“Comencé a sentirme mal después del almuerzo del domingo. Llegué al hospital a las 3h00 de hoy. Me colocaron una sonda nasogástrica. Se harán más exámenes para una posible cirugía de obstrucción interna en la región abdominal”.
Con esas cuatro oraciones y una foto en la que mantiene el pulgar levantado, el presidente brasileño Jair Bolsonaro resumió el estado en que se encuentra tras ser ingresado esta madrugada de urgencia en el hospital Hospital Vila Nova Star de San Pablo, que había emitido un escueto comunicado en el que indicó algo similar: un estado de “suboclusión intestinal”, con condición “estable y en tratamiento”.
La imagen de la red social, un hecho repetido cada vez que el mandatario se encuentra en uno de sus frecuentes ingresos a un centro de salud, busca mantener informados a quienes están inquietos por su nueva dolencia. En realidad, según uno de sus médicos personales y cabeza del equipo que lo trata, es probable que no sea tan nueva, ya que en julio de 2021 ya había estado ingresado por una obstrucción.
Para Antônio Luiz Macedo, que también es el cirujano que operó al mandatario cuando fue herido en plena campaña electoral en 2018, el diagnóstico inicial es una nueva oclusión intestinal y está tratando de regresar de un viaje por las Bahamas para monitorear el trabajo de su equipo con el político que este año planea postularse a la reelección.
Este tipo de oclusión, según los especialistas, provoca dolores abdominales, vómitos y náuseas.
De acuerdo con un comunicado divulgado por la secretaría de Comunicación Social de la Presidencia, el líder ultraderechista fue ingresado para ser sometido a diferentes exámenes “tras sentir molestias abdominales”.
“El presidente se encuentra bien”, agrega la nota de la Presidencia, que anunció que divulgará otros detalles posteriormente, cuando sean divulgados nuevos boletines médicos del hospital.
Desde que fue apuñalado hasta la muerte durante la campaña electoral de 2018, Bolsonaro ha sido sometido a cuatro cirugías derivadas de ese hecho, pero también tuvo otros dos procedimientos no relacionados con la herida: extracción de un cálculo en la vejiga y una vasectomía. En julio, tuvo que ser hospitalizado por hipo persistente.
Bolsonaro pasaba sus vacaciones en el estado de Santa Catarina junto a la primera dama, Michelle, y a otros familiares.
La visita del mandatario en la costa estuvo marcada por encuentros con simpatizantes en la playa, paseos en moto de agua, cena en una pizzería e incluso una visita a un parque temático donde actuó como piloto tras el espectáculo.
En los últimos días, la oposición criticó a Bolsonaro por no haber interrumpido sus vacaciones para monitorear la situación en el estado de Bahía, golpeado por fuertes lluvias e inundaciones.
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