Polémica en Bolivia: el vicepresidente no se quiere inmunizar contra el COVID-19 y se replican las protestas de antivacunas

David Choquehuanca no se vacunó y no piensa hacerlo, de acuerdo a lo que él mismo manifestó, pese a la presión de distintos sectores en las últimas horas. Los casos siguen subiendo en el país

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David Choquehuanca, vicepresidente de Bolivia
David Choquehuanca, vicepresidente de Bolivia (EFE/Martin Alipaz/Archivo)

Bolivia batió por segundo día consecutivo su récord diario de contagios de COVID-19, con 6.149 nuevos casos reportados este miércoles, en medio de una cuarta ola que azota al país. El último reporte del Ministerio de Salud difundido anoche también da cuenta de 28 decesos que elevaron el total de fallecidos a 19.650, mientras que los contagios acumulados llegan a 591.773 desde marzo de 2020.

Sin embargo, el vicepresidente del país, David Choquehuanca, no se vacunó contra el coronavirus y no piensa hacerlo, de acuerdo a lo que él mismo manifestó, pese a la presión desde distintos sectores en las últimas horas.

Según informó el periódico local El Deber, el número dos del gobierno estuvo este miércoles en la presentación de un libro en un acto desarrollado en las oficinas de la Vicepresidencia. Y, siguiendo al medio citado, “estuvo sin barbijo bastante tiempo” en un salón lleno de personas. Los periodistas locales calculan que había al menos 500 individuos.

Todo ello generó malestar. Por ejemplo, el diputado Alberto Astorga, de Comunidad Ciudadana, le envió una carta a Choquehuanca en la que le exigió que se vacune contra el COVID-19. “Le pedimos también que pueda facilitarnos las pruebas necesarias de que usted se ha vacunado”, señaló en la misiva, según El Deber.

Marcha de antivacunas en La
Marcha de antivacunas en La Paz (REUTERS/Claudia Morales)

Luego manifestó que, pese a “las falencias del plan de vacunación ejecutadas por el gobierno, una parte de la población ya está colocándose la tercera dosis de la vacuna, y tenemos entendido que usted no tiene ni la primera. Nos parece una irresponsabilidad de su parte, ya que no sólo usted corre el riesgo de contagiarse, también pone en riesgo a la ciudadanía”, continuó.

En el escrito, el legislador también recuerda que el próximo sábado 1 de enero entrará en vigencia el decreto 4641, que “establece la obligatoriedad de portar el carnet de vacunación como requisito para ingresar a espacios públicos”. Y lo invita al vicepresidente a que, “para incentivar la población a vacunarse, por el bien de la salud pública, es importante que nosotros, las autoridades electas por el voto ciudadano de los diferentes Órganos del Estado actuemos con el ejemplo en todo momento y más aún cuando los contagios se incrementan en el país”.

El Deber aseguró que la presión contra Choquehuanca también viene desde el interior del Movimiento Al Socialismo (MAS) y sus sectores afines; y citó como ejemplo el pedido de Juan Carlos Huarachi, ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), quien le solicitó al vicemandatario que se inmunice. En tanto, el diputado Héctor Arce, cercano del ex presidente Evo Morales, hizo el mismo reclamo.

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Distintos grupos de personas que se oponen a las vacunas marcharon en las últimas horas en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz (REUTERS/Claudia Morales)

Marchas de antivacunas

Distintos grupos de personas que se oponen a las vacunas marcharon en las últimas horas en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.

Según consigna El Deber, el martes, un grupo se acercó a un punto de vacunación en la ciudad de El Alto, amenazó con destruir dosis, protestó, y agredió a personal de salud y a quienes estaban en el recinto.

En tanto, otros grupos se concentraron en las plazas principales de las ciudades de Santa Cruz y Cochabamba. En la capital cruceña, un médico dijo que la vacuna incrementa los efectos de la enfermedad. “La finalidad de la vacuna es evitar las muertes, pero igual tenemos que utilizar barbijos y alcohol. ¿Qué finalidad tiene inmunizarte si de igual manera tendrás que cuidarte?”, se preguntó.

Siguiendo al diario citado, en la plaza 14 de Septiembre, de Cochabamba, se produjo otro reclamo. En este caso la movilización fue contra el decreto que entrará en vigencia el 1 de enero. El grupo se manifestó contra la presentación del carnet de vacunación y exigió que, si es que el Gobierno pedirá la presentación de una prueba PCR negativa, esta se haga de manera gratuita.

Una mujer es testeada en
Una mujer es testeada en La Paz (REUTERS/Claudia Morales)

Crecimiento de casos

Santa Cruz, la mayor región y la más golpeada por la pandemia, reportó la mayoría de los nuevos contagios, con 4.376, seguida por la central Cochabamba con 505 y La Paz con 416, según el último reporte.

La región sureña de Tarija registró 371 nuevos positivos y su vecina Chuquisaca tuvo 246, mientras que en los otros cuatro departamentos las cifras oscilaron entre 46 y 77, indicó el informe.

Los casos activos actualmente son 47.150 y el acumulado de pacientes recuperados es de 524.973, agregó.

La tasa de letalidad en esta cuarta ola, que comenzó en octubre, es de 0,9 %, según las autoridades sanitarias.

En cuanto a la vacunación, el informe nacional detalló que hasta el momento 4.582.835 mayores de 18 años han recibido la primera dosis de vacunas anticovid, otras 3.583.655 la segunda y 983.511 fueron inmunizadas con fármacos unidosis.

Además, 532.873 mayores de 18 años y personas con enfermedades de base han recibido terceras dosis de vacunas como refuerzo.

Personas hacen fila para recibir
Personas hacen fila para recibir la vacuna contra el COVID-19 en El Alto, Bolivia (REUTERS/Claudia Morales)

Según el informe, 510.331 adolescentes de 12 a 17 años recibieron primeras dosis y 311.611 las segundas, mientras que 195.926 niños de 5 a 11 años han sido inmunizados con primeras dosis.

La inmunización comenzó en Bolivia a fines de enero por etapas hasta incluir desde este mes a menores de 5 a 11 años, con una población “vacunable” calculada en unos 10,2 millones de personas.

La cuarta ola de la pandemia que afecta al país ha dejado jornadas con más de mil casos diarios desde noviembre.

La exigencia del carné de vacunación para ingresar a lugares concurridos que regirá desde este 1 de enero motivó a que se formen largas filas en los puntos de inmunización en las ciudades bolivianas, en varias de las cuales las autoridades municipales resolvieron suspender las fiestas de fin de año.

En Santa Cruz, cuyas autoridades sanitarias alertaron de que se vive la “peor tormenta epidemiológica”, la gente acude de forma masiva a hacerse pruebas para confirmar o descartar un posible contagio.

El Gobierno nacional ha asegurado que la variante Ómicron aún no se ha detectado en el país y que ante las sospechas de casos con esta u otra de las nuevas variaciones se está en permanente vigilancia epidemiológica.

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