El general Hugo Torres Jiménez, preso político y opositor a Daniel Ortega, falleció este sábado en prisión, según confirmó su familia.
“Comunicamos con profundo dolor el fallecimiento de nuestro adorado padre”, dijeron sus hijos, en una esquela difundida por el bloque opositor Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), que Torres Integraba.
También el periodista y director de Semana, Carlos Chamorro, informó la noticia en su cuenta de Twitter: “Fuentes vinculadas a Unión Democrática Renovadora (Unamos) revelaron que el general en retiro Hugo Torres Jiménez, de 73 años, preso político, falleció hoy. Desde mediados de diciembre se desconoce el paradero de Hugo Torres en la cárcel el Chipote, donde estaba enfermo de gravedad”.
Se desconocen las causas de la muerte y si esta ocurrió en la prisión donde estaba recluido desde que fue arrestado en junio pasado o en otra.
Torres había sido detenido por la Policía Orteguista el 13 de junio de 2021, en medio de una ola de arrestos ordenadas por el régimen de Daniel Ortega para eliminar la oposición en Nicaragua. Unos 40 líderes opositores, empresarios, defensores de derechos humanos y periodistas fueron encarcelados entre junio y noviembre del año pasado. Siete de estos presos políticos son personas que manifestaron su interés de competir contra Daniel Ortega en las elecciones de noviembre pasado.
Según fuentes policiales, Torres se quejó de dolores y se le inflamaron las piernas. Para movilizarse necesitaba ayuda de sus compañeros o guardas de la cárcel. Por más de dos meses, la dictadura de Ortega mantuvo oculto su paradero físico y condición de salud.
“Es público que el 17 de diciembre de 2021, Hugo Torres fue sacado de la celda que compartía con otros prisioneros en El Chipote; que durante las últimas semanas había enfermado rápidamente y que sus compañeros tuvieron que auxiliarlo varias veces, porque, por el grado de inflamación de sus piernas, casi no podía moverse por sí mismo. Fue atendido por médicos del penal, pero no lograron aliviar su situación. Ese día, Hugo sufrió un largo desmayo. De su celda fue sacado con rumbo desconocido”, relató en un escrito publicado en Confidencial, Mónica Baltodano, ex compañera de guerrilla del dirigente de Unamos.
Torres había sido acusado por la Fiscalía de cargos de traición a la patria, según la “Ley de Defensa de los Derechos del pueblo a la Independencia, la Soberanía y Autodeterminación para la Paz”, aprobada por los diputados sandinistas a la víspera con un solo artículo, la cual ha sido usada como comodín por el régimen para encarcelar a opositores y críticos de su gestión.
Historia
Hugo Torres se integró a la guerrilla del Frente Sandinista para luchar contra la dictadura de Anastasio Somoza Debayle, a pesar de ser hijo de un subteniente de la Guardia Nacional que defendía al régimen somocista.
En diciembre de 1974 fue uno de los 13 guerrilleros del comando bautizado “Juan José Quezada” que tomó como rehenes a un nutrido grupo de altos funcionarios del régimen somocista que asistían a una fiesta en honor al embajador estadounidense en Nicaragua, Turner Shelton. El diplomático norteamericano evitó caer en mano de la guerrilla sandinista porque poco antes abandonó la recepción.
Después de tres días de negociaciones, los guerrilleros consiguieron que Somoza les entregara, a cambio de los rehenes, un millón de dólares y liberara a 14 presos del Frente Sandinista que mantenía en sus cárceles, entre ellos Daniel Ortega, quien purgaba una pena de 14 años por el asalto a un banco en noviembre de 1967.
Cuatro años después, Torres participó en una operación similar, como segundo al mando de un comando guerrillero que se tomó el Palacio Nacional donde sesionaba el parlamento. “Hugo es el único que intervino en las dos operaciones comando más grandiosas efectuadas por el FSLN”, explica Baltodano.
Al triunfo de la insurrección armada contra Somoza, Torres pasó a se viceministro del Interior del gobierno revolucionario y poco después fue trasladado al Ejército Popular Sandinista (ahora Ejército de Nicaragua) donde llegó a alcanzar el grado de general de brigada, al momento de su retiro en 1990.
Como disidente del Frente Sandinista, se integró al Movimiento Renovador Sandinista (MRS) que ahora se llama Unamos. Llegó a ser diputado centroamericano por esta agrupación y mantenía fuertes críticas sobre el comportamiento del régimen de su antiguo camarada de armas y a quien, en 1974, ayudó a sacar de la cárcel.
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