La Policía del Ecuador capturó al líder de la megabanda Los Lobos, la segunda pandilla con más integrantes del país y quienes serían los autores de la última masacre carcelaria que dejó al menos 20 muertos, entre ellos varios decapitados. Un operativo que incluyó allanamientos simultáneos en tres ciudades del país permitió la detención del cabecilla y de sus colaboradores.
La detención de Manuel F.C., cabecilla de Los Lobos, se realizó la madrugada del último miércoles en Ibarra, una ciudad de la sierra ecuatoriana ubicada a 113 kilómetros de Quito. Manuel F.C. tiene antecedentes penales de asociación ilícita y tráfico de sustancias desde 1999. Solo en Ibarra se allanaron 11 viviendas para detener al delincuente.
Además de la captura del cabecilla, también se aprehendió al abastecedor, al reclutador de vendedores, al expendedor y a toda la estructura que se disputaba la venta de droga en varios sectores de Quito, de Ibarra y Otavalo, según indicó el director nacional antinarcóticos, Giovanni Ponce. Entre los detenidos hay dos mujeres y un extranjero, quienes tienen antecedentes penales.
Para ejecutar el operativo que permitió la captura, la Unidad Nacional de Investigación Contra el Tráfico Ilícito para Consumo Interno, de la Dirección Nacional de Investigación Antidrogas, había investigado los movimientos de los delincuentes desde hace cinco meses. La operación, denominada Merlín, permitió la captura de 13 personas.
Miguel Zambrano, jefe del operativo de la Policía Nacional, indicó que, en Ibarra, cuando detuvieron a los criminales, los moradores del sector intentaron defender a los detenidos y se enfrentaron a los policías.
De acuerdo con Zambrano, la droga que expendían los detenidos era obtenida en Colombia. Los estupefacientes ingresaban por la frontera compartida de Ecuador y Colombia y se enviaba a las tres ciudades donde se ejecutaron los operativos. Al llegar a su destino, la banda almacenaba, cortaba, empaquetaba y distribuía la droga a sus expendedores.
Como resultado de los operativos se decomisaron 160 gramos de pasta base de cocaína, equivalente a 1.600 dosis, 50 gramos de marihuana, aproximadamente 100 dosis, dos vehículos, 26 celulares y USD 4.850 en efectivo.
Luego de la audiencia respectiva, según la Policía, se trasladará a Manuel F.C. a una cárcel de máxima seguridad, probablemente La Roca, en Guayaquil, donde la semana pasada fueron ingresados cinco cabecillas de Los Lobos, a quienes trasladaron a esa prisión luego de la última ola de violencia en la cárcel de Turi.
Los Lobos y la crisis carcelaria
Los baños de sangre en las prisiones ecuatorianas ya dejaron en 2021 más de 315 reos asesinados. Las autoridades aseguran que la violencia se genera por las pugnas de poder entre las bandas criminales que controlan las cárceles y que están relacionadas con el narcotráfico. Al mismo tiempo, la violencia en las calles se ha duplicado en los primeros meses del 2022, al igual que las incautaciones de drogas.
Los Lobos son la segunda megabanda más grande del Ecuador. Se estima que 8.000 prisioneros se adhieren a la pandilla. En la cárcel de Turi, Los Lobos mandan dentro de la prisión de 1.600 reclusos.
La megabanda de Los Lobos junto con las pandillas Los Pipos, Los Chone Killers y Los Tiguerones, se agruparon bajo el nombre de Nueva Generación. Ellos disputan con Los Choneros, la megabanda más grande del país, el control de las rutas por donde el narcotráfico envía droga, especialmente cocaína, a Estados Unidos y países de Europa.
Luego de que las autoridades reubicaron a cinco cabecillas de la megabanda Los Lobos, que habrían provocado el último baño de sangre en la prisión de Turi, al sur del Ecuador, se registraron incidentes en cuatro prisiones del país. La plataforma SOS Cárceles reveló que las prisiones donde sucedieron las protestas están bajo el mando de Los Lobos.
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