Este lunes la ciudad de Iquique (región de Tarapacá, a 1.831 kilómetros de Santiago) amaneció completamente paralizada, luego de que gremios y la ciudadanía convocaran a un paro general, que se venía anunciando desde el viernes. La razón es manifestar el malestar general de la zona contra la delincuencia, inseguridad y la migración descontrolada.
Por otra parte, al mediodía del domingo hubo una marcha por la ciudad de Iquiqu, denominada “No + violencia”, con el fin de pedir más seguridad y control en la zona por el aumento de los delitos de mayor connotación social en la región. La convocatoria reunió cerca de 4 mil personas. La movilización se desarrolló con algunas complicaciones. Una persona de nacionalidad extranjera resultó herida al ser atacada por manifestantes, lo cual fue controlado por Carabineros.
Así este lunes gremios del comercio, transporte, trabajadores portuarios y hoteleros de la región de Tarapacá, se movilizan por la misma situación, bloqueando diferentes puntos de la urbe. Los conductores señalaron que el bloqueo se extenderá hasta, al menos, las 15:00 horas de este lunes. Debido a esto el aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago informó a través de Twitter que los vuelos a la ciudad de Iquique han quedado suspendidos debido a que el aeropuerto de dicha localidad no se encuentra operativo.
El alcalde de la comuna, Mauricio Soria, señaló que “se encuentran los accesos principales de la ciudad bloqueados, el acceso que une a Iquique con Alto Hospicio y el acceso que une a Iquique con el aeropuerto”. Por otro lado, la Zona Franca de Iquique (Zofri) informó que no abrirá sus puertas durante la jornada.
Lo que desató estas movilizaciones fue el hecho ocurrido la semana pasada: un grupo de cuatro sujetos, de nacionalidad venezolana, agredió a dos Carabineros en medio de un procedimiento por drogas. Uno de ellos golpeó a un policía con una manopla en la cara, provocándole una fractura en el rostro. Los cuatro sujetos fueron detenidos y quedaron en prisión preventiva, mientras el gobierno anunció que serán expulsados cuando finalice el proceso judicial.
Aumento explosivo de la delincuencia
En su cuenta pública, el fiscal regional de Tarapacá, Raúl Arancibia comunicó alarmantes cifras. Indicó que el año pasado se recibieron un poco más de 32 mil denuncias, un 8% menos que el periodo anterior. Sin embargo, esta disminución se debió principalmente a la caída de los delitos contra la salud pública (-50%) y del ingreso ilegal de extranjeros (-74%), que en abril dejó de ser considerado delito.
Pero, aumentaron los delitos violentos, como los homicidios (183%), el tráfico de drogas (42%), tráfico de migrantes (501%), porte de arma cortante (124%) y los robos con violencia e intimidación (18%).
De acuerdo a los datos, la zona tiene un promedio de un homicidio cada 48 horas. Así se dio cuenta del surgimiento de bandas criminales extremadamente violentas, con métodos y delitos que no se habían visto antes en la región. En ese sentido, Arancibia reconoció que en la zona se vive una crisis en materia de criminalidad, más allá de los habituales delitos de contrabando, tráfico de drogas que se registraban en la zona.
A ellos se suma el aumento de trata y tráfico de personas migrantes, tráfico de armas y delitos asociados al crimen organizado, que se agrava con la migración descontrolada que impide saber quién ingresa al país
En horas de este lunes, el fiscal Arancibia, señaló que “el sicariato es un delito importado desde el punto de vista de su aumento, y otros delitos como los dominios territoriales”, advirtió.
“Necesitamos refuerzos, no sólo en dotación que permita controlar de mejor la situación, donde ingresa quien quiere y nadie sabe quién es (...), sino también un mejor trabajo policial, en el sentido de que debemos profundizar más en el análisis y en la inteligencia policial”, agregó.
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