La búsqueda del posible asesino de una mujer que fue encontrada desnuda y estrangulada dentro de un tanque en un arroyo en Montevideo a finales de diciembre continúa. Sin embargo, el caso avanzó cuando recientemente una testigo acusó en la Fiscalía a un conocido de la víctima que también está prófugo.
La situación comenzó a principios de 2022, cuando un hombre llamado Nasario declaró que vio a su pareja, Bettina Araujo, por última vez a las 18 horas del 24 de diciembre de 2021. Lo hizo el 3 de enero porque, al parecer, era común que ella se quedara encerrada en su casa.
Cinco días después, un testigo dio un dato clave a la Policía, el nombre completo de un tal “Luisito”. Ese hombre tiene 41 años y dos antecedentes penales por tentativa de homicidio, en 1997, y por privación de libertad, en 2002.
Esos dos hechos fueron de utilidad cuando el 29 de diciembre un oficial y un agente llegaron en un patrullero a donde se había hallado un cadáver.
Dos mujeres caminaban por el costado del Arroyo Pantanoso, que cruza por el oeste de Montevideo. Cerca de la orilla vieron un tanque de plástico negro flotando en el agua y una de las dos mujeres creyó que podía servirle a su esposo, así que lo llamó, relató el diario El País.
Una vez ahí, el hombre intento acercar el tanque. Cuando lo tocó con el pie y se cayó la tapa, se dio cuenta que allí dentro estaba el cuerpo de una mujer que tenía puesto solamente su ropa interior y un pañuelo que le tapaba la cabeza. Enseguida llamó al 911.
La Policía llamó a los Bomberos para que retiraran el cuerpo del tanque y lo dejaran expuesto en la orilla del arroyo para que la Policía Científica pudiera realizar las pericias necesarias.
Las huellas dactilares del cuerpo permitieron identificar que el cuerpo era de Bettina Araujo, de 27 años, sin antecedentes penales. El caso pasó a las manos del Departamento de Delitos contra la Persona y, a través de un familiar de la víctima, fue que los investigadores volvieron a ponerse en contacto con Nasario, su pareja de 61 años.
Al día siguiente, Nasario dijo a la Policía que tenía información relevante para aportar sobre el asesinato de Bettina. Enseguida fueron a buscarlo y lo llevaron a declarar en actas. Allí Nasario contó que un día atrás había ido a comprar alimentos a un almacén y que se le había acercado una mujer conocida como “la China”.
Esta mujer le informó que ella había visto quién había matado a Bettina y cómo lo había hecho: desnudándola, atándole los pies y poniéndola adentro de un tanque. Agregó que el asesino había sido “Luisito” y que la mató porque, según él, Bettina le estaba robando. También le dijo que en la autopsia debía salir que la joven de 27 años falleció luego de ser estrangulada.
El dictamen del Instituto Técnico Forense, enviado al fiscal de Delitos Sexuales, Raúl Iglesias, sobre las causas de la muerte de Bettina le dio la razón a “la China”.
El fiscal Iglesias ordenó que se ubicaran a “Luisito” y a “la China” y los investigadores se dirigieron a varios puntos del barrio La Teja, por donde pasa el Arroyo Pantanoso. No fueron encontrados y el jueves 10 de febrero se volvió a solicitar que los investigadores continuaran con la búsqueda.
Entonces, allanaron la casa del sospechoso y no estaba allí. Los vecinos informaron que un rancho en la vereda de en frente era donde “Luisito” achicaba, término utilizado para “consumir drogas”, aunque tampoco estaba ahí.
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