Estados Unidos pidió al régimen de Daniel Ortega en Nicaragua que “escuche” a su embajador ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Arturo McFields Yescas, quien denunció la “dictadura” de su país y exigió la liberación de los presos políticos.
“El Embajador de Nicaragua ante la OEA renunció hoy denunciando al régimen de Ortega-Murillo por su historial de opresión a los derechos humanos. Felicitamos al embajador McFields por su coraje al dar voz a los millones de compatriotas nicaragüenses que esperan un retorno a la democracia”, expresó el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, en Twitter.
Previamente, durante su intervención en una sesión virtual del consejo permanente de la OEA, McFields decidió dejar de “guardar silencio”, arremetió contra la dictadura de Daniel Ortega en su país y pidió la liberación de presos políticos.
“Denunciar la dictadura de mi país no es fácil, pero seguir guardando silencio y defender lo indefendible es imposible”, expresó McFields en su alegato.
Sin embargo, opinó que “hay esperanza”, porque, según dijo, “la gente de adentro del Gobierno y de afuera está cansada de la dictadura”.
En la misma sesión, el representante interino de EEUU ante la OEA, Bradley Freden, declaró: “Espero que el Gobierno de Nicaragua esté escuchando el mensaje correcto: que si continúan por el mismo camino, no podrán evitar perder el apoyo de su propia gente”.
Freden definió a McFields como un “patriota nicaragüense” y aseguró que “ha tomado la decisión correcta”.
Más tarde, en un mensaje en Twitter, Freden alabó el coraje de McFields “de renunciar a su posición como embajador de Nicaragua ante la OEA en un discurso en el que denunció el historial de la dictadura Ortega-Murillo contra los DDHH y dijo no poder apoyar más al régimen”.
Países como Uruguay, Perú, Brasil, Colombia y Ecuador aplaudieron el gesto y manifestaron preocupación por la seguridad del nicaragüense, mientras Argentina y México dijeron tomar nota de sus palabras.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, opinó que McFields tomó “la posición éticamente correcta” y le ofreció la “protección” del organismo.
Ortega inició el 10 de enero su quinto mandato, el segundo junto a su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, tras unas elecciones marcadas por el encarcelamiento de opositores, y con nuevas sanciones de EEUU y la Unión Europea (UE) contra familiares y allegados del mandatario.
(Con información de EFE)
SEGUIR LEYENDO: