Es habitual que todas las temporadas de verano lleguen las aguavivas a la costa este uruguaya, donde se concentra la mayoría del turismo. Los avistamientos se dan, sobre todo, en los departamentos de Montevideo, Maldonado (específicamente en Punta del Este) y en Rocha en balnearios como La Pedrera, La Paloma y Punta del Diablo.
Dentro de las especies que arriban, algunas son inofensivas, pero otras tienen venenos muy tóxicos. Este verano, se avistaron tres de ellas: la meduza de la cruz (Lychnoriza lucerna), las cubomedusas (Tamoya haplonema) y la fragata portuguesa (Physalia physalis).
Esta última también es conocida como la falsa medusa, agua mala, botella azul, falsa aguamala o carabela portuguesa y es una de las especies más peligrosas. A principios de enero se detectó su presencia en Rocha y en Maldonado, y el 12 de enero un guardavidas en Montevideo denunció que había retirado dos de la costa y las había alejado de la orilla para que nadie las pisara. Tal es el peligro que se colocó la bandera sanitaria para advertir sobre su presencia.
Lo que genera daño al cuerpo es el contacto con sus tentáculos, ya que la picadura es muy dolorosa para el humano. La Organización Mundial de la Salud, incluso, la incluyó en una lista de especies peligrosas para la salud humana.
Gabriela Failla, investigadora de la Sección de Zoología de Invertebrados de Facultad de Ciencias, explicó que el caso de esta aguaviva es que “el veneno es sumamente urticante, es un cóctel de compuestos: proteínas, enzimas, entre otros” y que “es muy difícil generar un antídoto porque se puede actuar sobre ciertas proteínas, pero existen otras que van a actuar por otro lado”, informó Montevideo Portal.
En el caso de la fragata portuguesa, según la bióloga, “hay registros de diciembre y eso es normal, frecuente”. “Ahora aparecen en más cantidad o llegan a la costa en mayor medida debido a las condiciones climáticas, fundamentalmente la dirección del viento. Por otro lado, como estamos transitando el fenómeno de La Niña este verano y hay muy pocas precipitaciones, eso genera que la corriente de Brasil se desplace más hacia el sur y que inclusive penetran como ramas de la corriente en el Río de la Plata”, comentó.
Estas condiciones climáticas se asocian a la llegada de otro tipo de medusas, organismos que viven en ese tipo de agua, como la cubomedusa o la medusa de la cruz. Este año, la cubomedusa apareció en balnearios como Solís o Jaureguiberry (entre Montevideo y Punta del Este), que son lugares donde hasta el momento no se había reportado la presencia.
La misma cuenta con un veneno neurotóxico potente y su roce es de los que producen más dolor, junto al de la fragata portuguesa.
Failla explicó que el vinagre es de las cosas que mejor funcionan para la picadura de estas medusas. “Antes de aplicar el vinagre hay que lavar la zona afectada con agua de mar, para sacar los restos de tentáculos que pueden quedar y uno no se da cuenta. No se debe nunca frotar con arena, toalla, ni nada”, dijo.
Lo que sucede es que el vinagre puede llegar a anular parte de la toxina antes de que se incorpore al cuerpo de la persona. “El vinagre puede impedir que se sigan descargando las células que tiene la toxina y eso puede generar un alivio a la picadura. Los otros remedios como ponerse tomate, orina, bebidas cola o polvo de hornear no se ha visto que sean efectivos, mucho menos agua dulce y alcohol”, agregó.
En Estados Unidos se desarrolló una sustancia en aerosol, en base a ácido acético, que es “vinagre prácticamente, además de tener otras sustancias como sulfato, entre otros componentes”.
“También se pueden recomendar pomadas, antiinflamatorios, pero si la situación se complica y empiezan síntomas como dolor de cabeza, problemas para respirar o nauseas, hay que ir a un centro asistencial porque se trata de una reacción alérgica y el tratamiento tiene que ser más específico”, concluyó.
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