El número de profesionales de salud en licencia tras contraer Covid-19 u otras enfermedades casi se triplicó en menos de un mes en San Pablo, lo que desata alarmas en las autoridades y sindicatos brasileños.
Según datos de la alcaldía, el 6 de enero de 2022, la ciudad contaba con 269 trabajadores sanitarios enfermos, un crecimiento del 198,8% en apenas cuatro semanas, indicó el portal G1.
El número de profesionales de la red pública de salud que se encuentran de baja por otras enfermedades gripales, como la Influenza, no es muy diferente. En el mismo período de comparación, las licencias aumentaron de 502 a 1.209, un incremento del 140,8%.
Además de que estamos viviendo una pandemia y una epidemia superpuesta de Influenza, contamos con profesionales que por el cansancio y el agotamiento acaban teniendo una mayor exposición al virus
Considerando todas las causas de baja, la ciudad de San Pablo tenía hasta el 6 de enero 1.585 profesionales de la salud pública fuera de sus actividades.
En total, 107 profesionales sanitarios han fallecido desde el inicio de la pandemia de Covid-19.
Las cifras se conocen en momentos en que Brasil encara una nueva ola de la covid-19, en medio del avance de la variante ómicron, que ha cuadriplicado los casos en una semana y cuyo impacto real se desconoce por la falta de testeo y los problemas informáticos para el recuento de los datos.
Los positivos en el país suramericano, uno de los más azotados por la pandemia del mundo, se han disparado desde los 56.881 notificados entre el 26 diciembre y el 1 de enero hasta los 208.018 de la última semana, según el Consejo Nacional de Secretarios de Salud (Conass). Sin embargo, las muertes se mantienen en un nivel estable, sobre las 100 diarias, y el incremento abrupto de casos no está presionando, por el momento, las unidades de cuidados intensivos.
La explosión de infectados con covid-19 coincide además con brotes de influenza del virus H3N2 que han puesto contra las cuerdas a los sistemas de atención primaria de grandes ciudades del país, como San Pablo y Río de Janeiro.
“Es un número alarmante, es un número absurdo y no hay forma de aceptarlo con calma. Ya imaginamos que esto pasaría, porque además de que estamos viviendo una pandemia, y una epidemia superpuesta (de Influenza), contamos con profesionales que por el cansancio y el agotamiento acaban teniendo una mayor exposición al virus”, indicó la doctora Vanessa Araújo, representante del Sindicato de Médicos de San Pablo (Simesp).
“La enfermedad de estos trabajadores no es solo por estar expuestos al virus, sino por el trabajo que realizan al cargas de trabajo extremas y absurdas que aumentan la cantidad de contagios”, agregó.
Por su parte, las autoridades de San Pablo, la ciudad más poblada de Sudamérica y la capital económica de Brasil, intentaron remediar contratando a otros 280 profesionales de salud.
Sin embargo, según el sindicato, la medida no es suficiente para remediar la carga acumulada por el personal sanitario en los dos últimos años de la pandemia.
En las últimas semanas, con la explosión de casos tras el surgimiento de la variante Ómicron, la situación no hizo que empeorar, según denunciaron los propios trabajadores.
“No hay contratación de personal para ayudarnos, le hemos pedido a la Alcaldía a nivel del gobierno federal, nadie hace nada. Entonces la salud mental de la población, que sufrió varios traumas por la pérdida de familiares, y la situación de salud de los propios trabajadores sanitarios se va por la cañería”, dijo un médico a Globo News.
“No podemos más y la población está sufriendo, haciendo fila durante seis horas” para ser atendidos, agregó otro médico. “Vivimos bajo estrés, varios compañeros renunciaron. Y por eso la población sigue más desatendida. Lo que pedimos son condiciones más justas, más dignas y un reconocimiento mínimo”.
Bolsonaro sigue con su campaña antivacuna
Por su parte, Bolsonaro continúa con su cruzada contra la vacunación anticovid de los niños de entre 5 y 11 años, autorizada por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) el pasado 16 de diciembre y sólo liberada por el Gobierno 20 días después.
El mandatario, quien se enorgullece de no haberse vacunado, puso en duda la neutralidad de Anvisa e insinuó que se guió por sus propios intereses al dar luz verde a la inmunización infantil.
“¿Cuál es el interés de Anvisa? ¿Cuál es el interés de aquellas personas taradas por la vacuna?”, cuestionó el gobernante en una entrevista a un medio local.
La tensión se elevó este sábado con la respuesta del director de Anvisa, Antonio Barra Torres, en una carta abierta dura e inusual en la que invitó al jefe de Estado a denunciar cualquier indicio de irregularidad o, de lo contrario, retractarse públicamente.
Pese al negacionismo de Bolsonaro, la población brasileña, que se estima en 213 millones de personas, ha abrazado la vacuna sin rechistar. Un 75 % ha recibido la primera dosis y un 67 % tiene ya la pauta completa.
(Con información de Ansa Latina y EFE)
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