La representante de Colombia en la cumbre de la CELAC defendió el rol de la Organización de Estados Americanos (OEA) y criticó a las dictaduras de Daniel Ortega en Nicaragua y Nicolás Maduro en Venezuela.
“Creemos que el multilateralismo ofrece las mejores opciones”, subrayó; al tiempo que manifestó el compromiso de su país con la OEA. También se refirió a la importancia de respetar los derechos humanos en la región y a que se mantengan buenas relaciones con Estados Unidos y Canadá.
“Compartimos una coyuntura sin precedentes que demanda lo mejor de nuestras democracias y nuestros estados de derecho”, dijo en relación a la pandemia de coronavirus; y subrayó que “se debe suspender al estado donde haya ruptura del orden democrático, violación de los derechos humanos, desconocimiento de los derechos y libertades fundamentales, sometimiento a torturas, negación a la libertad de opinión o detenciones arbitrarias, todo lo cual sucede en al menos tres de los países que acá se encuentran representados”. La referencia -sin mencionarlos explícitamente- fue para Venezuela, Nicaragua y Cuba.
En contraposición, el canciller nicaragüense, Denis Moncada; y su par venezolano, Félix Plasencia, denunciaron las medidas “coercitivas” y “unilaterales” impulsadas por el gobierno de Estados Unidos contra estos dos países y Cuba, sometidos a un “bloqueo” por su vecino del norte.
Durante la XXII Reunión de Ministros y Ministras de Relaciones Exteriores de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, que se inauguró este viernes en Buenos Aires, ambos diplomáticos hicieron énfasis en fortalecer “la unidad en la diversidad” de los países de la región.
“Saludamos a la CELAC en su papel protagónico para fortalecer la unidad en la diversidad. Unidad incondicional que no admite intervenciones ni injerencias”, aseveró Moncada al comienzo de su intervención.
Ataques a Washington
El jefe de la diplomacia nicaragüense aprovechó su discurso para condenar el “infame y criminal bloqueo imperialista norteamericano” hacia Cuba y pidió el cese de todas las medidas “ilegales, unilaterales y agresivas” que atentan contra los derechos humanos en Cuba, Venezuela y Nicaragua.
“Exigimos el fin de todas las agresiones imperialistas que generan más vulnerabilidad y pobreza en un mundo que debemos hacer justo, armonioso, fraternal, solidario y complementario”, aseguró Moncada, agregando que Nicaragua es “respetuosa de los derechos humanos en todo momento y circunstancia”.
El canciller venezolano coincidió con su colega nicaragüense en criticar las medidas “coercitivas y unilaterales” procedentes de EEUU y abogó por “fortalecer el multilateralismo” de los estados miembros de la CELAC.
“Es incomprensible que en estos momentos, con la situación mundial de la pandemia, exista un recrudecimiento de las sanciones unilaterales y el bloqueo contra países hermanos aquí presentes”, afirmó Plasencia, para quien Venezuela está “sometida a un bloqueo y a una persecución económica, comercial y financiera permanente”.
Por ese motivo, Plasencia reiteró la propuesta de Venezuela de crear una secretaría general de la CELAC, en aras de “dinamizar aún más el intercambio entre todos los países de la región”.
El papel de Cuba
Por su parte, el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, mantuvo un tono menos beligerante que sus colegas durante su discurso, limitándose a recordar el compromiso cubano en la consolidación de “la unidad en la diversidad” de la región.
En ese sentido, Rodríguez incidió en preservar la CELAC como un “mecanismo de concertación política, genuinamente latinoamericano y caribeño”.
“Ante el complejo escenario internacional y hemisférico que enfrentamos, es imprescindible una región unida y solidaria, que pueda defender con una sola voz sus intereses de paz, independencia, igualdad soberana, desarrollo sostenible y justicia social”, concluyó el canciller cubano.
En esta reunión de cancilleres de la CELAC, Argentina logró el consenso necesario para asumir la presidencia pro tempore del bloque en 2022.
Creada en 2010, la CELAC incluye a más de una treintena de países de América Latina y el Caribe -Brasil la abandonó en 2020 al considerar que apoya a “regímenes no democráticos” como los de Cuba, Venezuela y Nicaragua, y según recalcaron fuentes argentinas busca construir un espacio de intercambio político, económico, social y cultural que haga equilibrio entre la unidad y la diversidad de los más de 600 millones de habitantes de la región.
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