La Policía del Ecuador ha logrado develar la identidad de los dos cadáveres colgados de un puente peatonal que aparecieron en Durán y del hombre decapitado cuya cabeza se encontró en una mochila frente a la zona portuaria de Machala. Los tres individuos tenían antecedentes legales relacionados con el crimen organizado y el narcotráfico.
El comandante general de Policía, Carlos Cabrera, informó que los cuerpos encontrados en Durán el 14 de febrero corresponden a Carlos Alberto E. M. y Wilmer Alberto S. P.. Los asesinados colgaban de un puente peatonal en esa ciudad costera que ha sido considerada como “tierra de sicarios” y que registra altos índices de muertes violentas en lo que va del año.
Carlos Alberto fue el primero en ser identificado porque junto a su cuerpo encontraron su billetera. Aunque en un inicio se conoció que no tenía antecedentes penales y que llevaba desaparecido desde el 11 de febrero, Carlos Alberto “había sido detenido en un país fuera del Ecuador, por traficar droga como ‘mula’, con ingesta de cápsulas en su estómago”, según informó la Policía. La hermana del hombre fue quien denunció su desaparición el 13 de febrero, pero para la mañana siguiente ya apareció su cuerpo colgado en un puente de Durán.
El otro hombre que colgaba del paso peatonal en esa ciudad, Wilmer Alberto, también registra antecedentes judiciales. El asesinado tuvo un proceso en el 2015 relacionado con sustancias catalogadas como sujetas a fiscalización. Además, Wilmer Alberto tenía experiencia en realizar doble fondos a los contenedores de carga que iban al extranjero. En esos doble fondos se oculta la droga que se envía a Europa y Norteamérica, desde los puertos del país.
Tanto Carlos Alberto como Wilmer Alberto murieron estrangulados y por asfixia, según determinaron las necropsias realizadas a sus cuerpos. Las investigaciones policiales también señalan que los cuerpos de ambos hombres ya no presentaban signos vitales cuando fueron colgados del paso peatonal de Durán.
“Hay una disputa entre dos organizaciones delincuenciales por la captación de territorios especialmente en el cerro Las Cabras (Durán)”, indicó el comandante Cabrera. El cerro Las Cabras es un lugar estratégico para las bandas relacionadas con el narcotráfico, según informaron las autoridades.
El último martes, las autoridades descubrieron una cabeza de un hombre en una mochila abandonada frente a un puerto del Pacífico en Machala, otra ciudad costera al sur del Ecuador y donde el mismo día, por la mañana, se habían decomisado 100 kilos de droga.
La identidad del hombre decapitado es Manuel Sarmiento Sánchez, quien habitaba la zona de Puerto Bolívar, en Machala. La Policía aún busca el cuerpo de Sarmiento. La muerte se dio apenas unas horas antes del macabro hallazgo.
Sarmiento tenía antecedentes penales por tenencia ilegal de armas y delincuencia organizada. En el 2019, fue sentenciado a 20 meses de cárcel por tráfico de drogas.
El jefe de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestro de El Oro, Christian Espinoza, contó a los medios que los agentes investigan si Sarmiento se dedicaba a ocultar droga en los contenedores que se exportan desde Puerto Bolívar.
Según las autoridades hay dos teorías alrededor del macabro asesinato de Sarmiento: un mensaje de amedrantamiento o una venganza de los cárteles.
En la primera, el mensaje está dirigido a los empleados de la terminal portuaria: “Podría ser para amedrentar al personal que trabaja en este lugar o por el decomiso de las sustancias”, explicó Espinoza.
Por su parte, el jefe policial de El Oro, Cristian Proaño, indica que la decapitación podría ser una forma de venganza de las mafias porque el asesinado se negó a aceptar alguna oferta: “En los puertos marítimos se manejan diferentes tipos de organizaciones. Puede ser que no aceptó algún tipo de propuesta del cartel que trabaje para ellos”, indicó Proaño.
La exposición de los muertos de una forma tan grotesca y morbosa se vuelven “marcas que trazan una cartografía de la muerte que pone en relieve las pugnas internas por el mercado de narcóticos y el control del territorio”, de acuerdo con la investigadora Nuria Carton de Grammont, de la Universidad de la Concordia.
El periodista ecuatoriano en investigación especializado en seguridad y crimen organizado, Arturo Torres, sobre la exposición de los cadáveres colgados que aparecieron en el país, explicó a Infobae que esto es una muestra de la violencia desmedida entre las bandas que se disputan los territorios para el microtráfico, pero también es señal de ajusticiamiento por las capturas de droga realizadas por las autoridades “hay un escarmiento para quienes no pudieron resguardar esa droga. Es un mensaje de los cabecillas para quienes participan en esto y fallan”.
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