Un grupo de productores rurales en Uruguay se presentó frente a la casa de gobierno, en la Plaza Independencia de Montevideo, y se manifestaron mostrando algunos ovinos muertos y otros agonizando por las heridas que provocaron los ataques de perros. La intención fue expresar la “preocupación” por la “nula acción” que tomó el Gobierno frente al problema de las jaurías de perros en el campo.
Sobre las 16:30 horas del viernes pasado, uno de los voceros de Un Solo Uruguay, un grupo de autoconvocados rurales que participaron de la manifestación, Marcelo Nogué, dijo que la preocupación y molestia sobre esta temática “es general”.
Otro de los allí presentes, Guillermo Franchi, declaró su molestia al respecto y se preguntó “hasta cuándo” continuará esta situación: “¿Qué tenemos que hacer? ¿Dónde está el gobierno campero? Es difícil no irse de boca, como dicen en los pueblos, pero si hay algo que muestra liviandad con la cual se hacen los discursos preelectorales es este de perros sueltos y su solución”, señaló a Montevideo Portal. Franchi, también miembro de Un Solo Uruguay, definió la situación como “indignante”.
Tras la manifestación, el subsecretario del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) Juan Ignacio Buffa, se mostró preocupado por los ataques de jaurías de perros sueltos en establecimientos rurales. Indicó que el gobierno sí ha dado importancia al tema desde la creación del Instituto del Bienestar Animal en 2009.
“Si hay un perro dentro de su predio que está generando daño, el productor está habilitado a matarlo. Hay que decirlo con todas las letras”, dijo Buffa, citando el artículo 125 del Código Rural, informó Subrayado.
Según el subsecretario se están tomando medidas de mediano y largo plazo para contener la reproducción canina y el aumento de su población. El El Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA) firmó, en 2021, convenios con los 19 departamentos del país y ya entregó 60 millones de pesos uruguayos (casi 140.000 dólares americanos) para una “campaña agresiva” de castración y chipeo gratis. Esta se complementa con 30 millones de pesos (70.000 dólares) que aportó cada gobierno departamental.
Además de tener varios temas en agenda, Buffa señaló que la superpoblación canina y los daños que genera es de especial relevancia para el Ministerio. También firmaron un convenio con la Comisión Zoonosis.
El subsecretario habló del problema de los perros sueltos como “un tema cultural”, ya que hay muchos perros que tienen dueño, pero estos no se hacen cargo y luego generan daños a los productores rurales.
La movilización generó críticas e indignación en más de un colectivo relacionado a la protección de animales.
Por ejemplo, la Sociedad Uruguaya de Veterinarios Especialistas en Pequeños Animales (Suvepa) emitió un comunicado donde declararon que “como médicos veterinarios no podemos sino avergonzarnos frente a estas manifestaciones que atentan contra el bienestar animal”.
“Somos empáticos y comprendemos” que las jaurías de perros sueltos “hacen estragos” en los animales de campo, dice el comunicado, y están de acuerdo en que el Instituto Nacional de Bienestar Animal y otras organizaciones de la sociedad civil “deben acelerar las acciones pertinentes para mitigar esta problemática”.
Sin embargo, la circunstancia realidad “no puede permitir que validemos cualquier medio para la manifestación de las disconformidades”, sostuvieron. Agregaron que “es claramente como aceptar que, para eliminar el canibalismo, nos propongamos comernos a los caníbales”.
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