El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, participó el jueves pasado del evento internacional Latin Annual Meeting, en Punta del Este, donde fue entrevistado por los periodistas argentinos Diego y Alfredo Leuco. Allí respondió preguntas de temas variados, que fueron desde la realidad del Mercosur hasta su vínculo con los presidentes argentinos, pasando por Putin, Venezuela y temas más locales.
La entrevista, que duró casi una hora, comenzó con el presidente recordando el inicio de la pandemia del covid-19, que en Uruguay apareció a trece días de que asumiera su gobierno, el 13 de marzo de 2020. Comentó sobre las decisiones y medidas que tomó su administración, específicamente la de no imponer cuarentena obligatoria, y enfatizó en el vínculo de confianza que generó con su población.
“Se empezó a generar una base de confianza, lo que te dice el gobierno es cierto. Ese ida y vuelta. En un mundo de tanta incertidumbre, cada vez más, que vos escuches a alguien del equipo del Presidente de la República, incluido el Presidente de la República, que te dice que va a pasar “a” y después pasa “a”, o te dice que puede ser “a” o “b” y después pasa “a” o “b”, eso va generando un camino virtuoso de confianza”, comentó.
A raíz de eso, aclaró que “sobre la confianza es que se para la esperanza y eso es una máquina que, cuando empieza a hablar y es algo de todos los días, genera en este mundo turbulento de decisiones, a veces incomprendidas, un camino que, si te ponés a pensar, con distintos estilos y distintas ideologías es tradicional uruguayo”.
En ese sentido, hizo referencia a los resultados del referéndum por la derogación de 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración, la ley insignia de su gobierno, y remarcó que el país no está dividido en dos mitades. Dijo que “algunos dirigentes políticos dijeron que el Uruguay está dividido en dos mitades y yo soy totalmente contrario a esa posición. Primero, porque la realidad demuestra que no hay dos mitades. Puede haber dos visiones políticas, hay más de dos (…), pero hay un Uruguay y yo lo significaba en una foto que salió en los diarios, de una señora con el cartel del “No” en el balcón y su marido con el cartel del “Sí”.
Entre otros temas, los periodistas argentinos le preguntaron si podía compartir una autocrítica, algo que hizo y que no haría más. En su respuesta, el presidente se refirió a cuando dijo en televisión pública que suspendería la búsqueda de desaparecidos.
“Cuando me preguntan si seguiría buscando a los desaparecidos, dije que no. Y yo no soy quién para ponerme en los zapatos de aquella persona que está buscando a su hijo, su nieto, su sobrino, y decirle que el presidente de la República o que el Estado no lo va a buscar más, porque eso es un tema del corazón. Y ahí cometí un error humano que hasta el día de hoy me pesa. Después pedí disculpas públicamente, pero el error ya estaba”, recordó y enfatizó en que “hasta el día de hoy me pesa”.
En cuanto a errores como político, aseguró que le sirve tener un equipo “que pocas veces” lo elogia. “Si no cometí más errores es porque esa crítica, ese consejo es anterior. Entonces como que estás con tus ideas, pero además tenés un equipo bienintencionado”.
Pasando a temáticas más internacionales, se le pidió que definiera al presidente ruso Putin. “Yo creo que tiene una composición naturalmente de líder. Es un líder, obviamente, con herramientas no propias de un líder positivo, que con la formación que él tiene y dónde perteneció está matrizado de cierta manera. Seguramente, no muy alejado de la utilización de todas las herramientas y, la bélica, como una más, por la fuerza, con añoranzas de un pasado mas parecido, quizá, a la URSS que a la nueva Rusia”, declaró y señaló que “pensar hoy que Xi Jinping (presidente de China) sea hoy quien medie este conflicto es que se nos dio vuelta todo el mundo”.
Además, le pidieron que dé su punto de vista sobre el conflicto armado entre Rusia y Ucrania y afirmó que “los jugadores más importantes son Estados Unidos, Unión Europea, con Francia como líder, y China, si es que juega”. También aseguró que Venezuela no es un aliado de peso en el conflicto.
Ante la consulta de cuál presidente argentino, desde el retorno a la democracia, al que se siente más cercano, manifestó respeto por todos y dijo que quien sea su contraparte estará bien. “Tenemos buena relación”, dijo al respecto de su vínculo con Alberto Fernández y agregó que, en la actualidad, ambas naciones se encuentran en una agenda positiva, realista.
“Estamos trabajando en la navegabilidad de los ríos”, subrayó el presidente y enfatizó en que existe diálogo permanente entre los cancilleres Francisco Bustillo (Uruguay) y Santiago Cafiero (Argentina). Aunque también acotó que “no hay acuerdo” en su voluntad de tener un Mercosur “más abierto”. Y recordó que, así como Uruguay quiere tener un tratado de libre comercio con China, India está demandando hoy productos argentinos y le podría convenir algo similar. “Nosotros vamos a decir que vayan, si es por el bien de Argentina, es por el bien de la región”, aseguró.
Lacalle Pou también hizo referencia a la cultura argentina, al nacionalismo que caracteriza a su población. “Dicen que los argentinos son exacerbadamente nacionalistas, que en algún momento puede ser mirado como un defecto. Ese nacionalismo argentino, bien entendido, es admirable. El argentino es metedor y se la juega. De hecho, se han levantado más veces de las que se han caído”, acotó al respecto de sus vecinos.
Una de las últimas temáticas que tocó el presidente fue sobre sus sucesores políticos. Comentó que “si hay algo que no voy a hacer es señalar un sucesor, porque es artificial. Yo creo que le tenés que dar alas a todo el mundo. Obvio que, como soy un bicho político, ya veo (...) además quién te puede parecer que tiene un perfil más para dirigir un país”.
Remacó que “no lo voy a decir porque sería injusto, lo que no podés hacer es sacar a los codazos a todo el mundo, tenes que dar alas, que cada uno se luzca en lo suyo y ayudar en lo que pueda, pero decir “esta persona”, me parece hasta un demérito para esa persona”.
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