El personaje del momento es Arturo McFields Yescas, quien este miércoles denunció a la dictadura de Daniel Ortega en una sesión en vivo de la Organización de Estados Americanos (OEA), de la cual era hasta ese momento el embajador representante de Nicaragua.
“Tomo la palabra el día de hoy en nombre de más de 177 presos políticos y más de 350 personas que han perdido la vida en mi país desde el año 2018″, dijo McFields Yescas dejando boquiabiertos a todos los conectados a la sesión y convirtiendo sus declaraciones en una bomba expansiva que circuló como última hora en los titulares de medios de comunicación de todo el continente. “Denunciar la dictadura de mi país no es fácil, pero seguir callando y defender lo indefendible es imposible. Tengo que hablar, aunque tenga miedo”, añadió.
Arturo McFields Yescas fue nombrado embajador de Nicaragua ante el Consejo Permanente de la OEA el pasado 27 de octubre, en sustitución de Luis Alvarado, según el acuerdo presidencial 183-2021 publicado en la Gaceta Oficial 189. El 5 de noviembre, durante la ceremonia de presentación de credenciales ante el secretario general de la OEA, Luis Almagro, McFields manifestó sentirse muy honrado de representar “a la Patria de Sandino, Benjamín Zeledón y de nuestro Poeta Universal Rubén Darío”, destacó el periódico oficialista 19 Digital en ese momento.
Periodista de profesión, graduado en la Universidad Centroamericana de Managua (UCA), McFields llegó a servicio diplomático nicaragüense en 2011, cuando se le nombró como agregado de prensa de la embajada de Nicaragua en Estados Unidos. Luego fue designado como ministro consejero en la OEA y finalmente como representante permanente con rango de embajador.
Como periodista trabajó en Nicaragua en una radio de contenido cristiano, luego en el diario La Prensa y en Canal 12 de televisión. Para este canal es que realizó un famoso reportaje que muestra la casa de Daniel Ortega y Rosario Murillo en la Navidad de 2005, en la víspera de la campaña electoral que los llevaría a la Presidencia. Es la única ocasión en que personas ajenas al círculo familiar o político de Daniel Ortega han conocido la casa de la pareja que instaló una dictadura en Nicaragua.
“Yo admiro mucho el budismo en tanto que predica el desapego, el desprendimiento, el no apegarse a nada, porque uno no es eterno, uno es movimiento, la vida es eso, la vida es movimiento y uno debe de fluir con ese movimiento y uno debe de ser desprendido y saber que un día estás aquí y otro día estás allá (muerto), pero lo único que cuenta es que tu espíritu prevalezca”, explicó Murillo al entonces joven y flaco periodista de origen costeño.
La deferencia con Arturo McFields, que no ha tenido con ningún otro periodista, viene posiblemente de la fuerte amistad que mantuvo Rosario Murillo con el poeta David McFields, padre del luego embajador de Nicaragua en la OEA.
David McFields fue diplomático sandinista durante la revolución y perteneció al grupo bohemio de artistas y poetas que a finales de los años 80 llegaban a la vivienda de los Ortega Murillo en parrandas amanesqueras en una especie de discoteca que Rosario Murillo instaló en su hogar a la cual bautizó como “Tortuga Morada” en honor a una célebre discoteca de la vieja Managua.
Durante el reportaje del periodista McFields, Murillo mostró su particular pensamiento religioso, como el de una imagen de Sandino con velas y sal a sus pies. “La sal atrae las cosas negativas, porque la sal es el mar, es el infinito es la inmensidad, entonces esto te sirve para atraer las energías negativas y que no haya negatividad en el ambiente, que haya armonía”, dijo en ese entonces.
Daniel Ortega, por su parte, mostró cómo comía cordero con la mano, sentado al suelo en una carpa en el desierto, con el asesinado coronel libio Muamar el Gadafi.
Poco después de su denuncia contra la dictadura este miércoles, la cancillería del régimen nicaragüense emitió un comunicado desconociendo a McFields como embajador de Nicaragua ante la OEA. “El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, cumple con informar a nuestro pueblo y a quien concierna, que el señor Arturo McFields no nos representa, por lo cual ninguna declaración suya tiene validez. Nuestro representante ante la OEA, es el Embajador Francisco Campbell Hooker, debidamente acreditado”, reza el comunicado.
Igualmente, los simpatizantes del régimen reaccionaron molestos en redes sociales a las declaraciones de McFields, declarándolo “traidor”, “vendepatria” y “contrarrevolucionario”.
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