Las Fuerzas Armadas del Ecuador localizaron una base de descanso ilegal de grupos armados en la frontera norte del país que lindera con Colombia, así lo informaron a través de un comunicado oficial. En el lugar encontraron armas, municiones y granadas.
El descubrimiento se realizó en Mataje, una parroquia rural del cantón San Lorenzo de la provincia de Esmeraldas, que se asienta sobre la ribera izquierda del río que tiene el mismo nombre, en la frontera con Colombia. Mataje es la población más nor-occidental del Ecuador. Según recoge la plataforma Enciclopedia de Ecuador, Mataje empezó a formarse con pobladores del vecino país en el año 1952.
De acuerdo con las Fuerzas Armadas, la base de descanso pertenecería a grupos ilegales armados. El personal militar decomisó una ametralladora, seis granadas de mano, más de 2.200 municiones de distinto calibre, 21 alimentadoras fusil M16, cuatro chalecos de combate, una cocina, tres mochilas, tres baterías para paneles solares, 1.156 pesos colombianos, prendas de vestir y camisetas y sombreros con los emblemas del Frente Oliver Sinisterra.
El grupo disidente de las FARC, conocido como Oliver Sinisterra, es el movimiento armado con mayor acceso a los recursos del narcotráfico y opera en el departamento de Nariño, al suroeste de Colombia, en la frontera que une a ese país con Ecuador y a seis horas en auto entre Nariño y San Lorenzo, el cantón en el que está Mataje. Al Oliver Sinisterra se lo conoce en Ecuador por el secuestro y asesinato de los tres periodistas de diario El Comercio, quienes fueron ejecutados por orden de Walter Arisala, alias Guacho, su entonces líder que fue abatido por las fuerzas de seguridad colombianas en diciembre de 2018, ocho meses después del asesinato del equipo periodístico.
Kyle Johnson, experto en conflictos, ha explicado a los medios de comunicación que el Frente Oliver Sinisterra se formó con guerrilleros que no creían en el proceso de paz y querían mantenerse en armas. Los disidentes empezaron a tomar control de poblaciones fronterizas y con ellas también se apoderaron de las rutas por donde se mueve la cocaína. Un informe de la Fundación Ideas para la Paz describió, en el 2018, al Oliver Sinisterra como un grupo “que está involucrado de lleno en el narcotráfico, tiene grandes redes de milicias y una alta capacidad para cometer acciones de bajo esfuerzo pero con alto impacto”.
Las Fuerzas Armadas del Ecuador informaron que las evidencias encontradas en la base fueron “entregadas a las autoridades competentes para los procedimientos que dictaminan la ley” con el propósito de que se inicie una investigación.
Esta no es la primera vez que los miembros de las Fuerzas Armadas ecuatorianas reportan el hallazgo de estos campamentos ilegales. En septiembre de 2021, el personal del Ejército ecuatoriano encontró una base de descanso clandestina de un grupo armado ilegal en una zona selvática próxima a la frontera con Colombia.
De acuerdo con la información del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, la base encontrada en septiembre del año pasado, era una “base de entrenamiento abandonada, presuntamente de grupos armados ilegales, donde se realizó el hallazgo de materiales de intendencia, utensilios de cocina, munición y medicina de primeros auxilios”.
La plataforma especializada en seguridad, Insight Crime, ha descrito que “con la desmovilización de las FARC en 2016, se dejó un vacío de poder en la región limítrofe entre Ecuador y Colombia. Con la competencia entre facciones disidentes de esa guerrilla y otros actores criminales por llenar el vacío, se recrudeció la violencia”. La frontera norte de Ecuador no solo es el campo de operaciones de los disidentes sino que sus poblaciones son zonas históricamente olvidadas por el Estado.
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