Un hombre fue desmembrado por otro tras una pelea en Uruguay y fue tirado a los chanchos para que se lo comieran. La Policía llegó el domingo a un barrio en el norte de Montevideo, Colón, después de que los vecinos alertaran que había habido una pelea entre dos hombres y que uno de ellos estaba herido.
Apenas llegaron, encontraron a un joven de 26 años sentado en una silla en la entrada del criadero de chanchos y caballos ubicado a orillas de un arroyo llamado Pantanoso. Tenía la ropa manchada con sangre, lo que llevó a los policías a preguntarle si había tenido un problema con alguien, lo cual enseguida negó.
Sin embargo, los efectivos policiales sospecharon de lo que decía y se lo llevaron con ellos para inspeccionar el lugar.
Al alcanzar el corral con los chanchos dentro, la Policía encontró el cuerpo de otro hombre que, según la pericia, había sido desmembrado y parcialmente comido por los porcinos. En ese instante el hombre de 26 años confesó haber asesinado al hombre y cortarlo con una amoladora que se encontraba en el predio, para después dárselo como alimento a los animales.
La identidad de la víctima se identificó horas más tarde y se constató que se trata de un hombre de cuarenta años que contaba con antecedentes penales y que era vecino del barrio. Por su parte, el homicida también tenía cuatro antecedentes penales por hurto agravado y había salido de la cárcel hacía pocos meses.
Fue detenido e imputado en la tarde del pasado lunes por homicidio. Sin embargo, fue declarado inimputable porque fue diagnosticado con un problema psiquiátrico severo, una psicósis alienante. Por eso, en vez de dirigirlo a una institución carcelaria, se lo dirigirá al hospital psiquiátrico público más conocido, el Hospital Vilardebó.
Adriana Edelman, la fiscal de Homicidios a cargo de este caso, declaró que el joven de 26 años padece una “psicosis alienante de tipo esquizofrénico” según indicó la pericia psiquiátrica que se le realizó. Según Edelman, fue una pericia extensa que se hizo enseguida de detenido el homicida porque se podía ver a simple vista su afectación.
Entre otras cosas que el hombre cree como ciertas, está el hecho inexistente de que la víctima que desmembró había violado a su hermana. La Policía estudió el caso y concluyó que esto nunca sucedió y que “forma parte de su patología e ideación de esas cuestiones”, afirmó la fiscal a Subrayado.
Así, se formalizó la investigación del hombre y se lo declaró autor inimputable de un delito de homicidio, seguido de la disposición de la internación en el psiquiátrico. La fiscal comentó que la capacidad de entender y querer del hombre se encuentra afecta y no puede apreciar si sus actos son ilegales o no.
También agregó que no existe ninguna forma de realizar procesos abreviados porque el hombre “no puede aceptar los hechos por su capacidad limitada” y que por eso debe ser sometido a un juicio, un proceso común como una persona imputable.
El Vilardebó
El Hospital Vilardebó es el único hospital psiquiátrico en Uruguay que tiene pacientes “agudos”. Se ubica en el barrio Reducto, al noroeste de Montevideo, y comenzó sus obras en 1876. Originalmente se llamaría “Manicomio Nacional”, pero fue cambiado por el doctor Teodoro Vilardebó.
En sus comienzos, el hospital era considerado de los mejores de América Latina, tanto es así que en 1915 llegó a tener 1.500 pacientes. Actualmente, cuenta con lugar para 300 camas y se encuentra en estado de deterioro, tanto en la asistencia como en el propio edificio. Cuenta con servicio de emergencia, atención ambulatoria, policlínica y salas internas, empleando alrededor de 600 funcionarios entre psicólogos, psiquiatras, asistentes sociales, administrativos, y guardias.
La institución es conocida, además, por un proyecto recreativo de radio comunitaria donde los pacientes hacen un programa de radio llamado “Vilardevoz”, como parte de una asociación civil sin fines de lucro, integrada por psicólogos, pacientes (internados y externados), y estudiantes de la Facultad de Psicología.
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