La ciudad brasileña de Río de Janeiro registró este lunes su primer caso de COVID-19 con la variante Ómicron, en vísperas de las fiestas de año nuevo, para cuando se espera la llegada de miles de turistas, pese a que han sido parcialmente canceladas.
Se trata del caso importado de una brasileña de 27 años que reside en Chicago, Estados Unidos, y buscó atención médica nada más aterrizar en el país sudamericano el pasado día 13, según informó la Secretaría de Salud de Río en una nota.
La paciente, que estaba con la pauta de vacunación completa desde marzo, tiene “síntomas leves” y está bajo la vigilancia de las autoridades sanitarias de la capital fluminense.
Según los últimos datos oficiales, Brasil registra hasta el momento 27 contagios con la cepa Ómicron, detectada en primer lugar en Sudáfrica y presente ya en 89 países.
Dieciséis de esos 27 casos con el nuevo linaje, más transmisible que sus predecesores, se han identificado en el estado de San Pablo, en cuya capital homónima la Ómicron ya se transmite de forma comunitaria entre la población.
Ahora se confirma el primero en Río, la ciudad más turística de Brasil con sus 6,7 millones de habitantes.
El temor a la Ómicron llevó al alcalde de Río, Eduardo Paes, a cancelar los eventos públicos programados para recibir el 2022, que antes de la pandemia solían reunir a millones de personas en la icónica playa de Copacabana.
Pero unos días más tarde reculó parcialmente al anunciar que finalmente habrá fuegos artificiales en Copacabana y otros nueve puntos de la ciudad, aunque sin los tradicionales conciertos de música, a fin de desincentivar los desplazamientos.
Brasil es, junto con Estados Unidos y la India, uno de los países más afectados por la pandemia de coronavirus, con casi 618.000 fallecidos y 22,2 millones de contagios.
(Con información de EFE)
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