La Casa de Naná es el prostíbulo más conocido de Punta del Este. Su dueña, una mujer conocida como Naná, dijo que no permitirá el ingreso al local a personas que no tengan las vacunas contra el covid-19. “Eso es una demostración de mi preocupación y a mi me interesa que las personas no se contaminen con nada” comentó Naná a FM Gente.
Las medidas tienen por objetivo evitar los contagios, dado que las chicas están vacunadas y a la clientela le solicita lo mismo. “La persona que no está vacunada no puede entrar”, y eso es una condición excluyente del lugar, según la dueña del establecimiento.
Agregó que nadie la obligó a tomar esa medida sanitaria y que ella lo consideró necesario para cuidar a las personas que trabajan allí y a los clientes. “Yo cuido a mi gente, a las chicas y a la clientela”, comentó.
“Sin el certificado de vacunación no entra nadie”, afirmó, y dijo que en su local se tomaron todas las medidas sanitarias recomendadas por el Ministerio de Salud Pública y que, incluso, se brinda tapabocas a quienes no lo traen.
Cómo es el prostíbulo más conocido de Maldonado
“La Casa de Naná” se ubica al norte de Punta del Este, cerca del conocido barrio El Jagüel. Allí, la dueña del lugar es conocida como Naná, una mujer adulta, de pelo rubio y pestañas largas.
“Durante la dictadura uruguaya trabajaba como prostituta en un salón de belleza en Montevideo. Tenía 44 años, estaba difícil la mano. Me vine para Maldonado y con la plata que había juntado me compré esta casa. Armar el prostíbulo se dio unos años más tarde. El lugar se hizo conocido porque marcamos una forma de ejercer este trabajo: presentando exámenes médicos, registrando a las chicas y evitando situaciones de violencia”, le explicó Naná a Infobae en 2018.
En 2003, el gobierno uruguayo decretó la ley 17.515 en la que se pasó a regular el trabajo sexual en todo el país. Según el artículo número 2 de la ley, los trabajadores sexuales son “todas las personas mayores de dieciocho años de edad que habitualmente ejerzan la prostitución, recibiendo a cambio una remuneración en dinero o en especie”.
Según la ley, “tendrán derecho a ejercer el trabajo sexual aquellos/as que estén incluidos en el Registro Nacional del Trabajo Sexual, y mantengan sus controles sanitarios al día. Estos controles están definidos por ley y establecidos por el decreto reglamentario de la misma”.
Por eso, quienes trabajan en la Casa de Naná, deben cumplir con tres reglas. La primera es que no se consume alcohol ni drogas mientras se trabaja. Dos, deben cobrar por adelantado. La tercera es exigirle a cada cliente el uso de preservativo. “Las chicas, una vez por mes, deben presentar el examen médico que demuestre que están bien de salud. Aquí y en la Policía. Es parte de la ley y me encanta que así sea”, dijo la dueña.
El prostíbulo cuenta con 33 habitaciones y cada una está ocupada con una mujer. “Yo les alquilo la habitación por día. Les damos la cama y los muebles; ellas tienen que traer las sábanas y las toallas que quieran utilizar. También tienen un baño, con ducha incluida”, según Naná y agrega que como parte de las reglas del local “aquí ninguna puede quedarse a dormir. El horario de trabajo es de 21 a 4, pero luego tienen que volver a sus casas”.
Además, dentro del propio lugar el consumo de drogas está prohibido. “Al ser un sistema en el que el hombre entra y comienza a recorrer los pasillos es muy difícil que tome alcohol. Yo siempre digo que si nos cuidamos entre todos y hay seriedad, nada puede salir mal”, comenta la dueña.
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