Helena Bustos Sánchez estaba desaparecida desde el 28 de abril de 2020. Tenía 21 años. Casi un mes después, el 21 de mayo, fue encontrado el cuerpo de la joven con 21 puñaladas, flotando en las aguas del río Calle Calle en el sector Quitacalzón, frente a Huellelhue, a unos 15 kilómetros del área urbana de Valdivia.
Ahora, la justicia chilena definió que los cuatro acusados, dos hombres y dos mujeres, fueron condenados a reclusión perpetua en sus condiciones de autores materiales (los varones, adolescentes de 18 y 19 años) e intelectuales (las mujeres, una madre y una hija de 68 y 50 años).
Al momento del hallazgo, su cadáver presentaba contusiones en su cabeza, junto a numerosas estocadas en la espalda y el cuello que provocaron su muerte. Además, la investigación entregó una serie de detalles que dieron cuenta de que se trató de una acción planeada. Las pericias entregadas por los peritos del Ministerio Público concluyeron que Helena Bustos fue interceptada por dos hombres, conocidos por ella, quienes le pidieron que los acompañara a una supuesta transacción de drogas. Así, la joven fue trasladada en un auto hasta el sector de orillas del río Calle Calle.
Sin embargo, las autoras intelectuales de este macabro crimen son una madre de 68 años y su hija de 50, quienes al momento del asesinato se encontraban escondidas en los matorrales del lugar. Tras ser capturados y formalizados los jóvenes que la mataron, la investigación arrojó que los conocidos de la víctima (de 18 y 19 años) cometieron el ilícito motivados por la promesa de pago de 7 millones de pesos por parte de las dos mujeres.
El 29 de abril de 2021, casi un año después, familiares y amigas de la víctima se manifestaron, desplegando lienzos y poniendo globos en las puertas del Tribunal para exigir celeridad en la investigación. El plazo inicial de la investigación se determinó en 6 meses, pero lo ampliaron en dos ocasiones.
El 5 de enero comenzó el primer juicio oral en contra de los cuatro acusados, dos mujeres y dos hombres, por el sicariato de Helena Bustos. El fiscal vocero de Los Ríos, Erick Aguayo, dijo que en el juicio se dispusieron de la declaración de más de 50 testigos para acreditar la responsabilidad de los acusados.
Tras lo anterior se dio paso a lo alegatos de apertura del juicio oral, donde el fiscal del caso Jaime Calfil detalló la dinámica de los hechos y cómo se elaboró el plan de los imputados para trasladar a la joven, quien era su amiga. La tesis que mantiene el Ministerio Público es que en el crimen de Helena Bustos existió un sicariato, ya que las mujeres, madre e hija, planearon el homicidio y contrataron a ambos jóvenes para ello.
Por este caso la Fiscalía había pedido presidio perpetuo calificado para los cuatro acusados, argumentando la existencia de premeditación y alevosía en el hecho, señaló el fiscal Jaime Calfil. El posible móvil del homicidio estaría relacionado con un ajuste de cuentas, según fue expuesto en la audiencia de formalización.
El Tribunal Oral de Valdivia, encabezado por la jueza redactora, Silvana Muñoz J, declaró culpables a todos involucrados. Los cuatro involucrados deberán cumplir presidio perpetuo calificado que implica la privación de libertad de por vida, pero establece la posibilidad para el condenado de postular a un beneficio luego de cumplir 40 años de cárcel.
Durante el juicio oral, la Fiscalía acreditó que las acusadas Cecilia Mimica Pino (69) y su hija Maggi Filgueira Mimica (52) contactaron a los acusados Fernando Quevedo Gajardo (20) y Matías Pereira Troncoso (21) con el propósito de encargarles el homicidio de Helena Bustos, ofreciendo el pago de una suma de dinero. Para ello y previamente concertados, se asignaron roles. Las acusadas proporcionaron los medios a los otros dos acusados: arrendaron un vehículo en el que sería trasladada la víctima, eligieron el lugar para darle muerte, entregaron un celular para contactarse y un cuchillo.
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