El ex canciller peruano Luis Gonzales Posada pidió que se redoblen los esfuerzos de la comunidad internacional para lograr la liberación de la ex mandataria boliviana Jeanine Añez, que está encarcelada desde hace casi diez meses y que ha sufrido varios problemas de salud en prisión como una crisis por hipertensión arterial y una profunda depresión y hasta llegó a autolesionarse un brazo manifestando que ya no quería vivir.
“La están matando silenciosamente o alentando con perfidia para que se suicide por haberse atrevido a remplazar a Evo Morales y suspender las relaciones diplomáticas con Venezuela y Cuba durante su breve mandato”, advirtió el histórico dirigente del Partido Aprista Peruano y también ex presidente del Congreso de Perú.
Gonzales Posada señaló que la mayoría de los gobiernos y organismos humanitarios de Latinoamérica prefieren quedarse callados ante este atropello, “impulsado por Evo Morales y su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), que cuenta con apoyo incondicional de jueces y fiscales para destruir a sus opositores”.
“Ahora la señora Áñez está depositada en un penal y Evo recorre triunfante la región, incluyendo tres visitas al Perú, donde vino a realizar actividades proselitistas, entrometiéndose en asuntos internos. En Argentina y México lo trataron a cuerpo de rey y para Cuba, Nicaragua y Venezuela es un referente político”, manifestó Gonzales Posada, según recogió el diario peruano La Razón.
Además, Gonzales Posada condenó el silencio del gobierno de Pedro Castillo en Perú frente a este caso en Bolivia y ante la represión política en Cuba, Nicaragua y Venezuela. ”Parece que formar parte del Grupo del ALBA o del socialismo del siglo XXI otorga licencia para matar, torturar y encarcelar a quien les venga en gana”, declaró.
Jeanine Áñez se proclamó presidenta interina el 12 de noviembre de 2019, después de que Morales renunciara en medio de una fuerte convulsión social. Un informe de la OEA acusaba a Morales de haber hecho fraude en las elecciones de octubre de ese año.
El gobierno del MAS considera que Áñez llegó al poder a través de un “golpe de Estado” y no por sucesión Constitucional en su condición de segunda presidenta del Senado tras la renuncia de Evo Morales y la dimisión masiva de las autoridades en la línea de sucesión.
En noviembre de 2020, Áñez entregó la Presidencia tras nuevos comicios en los que resultó electo Luis Arce, delfín de Morales, y en marzo fue detenida. Algunos de los cargos en su contra son genocidio, sedición, terrorismo y conspiración.
Áñez se define como presa política y apunta al presidente Luis Arce, al ex mandatario Evo Morales, “la élite” del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) y a la justicia boliviana como principales responsables de que se violen sus derechos en prisión.
En diciembre de 2021, Áñez denunció lo que considera una “tortura psicológica” por algunos altercados con funcionarios de la cárcel en la que está recluida en La Paz.
Con información de EFE
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