Terror en Ecuador: aparecieron dos cadáveres colgados en un puente

La práctica de exhibir asesinados de esa forma es habitual entre los carteles mexicanos pero nunca había ocurrido en el país sudamericano

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La exposición de los muertos
La exposición de los muertos de una forma tan grotesca y morbosa se vuelven “marcas que trazan una cartografía de la muerte que pone en relieve las pugnas internas por el mercado de narcóticos y el control del territorio”.

Los habitantes de Durán, la segunda ciudad más violenta de la provincia del Guayas en Ecuador, amanecieron con una escena de terror: dos cadáveres colgaban desde uno de los puentes peatonales de la urbe. Los muertos eran dos hombres que estaban atados de manos y pies. Sus cabezas estaban cubiertas con cintas. Según datos oficiales, el último fin de semana en Guayaquil y Durán se registraron un total de 12 muertes violentas. La práctica de colgar cadáveres en puentes es común de las bandas de narcotraficantes. Aunque aún no se han pronunciado sobre el tema, en otras ocasiones, las autoridades ecuatorianas han declarado que el Estado está en guerra contra los cárteles que se han tomado las calles y las prisiones.

Los miembros del Cuerpo de Bomberos de la ciudad bajaron los cadáveres del puente y los trasladaron hacia la morgue. En Durán, se sabe que operan algunas bandas relacionadas con las masacres en las cárceles e incluso se ha considerado que en esa ciudad se instruyen a los sicarios del país, según cuentan los periodistas Andersson Boscán y Mónica Velásquez en uno de sus reportajes sobre la guerra de pandillas en el Ecuador.

El personal del Cuerpo de
El personal del Cuerpo de Bomberos retira los muertos que colgaban en un puente de Durán

Lo sucedido en Durán es parte de la escala de violencia que vive el Ecuador y cuyo epicentro es la zona 8 del país, conformada por las ciudades de Guayaquil, Durán y Samborondón. Solo en enero, el número de muertes violentas se triplicó en comparación con el año anterior, al mismo tiempo que se duplicaron las cifras de incautación de droga. El 80 % de las muertes corresponden a la violencia criminal. En esas ciudades hay cinco de los siete puertos del país y aunque Ecuador no es considerado un país de producción de drogas, se lo conoce como una de las rutas para los envíos de estas sustancias hacia América del Norte y Europa. La droga se envía oculta en los contenedores que parten de los puertos.

Según una investigación periodística realizada por Plan V, Durán es “tierra de sicarios” y en promedio una persona es asesinada cada cinco días, de acuerdo con los datos recogidos hasta diciembre de 2021. La investigación revela que en Durán actúan varias mafias que captan, sobre todo, a los jóvenes que viven entre la pobreza y la extrema pobreza.

En la serie documental de los periodistas Bosan y Velásquez, se observa que el control de Durán está bajo el mando de los Chone Killers, que tendrían alrededor de 900 miembros, y que forman parte, según las autoridades, del grupo Nueva Generación, una coalición de pandillas ecuatorianas que responderían al cártel Jalisco Nueva Generación de México. La investigación de Plan V, también coincide con que el control de esa ciudad costera es de los Chone Killers y agrega que “es una de esas facciones que en alianza a otros grupos buscan su propio espacio en los negocios ilícitos”. A pesar de que las investigaciones oficiales sobre la situación del país atribuyen que las bandas ecuatorianas responden a los carteles ecuatorianos, alias Fito, líder de Los Choneros, una megabanda con más de 12.000 miembros, ha desmentido esa versión.

Colgar cadáveres es un mensaje de impunidad

En México, donde el crimen organizado domina el Estado, desde hace más de diez años se cuelgan cadáveres en puentes y árboles. Esto, según dijo a Univisión Alejandro Hope, analista en materia de seguridad en México, “es señal de una enorme impunidad y que no le tienes miedo a las consecuencias”.

Hallan dos cadáveres colgados en
Hallan dos cadáveres colgados en un puente de Durán

Según un artículo científico de la investigadora Nuria Carton de Grammont, de la Universidad de la Concordia, los cadáveres colgados “representan marcas territoriales que identifican un territorio señalado con la sangre y los cuerpos de quienes caen muertos en manos del crimen organizado”. La exposición de los muertos de una forma tan grotesca y morbosa se vuelven “marcas que trazan una cartografía de la muerte que pone en relieve las pugnas internas por el mercado de narcóticos y el control del territorio”.

Estas acciones propias del narcotráfico son mensajes y el cadáver es el mensajero. Al muerto se lo utiliza –explica la investigadora– “como munición y convierte al espacio público (puentes peatonales, avenidas, monumentos, plazas, centros comerciales y otros lugares) en su principal arma de ataque”.

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