La reapertura de espacios para turismo, tras un 2020 con fronteras cerradas, no solo aumenta los ingresos del sector, sino que también expone a las mujeres a posibles casos de violencia sexual. Aunque Uruguay cuenta con un sistema de denuncias donde las mujeres reportan este tipo de casos, las temporadas de verano representan un riesgo mayor que el resto del año.
Entre agosto y octubre de 2021, por ejemplo, el Ministerio de Turismo realizó una campaña junto al Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay y Unicef para planificar un programa de prevención de trata y explotación sexual de niñas, niños y adolescentes de cara a las finales de la Conmebol y la temporada de verano.
En aquella instancia, la coordinadora del proyecto, Gimena Chiazzaro, dijo que el objetivo de la campaña fue capacitar a los servicios turísticos para que puedan reconocer cuando se encuentran frente a un delito de este tipo y cómo actuar en caso de tener sospechas, informó La Diaria.
Difundieron folletos y afiches y fortalecieron las líneas telefónicas de denuncia, de la mano de la División de Políticas de Género del Ministerio del Interior. Los operadores turísticos valoraron el gesto ya que no tenían muy claro a dónde ir ni qué hacer al respecto si detectaban alguna víctima.
En la costa este uruguaya, el lugar con mayor turismo durante la temporada de verano, las políticas definidas para actuar en estos casos no son tantas. Los departamentos principales que cuentan con una alza en la temporada son Maldonado y Rocha, teniendo este último uno de los puntos fronterizos con Brasil en la ciudad del Chuy.
En el departamento de Maldonado, que contiene a Punta del Este, la ciudad costera más importantes en términos de turismo, no hay políticas definidas para la prevención de los abusos sexuales. Se trabaja con cada caso puntual, a medida que va llegando la denuncia, según la Dirección de Género de la Intendencia de Maldonado.
Existe un único centro de 24 horas para mujeres en situación de violencia basada en género gestionado por por la asociación Anawim Maldonado del Pastoral Social de la Diócesis Maldonado-Punta del Este. La misma fue financiada por el gobierno departamental e instituciones privadas.
Sin embargo, según Raquel Hernández, coordinadora de la Red Uruguaya contra la Violencia Doméstica y Sexual y residente en el departamento, el centro tiene una dificultad porque el lugar es conocido en Maldonado y eso “contradice todas las indicaciones internacionales con respecto al cuidado de las personas que están en situación de riesgo”.
En Maldonado también está el puerto deportivo donde, según Hernández, es un “lugar de libre entrada y salida, y nadie controla quién entra y quién sale” de las fiestas que se hacen en las marinas y en los barcos. En esas instancias hay problemas “serios” de trata y explotación sexual con documentación falsa.
Por otro lado, la Intendencia de Rocha armó un Plan Verano 2022, bajo la consigna “por una vida libre de la violencia hacia la mujer”. Blanca Repetto, directora del programa, dijo que la propuesta consiste en desarrollar una campaña a través de las redes sociales de la Intendencia y distribuir folletos con la lista de números telefónicos para el asesoramiento, consulta y denuncia de situaciones de violencia de género.
Las denuncias también podrán hacerse en puestos de la brigada de guardavidas, centros de la división turística, módulos gastronómicos y las dependencias de la Jefatura de Policía. Este 2020 se incorporó la perspectiva de género en la Intendencia de Rocha y se definió un departamento exclusivo para la materia.
Repetto resaltó que ella y sus colegas hicieron “desembarcos en varias localidades y en diferentes áreas de la sociedad”. Uno de esos lugares, fue el balneario de Punta del Diablo.
Según Laura Lasalvia, integrante del Colectivo de Mujeres de Punta del Diablo y gestora de la radio comunitaria Ulmá, la violencia en ese balneario se da hace años, pero lo más fuerte está sucediendo con la juventud. El problema se ve, por ejemplo, en las fiestas de electrónica donde se han denunciado varios casos de abuso sexual en adolescentes.
La existencia de un mismo “modus operandi” permite la hipótesis de que se trate de una red de explotación sexual. En estas fiestas, “llega un momento de la noche en la que cae gente en autos de alta gama y levanta pibas”, que más tarde vuelven a la fiesta en un estado consecuente de “la droga y el shock”. Según los relatos, las violaciones son en grupo y, en una ocasión, se habló de uno de los abusadores portando un arma.
Lasalvia recordó, además, otros casos como el femicidio de Lola Chomnalez en diciembre de 2018 y el caso de una mujer que apareció lastimada e inconciente en el baño de un boliche en Rocha. También hay denuncias de taxistas que querían abusar de sus pasajeras en la ruta entre el balneario de la Barra del Chuy y el Chuy.
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