La Embajada de Francia en Ecuador financiará un proyecto para conservar el sombrero de paja toquilla. Este accesorio tradicional ecuatoriano fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en el 2012. Para la conservación, Francia invertirá USD 375.000.
La iniciativa “Tejiendo el desarrollo sostenible en Pile, Manabí” busca salvaguardar la forma tradicional de fabricación del sombrero y contribuir con el desarrollo sostenible de los artesanos de Manabí, de donde es originario el accesorio, según ha informado el Ministerio de Cultura y Patrimonio del Ecuador.
En un acto con la presencia de la ministra de Cultura de Ecuador, María Elena Machuca, el embajador de Francia en Ecuador, Frédéric Desagneaux, el representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en Ecuador, Julio Carranza, y la directora del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, Catalina Tello, se realizó el lanzamiento del proyecto en el Centro Formación Artesanal Pile, ubicado en el cantón Montecristi, de la provincia de Manabí, a casi 400 kilómetros de Quito.
La comunidad de Pile es la guardiana del saber ancestral del tejido del sombrero de paja toquilla y, además, son los autores de la funcionalidad de la cadena de producción, según indicó la ministra Machuca. Para el embajador Desagneaux, en cambio, la conservación de este patrimonio inmaterial representa una oportunidad que apoya el desarrollo del país. El representante de la Unesco en Ecuador indicó en el evento que “es responsabilidad nuestra acompañar estos procesos y es una virtud de ustedes como comunidad el garantizar que, aún en condiciones difíciles, esta tradición no desaparezca”.
La paja toquilla se crea de las fibras de una palmera que crece en el litoral ecuatoriano. Lo toquillales son cultivados por los agricultores de esa región. Luego de la recolección se separa la fibra de la corteza verde de la palma.
Con esas fibras se tejen sombreros finísimos, que pueden venderse en precios que alcanzan los USD 2.000. Para elaborar un solo sombrero de esta clase, los artesanos realizan el tejido durante ocho meses. En la comunidad de Pile se realizan los sombreros extrafinos, cuya calidad está condicionada por las condiciones climáticas del lugar y un número exacto de puntos para cada hilera. También hay sombreros de paja toquilla cuya elaboración toma un día y su precio es de USD 15.
La paja toquilla es una palma sin tallo con hojas en forma de abanico que brotan del suelo, cada una con hojas anchas que alcanzan hasta 2 y 3 metros de largo. Se necesitan doce cogollos para un buen sombrero, diez para un sombrero grueso o regular, ocho o nueve para sombreros abiertos, que son los más rápidos y económicos. Para hacer un elegante sombrero de paja toquilla se requieren al menos 25 pasos.
El sombrero ecuatoriano que se confunde como panameño
Al sombrero de paja toquilla también se lo conoce como “sombreros de Panamá”. Pile, la comunidad que fabrica la sección más fina de estos sombreros, apenas tiene unos mil habitantes que han combinado las técnicas y conocimientos de la dinámica social que incluye la tradición del cultivo y producción de los toquillales que permiten elaborar el sombrero.
Los artesanos de Pile han fabricado sombreros tan finos que sus precios han alcanzado las cinco cifras. Por ejemplo, el actor Charlie Sheen adquirió un sombrero de paja toquilla valorado en USD 25.000. Al sombrero lo tejió Simón Espinel y su historia fue retratada en varios medios nacionales e internacionales.
Por la técnica del tejido y la calidad de este, los sombreros de paja toquilla han sido denominados como los más finos y caros del mundo.
Los sombreros de paja toquilla se exportan desde Ecuador a Estados Unidos, países europeos y asiáticos, y Australia. Desde que en el 2012 se los declaró como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, sus niveles de exportación aumentaron.
Según el Ministerio de Turismo del Ecuador, en 1849 los sombreros de Montecristi, Jipijapa y Cuenca se vendían ya en el exterior, principalmente en Panamá. De acuerdo con la cartera de Estado, varios líderes y personalidades han lucido un sombrero de paja toquilla, aunque el crédito de los artesanos ecuatorianos se lo ha llevado Panamá. “La elegancia y calidad del sombrero, ha conquistado el gusto y la preferencia de muchas personalidades, tales como: Ernest Hemmingway, Winston Churchill, Harry Truman y Paul Newman entre otros”, se lee en una publicación de la institución.
Por ejemplo, en 1855 se inauguró en París una exposición mundial preparada por el francés Philippe Raimondi, a la asistió Panamá con una colección de sombreros de paja toquilla, elaborados en tierras manabitas. En esa ocasión obsequiaron un sombrero fino a Napoleón III, emperador de Francia. También, explica el Ministerio, que en noviembre de 1906 el entonces presidente de los Estados Unidos, Teodoro Roosevelt, fue fotografiado luciendo un hermoso sombrero de paja toquilla mientras inspeccionaba los trabajos de construcción del Canal de Panamá. Estos eventos habrían provocado que se confunda el origen de los sombreros.
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