Un hombre de 21 años en Uruguay fue condenado con 10 meses de prisión efectiva cuando una investigación policial encontró en sus manos cientos de imágenes y videos de pornografía infantil.
Tras una denuncia presentada ante Interpol, la policía uruguaya allanó la vivienda ubicada al norte de Montevideo y allí se incautaron computadoras con “cientos de imágenes y videos con contenido sexual infantil”. El material fue entregado a la Justicia.
La condena resultó en los diez meses de prisión y tres bajo un régimen de libertad a prueba por delitos relacionados a la utilización de material pornográfico donde aparecen personas menores de edad e incapaces en las modalidades de almacenamiento y difusión.
Pornografía infantil en Uruguay
El 3 de julio de 2020 fue detenido otro hombre por delito de pornografía infantil. El 28 de julio de ese mismo año, formalizaron a un fotógrafo por producción de material pornográfico con una menor. El 30 de setiembre de 2021, comenzó una investigación contra un hombre por pornografía infantil. El 8 de julio de ese año, la Operación Afrodita identifica red de pornografía infantil en Uruguay que terminó con tres hombres detenidos. En setiembre imputaron al líder del “Comando Barneix”, un grupo uruguayo que distribuía pornografía infantil, amenazaba a fiscales y tenía contacto con neonazis.
Según una investigación realizada por la Universidad Católica, Uruguay se ubica entre dos países señalados por End Child Prostitution, Child Pornography And Trafficking of Children for Sexual Purposes (ECPAT, 2008) como uno de los destinos mundiales de explotación de niños y adolescentes a través del turismo sexual.
Con respecto al flujo de contenido con pornografía infantil online que se trafica en Uruguay, con un poco más de tres millones de habitantes, los datos indican que en el país se movilizan el 32% de los archivos que participan en el tráfico de intercambio en Sudamérica. En relación con su población, es el país con más tráfico per cápita.
En el último informe realizado a nivel público, en 2010 ya se movilizaba en Uruguay el 8% del tráfico de archivos pornográficos infantiles a nivel mundial. Se estima por parte de las autoridades que esa cifra, por lo menos, no ha descendido.
En 2011, se calculó que de cada 20.000 habitantes uruguayos con acceso a Internet, 2,35 descargaron a sus dispositivos personales material infantil de índole sexual. En 2012, la tasa aumentó a 2,85. En la capital del país, Montevideo, cuatro de cada 20.000 personas accedieron a ese tipo de contenido, cifra que aumentó en 2012 con 4,12. Es el departamento con tasa más alta, aunque también es el que contiene prácticamente al 50% de la población.
Organizaciones especializadas como Interpol, el Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial y No Comercial de la Niñez y la Adolescencia (CONAPEES) y The United Nations Children’s Fund (UNICEF) reconocieron que la masificación de Internet es un espacio de captación básico del contenido pornográfico infantil. Los ejemplos más simples son videos caseros o fotos familiares. Luego, saltan a otro tipo de delitos como contacto con menores e incluso”reclutamiento” directo de niños y adolescentes con propósitos de producción de material pornográfico.
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