Rusia y Cuba profundizarán los lazos y explorarán la colaboración en transporte, energía, industria y banca, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores de la dictadura de Cuba luego de una visita del viceprimer ministro de Rusia, Yuri Borisov.
En un comunicado, el régimen comunista expresó su apoyo a Rusia a medida que aumentan las tensiones en Ucrania, y acusó a Estados Unidos y sus aliados de atacar a Moscú con lo que llamó una “guerra de propaganda” y sanciones. La dictadura castrista habló de “sanciones unilaterales e injustas que impone Occidente al país euroasiático y la expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte hacia las fronteras rusas”.
Borisov llegó a la isla luego de visitó a principios de esta semana Nicaragua y Venezuela, aliados clave de Rusia en América Latina, y dijo que Rusia también profundizaría los lazos bilaterales con ambos países.
Su gira sigue a las visitas a Moscú de líderes latinoamericanos, incluidos Alberto Fernández de Argentina y Jair Bolsonaro de Brasil, para conversar con el presidente ruso Vladimir Putin, lo que llevó a algunos analistas a sugerir que Rusia está cortejando a la región a medida que aumentan las tensiones por Ucrania.
Cuba y Rusia tienen una larga historia de profunda colaboración económica y militar desde la revolución de Fidel Castro en 1959, aunque en las últimas décadas esos lazos se han desvanecido.
Borisov, quien se reunió con el viceprimer ministro cubano Ricardo Cabrisas, reveló que Rusia aumentó la ayuda humanitaria a la isla entre diciembre de 2021 y enero del 2022. También mencionó envíos previos de suministros médicos a la isla en medio de la pandemia de coronavirus.
Rusia dijo en diciembre que la escalada de tensiones sobre Ucrania podría conducir a una repetición de la crisis de los misiles en Cuba, cuando el mundo estuvo al borde de una guerra nuclear. Esa crisis en 1962 fue desencadenada por el posicionamiento de misiles nucleares soviéticos en la isla y llevó a Estados Unidos, a solo 90 millas (145 km) de distancia, a imponer un bloqueo naval a Cuba.
El dictador cubano, Miguel Díaz-Canel, discutió la coordinación de una “asociación estratégica” con Putin en enero, cuando las tensiones comenzaron a aumentar en Ucrania.
El vice primer ministro ruso comenzó su gira latinoamericana en Caracas el miércoles pasado, viajó después a Managua y cierra su gira en La Habana, según la agencia rusa de noticias TASS.
Tras reunirse con Borísov, el dictador venezolano, Nicolás Maduro, afirmó que su país se encuentra en “el camino de una poderosa cooperación militar” con Rusia.
Borísov, por su parte, abogó en Caracas por que ambos países eleven “a un nuevo nivel” su “cooperación técnico-militar” y “científico-militar”.
Estas declaraciones, sin más detalles, tuvieron lugar un mes después de que el viceministro ruso de Exteriores, Serguéi Riabkov, no descartara en una entrevista al canal de televisión ruso RTVI el interés de Moscú por desplegar infraestructura militar en Cuba y Venezuela.
Borísov, quien copreside la comisión intergubernamental ruso-cubana para la colaboración económico-comercial y científico-técnica, se reunió ya el año pasado con el dictador cubano, Miguel Díaz-Canel, y otras autoridades.
Tras la visita de Borísov, según medios rusos, está previsto que visite también Cuba el presidente de la Duma rusa (Cámara Baja), Viacheslav Volodin.
Volodin viajará a Cuba el día 23 y a Nicaragua al día siguiente, según un comunicado de la Cámara Baja rusa.
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