Europol (la agencia de cooperación policial de la Unión Europea) desarticuló una red de narcotráfico y lavado de dinero que movilizaba cocaína desde Bolivia en contenedores que viajaban en barco hacia la Unión Europea. Durante la investigación se descubrió que la logística integraba otros países como Brasil, Paraguay y Uruguay.
La red contaba con redes de distribución basadas en Valencia y en Barcelona, donde se recibían los cargamentos de cocaína y, a partir de ahí, se distribuían por el resto de Europa. Participaron la Policía Federal de Brasil, la Guardia Civil española, la DEA estadounidense y la SENAD de Paraguay.
La operación concluyó con al menos treinta personas detenidas y fue coordinada desde La Haya, en Holanda. Colaboraron con efectivos policiales en Brasil, España, Estados Unidos y Paraguay. Desde setiembre de 2020 que las autoridades de Bélgica, Brasil, Italia, Países Bajos y España incautaron un total de diez toneladas de cocaína provenientes de este grupo narcotraficante, además de 1,85 millones de euros por la actividad.
El grupo organizó una red de empresas para operar y permitir la importación de cocaína desde América del Sur. Así, blanqueaban las ganancias vinculadas al negocio, utilizando testaferros en nombre de la organización y controlando la red de compañías “legales”.
Aunque la red estuviera distribuida por Sudamérica y Europa, los centros de control de la organización se encontraba en Dubái. Para trabajar, los miembros utilizaban una plataforma de comunicación encriptada llamada SKY ECC, que fue desbloqueada durante 2021.
Se realizaron alrededor de 40 redadas en Brasil, en Paraguay y en España el 15 de febrero. De los treinta arrestados por posible vínculo a la organización, siete de ellos fueron encontrado en Barcelona y el resto en ciudades brasileñas. También se incautaron drogas, armas de fuego, dinero, vehículos y cuentas bancarias en Brasil, Paraguay y España.
Este tipo de operaciones son parte de las políticas que decidió tomar el Consejo de la Unión Europea en 2017 para el período que va desde 2018 a 2021. El objetivo es hacer frente a la delincuencia internacional y organizada que amenaza a Europa.
Según la Europol, se logra mejorando y reforzando la cooperación entre los servicios de los Estados miembros, las instituciones y las agencias de la Unión Europea, así como los países y organizaciones no pertenecientes a la Unión Europea, incluido el sector privado. Actualmente, hay diez operaciones de prioridad “EMPACT” y, a partir del 2022, pasarán al nombre de “EMPACT 2022+”.
El desbloqueo de Sky ECC
A mitad de febrero de 2021, las autoridades judiciales y policiales de Bélgica, Francia y Holanda pudieron monitorear el flujo de información de aproximadamente 70.000 usuarios de la plataforma de comunicación encriptada Sky ECC. De hecho, muchos de los usuarios de EncroChat, otra plataforma utilizada por grupos criminales, se pasaron para allí después de que se desbloqueara en 2020.
En noviembre de 2021, se lograron intervenciones importantes para bloquear el uso posterior de comunicaciones cifradas por parte de grupos delictivos organizados a gran escala, con el apoyo de Europol y Eurojust. El monitoreo continuo de la herramienta brindó información valiosa sobre cientos de millones de mensajes intercambiados entre delincuentes.
Por eso, la operación dio como resultado la recopilación de información crucial sobre más de un centenar de operaciones delictivas a gran escala. La Europol considera que ayudará a ampliar las investigaciones y resolver delitos graves y transfronterizos organizados en los próximos años.
Según los datos, en el mundo hay aproximadamente 170.000 usuarios utilizando esta herramienta de comunicación que opera desde Estados Unidos y Canadá y utiliza servicios informáticos con sede en Europa. Cada día, se intercambian alrededor de tres millones de mensajes a través de Sky ECC.
Con información de EFE
SEGUIR LEYENDO: