Uruguay se encuentra en la recta final previo al referéndum que definirá si se mantienen 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración. A pocas horas de la apertura de los circuitos electorales, el escenario previo está marcado por la paridad, ya que las últimas encuestas de varias empresas coinciden en un resultado con un alto porcentaje de indecisos.
La Ley de Urgente Consideración, popularmente conocida por sus siglas “LUC”, se trata de un conjunto de 476 artículos que cambiaron varias normas. Allí hay artículos vinculados a la seguridad pública, a la educación, al derecho de huelga, al nuevo régimen de alquiler sin garantía, al de fijación del precio de los combustibles, a la flexibilización de controles del lavado de activos, entre varios otros.
La misma llegó al Parlamento en marzo de 2020, cuando el país pasó al mando del Presidente Luis Lacalle Pou. La ley, a pesar de haber tenido votos a favor del Frente Amplio (agrupación de partidos de izquierda), pasó con mayoría parlamentaria gracias a la coalición de partidos de derecha que se formó durante la campaña electoral. A partir de entonces, pasó a ser la ley insignia del gobierno de Luis Lacalle Pou.
Tras el descontento por parte del Frente Amplio, que fue avalado por militantes, dirigentes y ciudadanos, se comenzó una recolección de firmas para derogar 135 artículos de la LUC en un referéndum. El 8 de diciembre de 2021, la Corte Electoral llegó a contabilizar las 671.544 firmas necesarias para habilitar el referéndum, que será votado este domingo.
El Parlamento uruguayo quedó dividido con respecto al voto. De un lado, quedaron los partidos con ideologías más de derecha (el Partido Nacional, el Partido Colorado, el Partido Independiente, Cabildo Abierto y el Partido de la Gente), esta llamada “coalición multicolor”. Del otro, la agrupación de partidos de izquierda, el Frente Amplio.
El voto por el “Sí” (papeleta de color rosa) es un voto a favor de la eliminación de los 135 artículos. El voto por el “No” (papeleta color celeste) señala el deseo de mantener la ley sin cambios. Ganará la opción que obtenga el 50% + 1 de los votos válidos.
En esta situación, la normativa también establece que la opción de votar en blanco será considerada como un voto por el “No”, o por la papeleta celeste.
Más allá de las consecuencias legislativas del voto, también existen otras que son simbólicas. A dos años de comenzado el gobierno de Luis Lacalle Pou y luego de quince años de presidencia del Frente Amplio (dos veces el ex Presidente Tabaré Vázquez y una el ex Presidente José Mujica), los resultados del referéndum marcarán el segundo tramo del Poder Ejecutivo.
En definitiva, lo que se estará votando también es el pronunciamiento ciudadano, el apoyo o no al gobierno.
El voto para el referéndum es secreto y obligatorio para las 2.684.131 personas que están habilitadas a votar. La información sobre los circuitos electorales puede consultarse en la web corteelectoral.gub.uy, donde se divide por departamento. Además, se incorporó un buscador donde los votantes podrán ingresar su nombre y obtener la dirección del lugar donde votan de forma automática.
Los habilitados deben votar en el circuito que les corresponda y tener en cuenta que deben hacerlo dentro de su mismo departamento. En esta instancia, el voto interdepartamental no está permitido.
Como en cada instancia electoral a nivel nacional, hay varias situaciones que están prohibidas. Entre ellas, está la propaganda proselitista en medios de difusión escrita, radial o televisiva (comenzada el viernes pasado) y la venta de bebidas alcohólicas, cuya veda comenzó a las 19:30 horas del sábado y permanece hasta la clausura de votación del domingo.
Para la instancia de hoy, la Junta Electoral de Montevideo hizo un llamado especial para funcionarios públicos y escribanos que estén disponibles para integrar las mesas electorales durante el 27 de marzo, ya que hubo una baja de personal debido a “enfermedad”. “Nosotros queremos garantizar que los circuitos abran a las ocho de la mañana”, señaló la presidenta del organismo, Mary López, a Telemundo.
El conteo de los votos se estima para el final de la jornada del domingo, pero se advierte que este puede atrasarse hacia el comienzo de la semana.
Quienes se hayan inscripto para colaborar con la Junta Electoral obtendrán diferentes beneficios: un día feriado para el lunes 28 de marzo y cinco días de licencia que se sumarán a los generados en el año.
Los escribanos públicos que no trabajen en dependencias estatales también tendrán un descuento en el pago de tributos de Dirección General Impositiva (DGI) de 12 unidades reajustables (UR). El monto sería equivalente a unos 17.136 pesos uruguayos, casi 400 dólares.
El ministro de la Corte Electoral, José Garchitorena, informó que el costo de este referéndum será de unos 70 millones de pesos (más de un millón y medio de dólares), según Montevideo Portal. Lo que más encarece la situación, al parecer, es el software utilizado para las tablets en los circuitos.
Aquellas personas que no voten en el referéndum ni justifiquen el no haberlo hecho, estarán expuestos a pagar una multa que es equivalente a una Unidad Reajustable, 1.428,01 pesos uruguayos (33 dólares americanos).
Esa cifra se duplicará cuando quien no haya votado sea un funcionario público o tenga la calidad de profesional con un título expedido por la Universidad de la República.
Las últimas encuestas
La consultora Equipos publicó el 9 de marzo su última encuesta, donde señaló que el 35% de los uruguayos votaría por mantener los 135 artículos de la LUC con la papeleta celeste. Un 34%, en cambio, votaría por derogarlos con la papeleta rosa. Al mismo tiempo, hubo un 28% de indecisos, un 1% que votaría en blanco y un 2% votaría anulado.
El 22 de marzo, la encuestadora Cifra, señaló que según su último sondeo el “No” obtendría el 45% de los votos, mientras que el “Sí” el 41%. También informaron que un 10% se manifestó indeciso, un 2% votaría anulado y un 2% en blanco.
Finalmente, Opción entregó una encuesta el 23 de marzo donde sugirió que un 38% de la ciudadanía votaría por el “No”, pero el 35% por el “Sí”. Se registró un 22% de indecisos, un 1% que votaría en blanco, un 2% que no concurrirá a las urnas y otro 2% que votará anulado.
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