El Congreso hondureño nombró este domingo dos presidentes en ceremonias separadas, profundizando una crisis política a cuatro días de la asunción de la presidenta electa de izquierda, Xiomara Castro, tiñendo de incertidumbre la toma de posesión.
Dieciocho diputados disidentes del partido de Castro, Libertad y Refundación (Libre), con apoyo de formaciones de derecha, eligieron a Jorge Cálix como presidente del Congreso en un centro social.
En paralelo, parlamentarios de Libre leales a Castro nombraron al diputado del Partido Salvador de Honduras (PSH), Luis Redondo, en el edificio del Congreso.
Cálix, acusado de “traidor” por Castro, prometió sin embargo trabajar por el programa de la presidenta electa, que debe asumir el gobierno el próximo jueves.
“Nuestra agenda legislativa tiene como prioridad hacer realidad el plan de gobierno de Xiomara Castro”, aseguró el parlamentario.
Cálix logró el apoyo de 79 legisladores, incluyendo 44 votos de Partido Nacional (PN, derecha), del gobierno saliente, para presidir el Parlamento.
Xiomara Castro había llegado a un acuerdo con el Partido Salvador de Honduras (PSH) para votar a Luis Redondo, de esa formación, como titular del Congreso, quien fue votado en la sede legislativa con 96, incluyendo suplentes.
Se requieren 65 votos para lograr la dirección del Congreso, la mitad más uno de los 128 escaños.
Centenares de simpatizantes de Libre se congregaran desde la noche del sábado frente a la sede del Congreso, convocados por Castro, en una vigilia que mantuvieron hasta la mañana del domingo.
Cálix argumentó que su juramentación tuvo lugar en un centro social porque el edificio legislativo estaba rodeado por cientos de simpatizantes de Castro y temía por su seguridad.
En tanto, la juramentación de Redondo tuvo lugar en el edificio legislativo.
La crisis estalló el viernes en una sesión en medio de golpes y gritos, cuando Cálix fue juramentado como presidente provisional, en desobediencia al pacto entre Libre y el PSH.
Los 18 diputados disidentes fueron expulsados de Libre.
“Reconozco la presidencia del Congreso encabezada por el diputado Luis Redondo, le invito a mi juramentación junto al pueblo el 27 de enero”, escribió Castro en Twitter.
“Felicito a diputados que rechazan 12 años de redes de corrupción de JOH (el presidente actual Juan Orlando Hernández)”, añadió la mandataria electa.
Castro acusa a los disidentes de su partido de aliarse con el PN para impedirle cumplir las transformaciones que prometió realizar durante la campaña presidencial.
Peligros
“Se viene una crisis de altas dimensiones, peligra que ni tome posesión Xiomara Castro”, afirmó a la AFP el analista y profesor de Sociología de la Universidad Nacional, Eugenio Sosa.
“También hay peligro de un nuevo golpe de Estado”, alertó.
Sin embargo, en su primer discurso, Cálix fue contundente: “Mientras yo ostente la presidencia del primer poder del Estado no habrá ningún golpe de Estado contra la presidenta electa”.
Respecto a la legalidad de la designación de Cálix, Sosa consideró que la votación de los disidentes fuera del Congreso tenía más diputados titulares, lo que le otorga “legalidad”.
Pero “Xiomara no va a ceder. Ella va a reconocer a Redondo, va a mandar a publicar en La Gaceta los decretos aprobados por Redondo. El Ejecutivo es el que manda a publicar en La Gaceta”, explicó.
Castro ganó las elecciones el 28 de noviembre por abrumadora mayoría, gracias a una alianza con el PSH, a cambio de nominar a su candidato presidencial, Salvador Nasralla, como vicepresidente.
El Congreso quedó integrado por 50 diputados de Libre, 44 del PN (del actual presidente Juan Orlando Hernández), 22 del Partido Liberal (PL, derecha), 10 del PSH y dos de otros partidos.
(Con información de AFP)
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