Uruguay no tiene previsto volver a cerrar sus fronteras pese al incremento exponencial de positivos de COVID-19 ante la llegada de la variante Ómicron, que ha generado récords diarios de contagios diarios y de casos activos.
Así lo enfatizó este lunes el presidente del país, Luis Lacalle Pou, en conferencia de prensa tras reunirse con el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, y otras autoridades sanitarias.
“Cierre no, estamos tratando de facilitar el traslado de ciudadanos contagiados”, señaló respecto a la posibilidad de establecer corredores sanitarios para que residentes argentinos en Uruguay puedan viajar a su país pese a estar contagiados, y viceversa -para evitar los costos de la cuarentena en otro país-.
Lacalle Pou explicó que Uruguay afronta en 2022 una temporada turística “totalmente distinta” a la anterior, con más gente y una variante más contagiosa, pero no considera la posibilidad de cerrar.
Uruguay mantuvo sus fronteras cerradas por 20 meses debido a la emergencia sanitaria y las reabrió el 1 de noviembre de 2021.
El mandatario dijo que “la gran defensa” del país es el alto porcentaje de vacunados, ya que cerca del 76 % del país cuenta con dos dosis mientras que casi un 43 % tiene la tercera.
Por otra parte, reconoció que esta variante -que es más contagiosa que las anteriores, aunque menos letal- ha provocado que el primer nivel de asistencia sanitario se haya visto estresado, aunque no se dejará de testear a personas asintomáticas.
“Se ha sugerido la toma de medidas, no sabemos cuáles. Nos podemos imaginar porque algunos que son los creadores de la cuarentena obligatoria quizás vayan por el camino de restringir. A veces no tomar medidas es una medida y nosotros con las prevenciones no farmacológicas, además de las vacunas, estamos con cierta tranquilidad”, resaltó.
Si bien no quiso ser “excesivamente optimista”, el mandatario afirmó que ya ha leído algunas informaciones que indican que podría no ser necesaria una cuarta dosis de la vacuna -aunque afirmó que, si es preciso, Uruguay ya las tiene reservadas-.
Por otra parte, Salinas dijo que es muy importante reconocer “la importancia de la tercera dosis”, ya que es “un pilar fundamental” para evitar los casos graves.
“Hay un desacople entre cantidad de casos y hospitalizaciones. El concepto que hay que manejar es el de control funcional de la pandemia”, expresó.
Además, destacó que ya hay 136.000 niños de 5 a 12 años -una tercera parte de los niños de esa franja etaria en el país- agendados para vacunarse a partir de este miércoles.
En otro orden, Uruguay registró este lunes 7 muertes con diagnóstico de COVID-19, lo que supone la cifra más alta de decesos en una jornada desde el 30 de julio, según los datos que acumula la aplicación CoronavirusUY.
Seis hombres de 86, 85, 79, 76, 67 y 54 años de distintos lugares del país y una mujer de 48 de Canelones fueron las víctimas mortales registradas en el informe diario del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae), lo que elevó la cantidad de personas fallecidas en el país sudamericano por COVID-19 a 6.199.
Uruguay vivió el pico de la primera ola entre abril y julio, meses en los que llegó a sumar miles de casos diarios -que están siendo superados en esta segunda ola provocada por la entrada de Ómicron- y llegó a 79 muertos en la jornada más negra, el 15 de abril de 2021.
(Con información de EFE)
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