El Servicio Nacional de Migración de Panamá detuvo este domingo a 10 ciudadanos iraníes, quienes provenían de Venezuela con documentación falsa. Las autoridades del país centroamericano deportaron a las personas a su país de origen.
Los 10 sujetos, quienes aterrizaron en el Aeropuerto Internacional de Tocumen, portaban tarjetas de residencia alemana, la cuales eran falsas. Los iraníes se dirigían a Punta Cana, República Dominicana, y procedían de un vuelo que partió de Caracas, Venezuela.
Hasta el momento se desconoce la identidad de las personas y el motivo del viaje con documentación falsa a la isla caribeña.
Según reporta el diario El Nacional de Venezuela, recientemente la División de Investigaciones de Delitos de Fraude y Estafa allanó en Caracas un laboratorio que se dedicaba a falsificar documentos.
El director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, Douglas Rico, dio de detalle de cómo las autoridades venezolanas dieron desarticularon al grupo criminal.
“Se detectó que, a través de las redes sociales, este grupo de delincuentes se dedicaban a ofrecer múltiples documentos. Los cuales falsificaban y comercializan posteriormente. Específicamente títulos educativos de distintas instituciones y universidades del país”, dijo Rico.
Si bien la identificación falsa presentada por los iraníes es de Alemania, llama fuertemente la atención que hayan salido desde Caracas sin inconvenientes, puesto que desde 2015 se han presentado varias denuncias sobre que el régimen de Nicolás Maduro ha entregado pasaportes falsos a ciudadanos iraníes, en la mayoría de los casos, documentación venezolana.
En ese año, el gobierno de Canadá se vio en la necesidad de parar totalmente el flujo de personas que entraban con pasaporte venezolano. Pero no eran venezolanos: eran iraníes, sirios, libaneses; todos de alas violentas del terrorismo musulmán.
Para entonces se denunció que Cuba estaba apoyando al régimen de Caracas con la falsificación de documentos. En virtud de la tecnología que la isla había facilitado al programa social de Hugo Chávez Misión Identidad –cuyo fin era facilitar la documentación a todo venezolano– “Cuba es la que tiene las facilidades técnicas para fabricar pasaportes venezolanos”, dijo en 2015, Pedro Roig, Esq., investigador superior del Institute for Cuban and Cuban-American Studies (Instituto para los Estudios Cubanos y Cubano-Estadounidenses) de la Universidad de Miami.
Agregó el doctor Roig: “Quizá detrás de esta actitud de citar a Venezuela como un peligro para la seguridad nacional se halle este fundamento, entre otras puntas que no conocemos. Pero esta sí: se han utilizado pasaportes venezolanos hechos en Cuba para los movimientos terroristas islámicos. Yo sabía que la presencia de Cuba en Venezuela es permanente, importante y diría que casi decisiva para mantener el régimen de Maduro, pero que los cubanos hicieran los pasaportes venezolanos y ambos se los dieran a los terroristas, eso sí fue una noticia para mí”.
En 2017 se confirmó que Venezuela entregó pasaportes y visas a terroristas de Hezbollah. Misael López, ex consejero legal de la embajada de Venezuela en Irak entre 2013 y 2015, fue despedido por denunciar la maniobra. El vicepresidente de Nicolás Maduro para entonces, Tareck El Aissami, fue uno de los señalados como responsables.
La investigación se fundamenta en el testimonio de Misael López, ex consejero legal de la Embajada de Venezuela en Irak entre 2013 y 2015, año en el que fue despedido por denunciar la venta de visados y pasaportes.
“En Irak, la gente pagaba mucho dinero por una visa o pasaporte, hasta 15.000 dólares”, afirmó López, quien entregó documentos que presuntamente prueban la red corrupta de venta de documentos diplomáticos. “No les importa si el que tiene los 15.000 dólares es un terrorista o una anciana que quiere asilo en Europa”, añadió el ex funcionario, que ahora vive en España.
La investigación apunta al entonces vicepresidente del régimen de Venezuela, Tareck El Aissami, que habría ordenado la emisión de 173 pasaportes entre 2008 y 2012 para personas de Oriente Medio. Algunas de estas personas estarían vinculadas con el grupo terrorista chiita libanés Hezbollah, de acuerdo con el informe
López, además, señaló a una intérprete local a la que él despidió después de que le ofreciera participar en la venta de trece visados a ciudadanos sirios que querían viajar al Mundial de Brasil por 10.000 dólares cada uno.
El año pasado, en una entrevista para Infobae, el experto en Medio Oriente Gabriel Ben-Tasgal dijo que, “los informes de inteligencia marcan claramente a Tareck El Aissami, ex vicepresidente de Venezuela, como quien posibilitó la llegada de venezolanos que hablan poco castellano -o nada- al continente (América)”, aseguró. Y agregó: “Los servicios de inteligencia ven circular gente por nuestras fronteras sin ningún tipo de control y la pregunta es, cuántos de ellos hacen inteligencia para perpetrar un atentado…”.
El Aissami ha estado bajo investigación en Estados Unidos por sus supuestos lazos con el narcotráfico y la organización terrorista Hezbollah de patrocinio iraní. Tareck El Aissami es una pieza muy importante en este tablero de intrigas venezolanas, pues desde numerosas fuentes diplomáticas se ve al ex vicepresidente como puente entre Caracas y Teherán: se dice que su ascenso en el régimen viene impuesto desde el régimen de los ayatolás, a cambio de una ayuda a Venezuela que le permita salir del agujero económico en el que está metido el país.
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