la explosión del coche bomba frente al Centro Regional de Privación de la Libertad del Guayas. Según los informes iniciales, un grupo de inidentificados abandonó un automóvil cargado de los explosivos junto a un lugar en donde funcionan varias tiendas de comidas. Los terroristas habrían aparcado el auto escoltados por un séquito de motociclistas a las 03:30 de la mañana del lunes anterior.
El coche bomba explotó cerca de la entrada de la cárcel. No se reportaron heridos porque en ese momento no había clientes en las tiendas de comidas ni personas en el área. La detonación destruyó por completo el vehículo y algunas de sus partes quedaron desparramadas en toda la avenida que comunica Guayaquil con Daule, dos de los cantones más conflictivos del país.
Al mismo tiempo, la policía realizó varias detenciones durante los últimos quince días, como resultado, cerca de 40 personas de las bandas Chone Killers y Tiguerones fueron detenidas. Como miembros de los Tiguerones se identificaron a tres policías y un futbolista profesional.
Además de la violencia criminal, también se han registrado actos violentos de personas particulares que han contratado sicarios. Por ejemplo, en Ibarra, una ciudad de la sierra del Ecuador, un policía en servicio activo contrató a dos sicarios para asesinar a la madre de su bebé. En la persecución entre los asesinos y la mujer, uno de estos disparó a la bebé de 7 meses, que murió en brazos de su mamá.
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