Diversos políticos y personeros chilenos lamentan el fallecimiento de Roberto Garretón, el destacado abogado defensor de los Derechos Humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet, quien fuera además Premio Nacional de Derechos Humanos 2020 y que falleció este lunes a los 80 años. El abogado lideró además el área judicial de la Vicaria de la Solidaridad en el gobierno de facto, y fue un destacado académico en la materia, especialmente en la formación de defensores. Su última despedida se desarrolla en el Museo de la Memoria, y a ella presentaron sus respetos diversos políticos como el presidente electo Gabriel Boric, quien destacó que gracias a su labor “muchas personas hoy día están vivas”.
Durante su carrera profesional, Roberto Garretón fue además jefe del Área Judicial de la Vicaría de la Solidaridad, funcionario de Naciones Unidas y Representante para América Latina y el Caribe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Su historia
Garretón era conocido por sus pares en la lucha por los derechos humanos como “el abogado entusiasta” gracias a su inventiva para enfrentar las causas, pese a que en esa época ninguno de sus pares con los que se embarcó en la lucha por las víctimas de la dictadura contaba con estudios específicos sobre derechos fundamentales. Antes del golpe, se desempeñaba como abogado de la Empresa Metropolitana de Obras Sanitarias (EMOS), y tras el golpe de Estado vio un cartel en la Corte de Apelaciones de Santiago en el que se leía “Se necesitan abogados para alegar en Consejos de Guerra”. A sus 32 años, se incorporó a uno de los primeros equipos jurídicos para hacerles frente. Ahí empezó un recorrido que duró más de cuatro décadas en defensa de los derechos humanos.
El siguiente paso fue participar en el Comité Pro Paz y de ahí a la Vicaría de la Solidaridad. Con el retorno a la democracia, llegó a ser vicepresidente de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU); y fue un reconocido referente de los nuevos abogados a quienes impartió clases.
Una de las escenas de las que fue protagonista en su incansable lucha contra los crímenes hacia los derechos humanos ocurrió en septiembre de 2013, cuando enfrentó en una entrevista de televisión al ex diputado y ex columnista del periódico El Mercurio Hermógenes Pérez de Arce, conocido por su apoyo a la dictadura. Allí ambos fueron consultados por la determinación del diario brasileño O Globo, que un mes antes pidió perdón por haber apoyado el golpe militar en ese país ocurrido en 1964. Pérez de Arce afirmó que la acción “es casi ridícula porque se está pidiendo perdón por un hecho que sucedió hace 50 años, cuando Brasil estaba en una tremenda crisis. Yo creo que no es válido este perdón simbólico”, a lo que Garretón afirmó preferir “que El Mercurio pidiera perdón” por sus acciones cometidas durante la dictadura militar. “El Mercurio, sus directores, columnistas y editorialistas nunca han pedido perdón y siguen estando orgullosos de lo que hicieron”, agregó en la oportunidad el jurista.
Volvieron a encontrarse cuando Pérez de Arce aseguró que José Manuel Parada, sociólogo asesinado durante la dictadura, perteneció al Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR). “Usted está mintiendo, señor. José Manuel Parada jamás trabajó con el FPMR, nunca”, le replicó duramente Garretón.
“Toda violación de derechos humanos tiene tres componentes: un hecho brutal, una cobardía y una mentira. No hay violación de derechos humanos sin estas tres condiciones”, reflexionó finalmente el abogado fallecido a los 80 años.
Reacciones tras su partida
Un reconocimiento transversal sobre su trabajo en defensa de los derechos humanos recibió Garretón en las condolencias por su partida.
Gabriel Boric afirmó que honrar el legado de quienes han luchado por los derechos humanos “es parte del deber de nuestra generación”, destacando de paso la labor que Garretón realizó a nivel internacional y su incidencia en la apertura del proceso Constituyente. Detalló asimismo que “queríamos honrar, por cierto, su memoria, decirle que se va a mantener en el presente en nuestro futuro gobierno y dar una señal de que el respeto irrestricto a los derechos humanos aquí y en todas partes será un sello de nuestro futuro gobierno”, afirmó.
“Un ejemplo de coraje, dignidad y sabiduría fue el jurista que falleció durante la madrugada de este lunes”, expresó la diputada comunista y compañera de funciones de Garretón en la Vicaría de la Solidaridad, Carmen Hertz, quien dio sus condolencias a su hija Magdalena. En el momento, sostuvo que su padre “fue la voz de los sin voz en las épocas más oscuras de nuestra historia”.
Por su parte la presidenta de la Convención Constitucional, Elisa Loncón, agradeció al desaparecido jurista por “tanta humanidad entregada a tu pueblo”, expresando de paso sus condolencias y amor a su familia.
Entre los integrantes de la Cámara Baja, el diputado Jaime Naranjo reconoció que “nos hará falta”, rescatando que él “sembró su semilla en cientos de alumnos que probablemente seguirán su ejemplo”.
Por su parte, la legisladora del Partido Socialista (PS), Maya Fernández, lamentó la muerte de Garretón, expresando que “su trabajo por la defensa de los DDHH nos deja un invaluable legado”.
“Es una partida que nos llena de tristeza”, expresó por en tanto la presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, Alicia Lira, reconociendo en Garretón “la lealtad a la vida y a la lucha por la verdad y la justicia”.
“Creo que es uno de los consecuentes, así como Fabiola Letelier, que dieron una lucha hasta el último día de su vida en oponerse a la impunidad, en defender a quien había que defender ante la injusticia, fue un gran aporte en la búsqueda de verdad tanto de detenidos desaparecidos como de ejecutados políticos por lo cual creo que se va con todo el reconocimiento”, manifestó Lira.
Asimismo, la diputada electa y presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro, resaltó que su lucha por la defensa de los derechos humanos continuó tras el fin de la dictadura, condenando la violencia hacia el pueblo mapuche y las vulneraciones a partir del estallido social: “Recuerdo que en alguna oportunidad le escuché decir que la designación de terrorista que se le daba a los presos políticos mapuches era una ofensa a la causa de los derechos humanos y dijo que a nivel internacional se consideraba casi una burla que este gobierno hablara de terrorismo cuando en esa época se buscaba a responsables de crímenes como los que cometía Al Qaeda. Él decía que era una patraña sin sentido”, relató.
Por su parte la directora de Londres 38 -un centro ilegal de detención y tortura durante la dictadura de Pinochet-, Erika Hennings, afirmó que se trata de una gran pérdida pues partió un gran luchador contra la impunidad: “En lo personal, Roberto estuvo en el juicio que nosotros tuvimos en Francia por los cuatro franco-chilenos y luego fue la persona que litigó por el exhorto que se hizo, que finalmente no prosperó. O sea, siempre estuvo de lado de las víctimas, con valentía”.
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