El cuerpo de Miguel Nazareno, conocido como “Don Naza”, el ex militar ecuatoriano que protagonizó un escándalo cuando se descrubrió que captaba dinero y ofrecía tasas de interés del 90%, fue encontrado al sur de Quito. El asesinato ocurrió una semana después de que Nazareno haya visitado el Ministerio de Defensa con otras personas sospechosas. Nazareno ingresó al complejo militar, que tiene altos filtros de seguridad, en una camioneta llena de fajos de billetes y luego escapó de las autoridades militares y policiales que realizaban un operativo, según la versión oficial.
Don Naza apareció muerto en un terreno en Amaguaña, al sur de la ciudad capitalina. Sus manos estaban maniatadas con una soga de color azul y su torso estaba desnudo. El primer reporte policial indica que el exmilitar tenía heridas de arma blanca. Sin embargo, el comandante general de la Policía, el general Carlos Cabrera, indicó que Nazareno murió por una hemorragia causada por una herida de bala en su muslo. Según la Policía, los días previos a su asesinato, Nazareno estaba en la sierra central del Ecuador. El general dijo que esperan que los familiares de Don Naza retiren su cuerpo.
Cuando Nazareno apareció y se escapó del Ministerio de Defensa, el 7 de abril, el ministro de Defensa, Luis Hernández, dijo que la institución no aceptaría ningún acto de corrupción. Ese mismo fin de semana, el ministro anunció el inicio de una investigación en contra de seis miembros de las Fuerzas Armadas: un oficial y cinco militares de tropa. Don Naza habría visitado al menos tres veces el recinto donde está el Ministerio de Defensa y las comandancias del Ejército, de la Fuerza Aérea y de la Armada del Ecuador. Apenas cuatro días después, Nazareno apareció muerto.
El ex militar era el líder de un sistema de captación de dinero llamado “Big Money”, en el que Don Naza ofrecía pagar en 8 días el 90% de intereses a los clientes. Cuando se conoció sobre esta pirámide, Nazareno dijo a los medios de comunicación que empezó su “compañía”, en 2017, recibiendo dinero de 40 socios entre los que estaban militares, médicos y “otros profesionales que se arriesgaron a invertir” e indicó que al menos 6.000 le habían confiado su dinero.
El reporte policial sobre el asesinato de Nazareno indica que la alerta del hallazgo del cuerpo se produjo cuando un hombre ingresaba su ganado al terreno donde estaba el cadáver. El hombre llamó al 911 y la Policía acudió al lugar. Allí encontraron a “un ciudadano afroecuatoriano, se encontraba en posición de cúbito dorsal tendido sobre la vía, maniatado con una cuerda azul y al parecer presenta heridas de arma blanca”.
El ministro del Interior, Patricio Carrillo, dispuso a la Policía Nacional que actúe con “transparencia, y que con toda su capacidad investigativa y tecnológica se ponga al servicio de la Fiscalía”. Por su parte, la Fiscalía del Ecuador aún califica como “presunto” al asesinato.
La muerte de Don Naza se produjo el mismo día en que se definiría si era llamado a juicio. La Fiscalía lo investigaba por el delito de captación ilegal de dinero.
Miguel Nazareno operaba en Quevedo, una ciudad costera del Ecuador. Luego de conocer sobre su muerte, las personas que dejaron su dinero con Nazareno no saben si recuperarán su capital. De acuerdo con expertos, con Don Naza muerto no hay ningún responsable sobre ese dinero invertido, además, las instituciones estatales no pueden intervenir pues la captación se realizaba de manera ilegal.
El asesinato de Nazareno tiende un velo de suspicacias y desconfianza alrededor de las Fuerzas Armadas. En la opinión pública se cuestiona si los militares investigados, o aquellos que Don Naza decía eran sus clientes, son los autores del crimen. Incluso el periodista, Andersson Boscan, quien ha emitido duros cuestionamientos a la Fuerzas Armadas y ha dicho que “la peor mafia de este país usa uniforme camuflaje”, denunció que, luego de sus expresiones, ha iniciado una campaña de desprestigio en su contra.
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