Bolivia reportó este martes 4.934 casos nuevos de COVID-19, el registro más alto que se tiene desde la llegada de la pandemia al país en marzo del año pasado, junto a 46 decesos que marcan la agudeza del cuarto pico de contagios que comenzó a fines de octubre.
El departamento de Santa Cruz, el más golpeado por la pandemia, registró 3.278 contagios que por sí solos igualan y superan los registros nacionales que se produjeron durante las anteriores escaladas de contagios del primer semestre de este año y de la gestión anterior.
Los contagios marcaron un repunte a pesar de que la Gobernación de ese departamento prohibió la realización de fiestas y eventos masivos durante los festejos de fin de año.
Inclusive el alcalde de Santa Cruz, Jhonny Fernández, dio positivo de COVID-19 aunque su estado de salud es estable.
En tanto que otras regiones como La Paz reportaron 451 nuevos casos, Cochabamba acumuló 415, Tarija cuantificó 335, Chuquisaca reportó 173 y Beni llegó a 111, mientras que en Potosí, Pando y Oruro los contagios estuvieron por debajo del centenar.
En una rueda de prensa en La Paz, la viceministra de Promoción y Vigilancia Epidemiológica, María Renee Castro, recordó que son los gobiernos subnacionales los que “tienen que tomar el control local” de la pandemia y que “no lo están haciendo”.
Castro señaló casos como el de La Paz donde se autorizaron las fiestas de Año Nuevo hasta la mañana del 1 de enero aunque con algunas restricciones y advirtió que un incremento de casos sería responsabilidad de las instancias subnacionales.
El Gobierno nacional dispuso nuevas medidas como la necesidad de que a partir del 1 de enero sea necesaria la presentación del carné de vacunación para la realización de varios trámites y viajes tanto locales como hacia el exterior del país o la presentación de ese documento para una posible reposición de actividades educativas presenciales.
A esto se suma la llegada el pasado fin de semana de 3 millones de vacunas Sinhoparm y 1,9 millones del tipo Moderna que estarán en el país entre el 31 de diciembre y el 1 de enero con lo que se garantizó la cobertura de vacunas para toda la población con esquema completo.
La necesidad de contar con la inmunización para varias actividades ha despertado la protesta de algunos grupos antivacunas que este martes en El Alto, la segunda ciudad más poblada del país, increparon al personal de un punto vacunación e intentaron evitar que desarrollen su labor.
Ante esto, Castro adelantó que se espera un informe de lo ocurrido por el Servicio Departamental de Salud de La Paz para que se tomen medidas legales sobre esa situación.
Bolivia cuenta con una población vacunable de 10,2 millones de personas mayores de 5 años.
Desde fines de enero se han aplicado 9.633.790 dosis entre la administración de primeros y segundos componentes, dosis de refuerzo y el empleo de dosis únicas.
El país acumula 19.622 decesos y 585.624 casos confirmados de los que 42.223 se mantienen activos.
(Con información de EFE)
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