El Gobierno brasileño dictó un decreto este jueves que prohíbe a las escuelas exigir a sus alumnos estar vacunados contra el COVID-19, en medio de polémicas por la resistencia del presidente Jair Bolsonaro a la inmunización infantil.
“La exigencia de comprobación de la inmunización como un medio indirecto para inducir la vacunación obligatoria solo podría ser establecida por ley”, dice el decreto publicado en el Diario Oficial y firmado por el ministro de Educación, Milton Ribeiro.
El texto subraya que la obligatoriedad de la inmunización no está contemplada en la legislación, por lo que “no es posible que las instituciones federales de enseñanza establezcan la exigencia de la vacunación contra el COVID-19 como condicionante para el retorno a las actividades educacionales presenciales”.
El próximo ciclo lectivo comenzará a fines de enero y, según todas las previsiones, las clases serán totalmente presenciales, tras haber funcionado en forma remota o mixta desde marzo de 2020, cuando llegó al país una pandemia que ya ha matado a unos 610.000 brasileños.
El pasado 16 de diciembre, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), en su papel de regulador del sector, aprobó la vacuna pediátrica de la farmacéutica Pfizer y recomendó que sea aplicada a los niños de entre cinco y once años.
Sin embargo, encontró una férrea resistencia de Bolsonaro, uno de los mandatarios más negacionistas del mundo, que se opone al uso de mascarillas y otras medidas de prevención y hasta mantiene una firme campaña contra las vacunas, que hasta ahora recibió el 80 % de los ciudadanos del país mayores de 12 años, según datos oficiales.
Bolsonaro, quien tuvo coronavirus en julio del año pasado y se ufana de no haberse vacunado, declaró esta misma semana que, en el caso de los niños, la inmunización “genera muchas dudas”.
Subrayó además que hija Laura no será inmunizada. “Mi hija no se va a vacunar. Que quede bien claro. Tiene 11 años”, enfatizó.
El Gobierno aún no ha decidido si aceptará la recomendación de Anvisa sobre los niños, pero abrió una “consulta pública”, a fin de que cualquier interesado, al margen de su conocimiento científico, opine sobre el asunto.
Según el ministro de Salud, Marcelo Queiroga, la decisión será tomada tras esa consulta y pudiera ser la de liberar la vacunación para los niños, pero solamente con el consentimiento de sus padres y una prescripción médica.
Más de 9.000 casos en las últimas 24 horas
Brasil, uno de los países más azotados por la pandemia, reportó 112 muertes y 9.128 contagios por el virus en las últimas 24 horas, informaron este miércoles fuentes oficiales.
En total, el gigante sudamericano acumula 618.817 víctimas fatales y 22.263.864 casos confirmados desde que el nuevo coronavirus llegó al país, en febrero de 2020, según el último balance del Consejo Nacional de Secretarías de Salud (Conass).
Las cifras pueden ser mayores ya que apenas se empieza a sentir una mejoría en el registro de los datos en el país, luego del ataque cibernético que el pasado 10 de diciembre bloqueó los sistemas que recopilan la información nacional sobre el COVID-19 en el Ministerio de Salud.
Este miércoles solo dos estados dejaron de reportar datos, entre ellos, San Pablo, uno de los que más incide en las estadísticas nacionales sobre el virus por ser el más poblado del país y donde habitan unos 46 millones de personas.
La presencia de la Ómicron en el país también es incierta y los casos confirmados oficialmente hasta el momento no coinciden con los registros de centros hospitalarios y con un reciente estudio que señala que el 37 % de los casos en por lo menos ocho estados ha sido causados por la nueva cepa.
(Con información de EFE)
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