A medida que crece la preocupación por el avance de la nueva variante Ómicron, Brasil empezó este lunes a exigir el certificado de vacunación contra el coroanvirus a quienes ingresan al país, en cumplimiento de una orden judicial contraria a la voluntad del gobierno del presidente Jair Bolsonaro.
La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) dijo que “notificó este lunes a sus puestos fronterizos, especialmente en los aeropuertos, sobre el cumplimiento inmediato de la decisión del Supremo Tribunal Federal que determina la exigencia del comprobante de vacunación para los viajeros que ingresan al país”.
La medida responde a una orden de un juez de la Corte Suprema que el sábado tornó obligatorio el pasaporte sanitario para entrar a Brasil con el fin de evitar la propagación de la variante Ómicron.
Aunque la determinación debe ser validada entre miércoles y jueves por otros nueve magistrados del máximo tribunal, Anvisa aseguró que empezó a ejecutarla este lunes en todos los aeropuertos con llegada de vuelos internacionales.
“La decisión [del tribunal] tiene efecto inmediato, sin plazo de adecuación, y, por eso, exige de la Agencia la realización de evaluaciones puntuales, especialmente en relación con los pasajeros que ya estaban en movimiento o en tránsito en el momento en que la decisión fue emitida”, afirmó Anvisa en su nota.
La medida, que sigue las recomendaciones de la autoridad de vigilancia sanitaria y que puede estar vigente a partir de este lunes, es obligatoria para todos los viajeros internacionales, salvo si este proviene de un país donde se comprueba que no hay vacuna disponible o por razones humanitarias excepcionales.
“Constituyen un riesgo inminente inequívoco, que autoriza el otorgamiento de la medida cautelar, la entrada diaria de miles de viajeros al país debido a la proximidad de las fiestas de fin de año y los eventos precarnavales”, dijo el magistrado del Supremo Tribunal Federal de Brasil, Luis Roberto Barroso, que también avisó de “la amenaza” que corre Brasil por el “turismo antivacunas”.
Esta medida cautelar para frenar la expansión del virus no es la primera que toma el STF, ya que durante la pandemia exigió también la vacunación obligatoria con la posibilidad de imponer restricciones a quien se negase a vacunarse.
Ante la detección de casos de Ómicron, el organismo sanitario recomendó al gobierno pedir el certificado de vacunación, pero Bolsonaro, un crítico de las medidas de prevención contra el covid-19 y que rechaza vacunarse, lo descartó alegando que es una “correa” para el pueblo brasileño y que atenta contra la “libertad”.
El Ejecutivo optó entonces por instaurar la cuarentena obligatoria de cinco días a los viajeros sin inmunizar que lleguen a Brasil, una medida que también fue recomendada por Anvisa. Ese requisito, no obstante, entrará en vigor el 18 de diciembre.
En las últimas semanas, los brasileños han sido testigos de un intenso debate entre el gobierno, científicos y autoridades locales sobre si se debe exigir el certificado de vacunación, cuando el país registra al menos once casos de la variante ómicron y espera una mayor llegada de turistas durante las fiestas de fin de año.
Bolsonaro se enfrenta a una investigación del juez del Tribunal Supremo de Brasil Alexandre de Moraes por unas declaraciones del pasado mes de octubre en las que aseguraba que aquellos que se vacunan contra el coronavirus tienen más posibilidad de presentar inmunodeficiencias contra el sida.
Además, a finales de noviembre, el ministro de Justicia de Brasil, rechazó el pasaporte COVID-19 para turistas internacionales, una medida que sí exigía la Agencia brasileña de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).
Brasil acumula más de 616.000 muertos desde el inicio de la pandemia, el segundo país con más fallecidos en números absolutos después de Estados Unidos.
Con información de AFP
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