El venezolano Leopoldo López, el cubano Yunior García y el nicaragüense Santiago Urbina coincidieron este lunes en Madrid en reclamar elecciones democráticas en sus países para acabar con las dictaduras que actúan de forma coordinada.
“Son socios de un proyecto autoritario”, denunció López, durante un acto en la Universidad Complutense de Madrid, organizado por el colectivo Libertad Sin Ira con el título “Voces de la represión”.
El coordinador del partido opositor venezolano Voluntad Popular (VP) aseguró que Nicolás Maduro en Venezuela, Miguel Díaz-Canel en Cuba y Daniel Ortega en Nicaragua actúan de forma coordinada.
Por ello, aseveró que “el sueño” de la mayoría de la sociedad en sus respectivos países es conseguir unas elecciones verdaderamente “libres”.
López se instaló en España hace algo más de un año tras salir de forma clandestina de Venezuela, cuyo régimen reclama su extradición para que cumpla el resto de los casi 14 años de cárcel a los que fue condenado en 2015 por la justicia chavista, acusado de incitar a la violencia.
Por su parte, Yunior García advirtió que más de 800 jóvenes siguen detenidos en Cuba, acusados de delitos que pueden conllevar hasta 20 años de cárcel, desde las protestas de julio pasado contra la dictadura cubana.
Remarcó que los miles de cubanos que salieron a las calles de la isla, lo hicieron para pedir “comida, medicina y libertad”. “Decenas de miles de cubanos salieron a las calles”, detalló. Del mismo modo, defendió que el movimiento opositor que ha fundado, Archipiélago, es un grupo sin “recursos”.
“Un grupo de muchachos con teléfonos”, indicó, antes de especificar que el objetivo de la plataforma es “construir un país como lo soñó (el poeta independentista José) Martí: un país con todos y para el bien de todos”. El opositor también ha expresado su deseo de que los “científicos descubran una vacuna contra la intolerancia”.
El disidente cubano aseguró, además, que “la ultraizquierda que intenta convertirse en la verdad absoluta y silenciar es exactamente igual que la ultraderecha”, al tiempo que incidió en que “cuando se anula la opinión del otro no hay diferencia entre izquierda y derecha”.
“Ojalá los países que han perdido ese rumbo lo puedan encontrar, recuperar su libertad y el derecho a pensar distinto y ojalá los países que disfrutan de esa libertad no pierdan ese privilegio”, añadió García, quien lamentó que con la libertad “no se sabe lo que significa hasta que no se pierde”.
El opositor cubano también se refirió a la crisis venezolana, argumentando que uno de los problemas de Venezuela es que, durante muchos años, “no se habló” de su situación, sino que se utilizaban “eufemismos” como “democracia en decadencia” o “autoritarismo competitivo”. “Después de una fraudulenta elección que ganó (el presidente de Venezuela, Nicolás) Maduro en 2013 concluimos en dictadura”, según precisó, lo que llevó a la oposición a “organizarse” y salir a las calles en 2014, año en el que él fue encarcelado.
“Esa es la filosofía de los sistemas autocráticos desde el miedo”, agregó, poniendo el foco en la idea de que “Venezuela no sería Cuba”. Según el opositor, el régimen venezolano “ha creado una estructura de poder para mantenerse y la consecuencia es hambre, desolación, oscuridad y tristeza”. “Lo que fue el país más próspero de América Latina, ese país de apenas 40 años es el más pobre de América Latina, no por la guerra, sino por el desastre de una ideología que derivó en una tragedia humanitaria”,
García llegó por sorpresa a Madrid en noviembre pasado, con un visado por tres meses, y denuncia que sufrió amenazas por ser uno de los fundadores del colectivo disidente Archipiélago, que reclama democracia y respeto a los derechos humanos en Cuba.
Santiago Urbina, de la opositora Unidad Nacional Azul y Negro en Nicaragua, manifestó que su país, Cuba y Venezuela comparten el mismo problema de gobiernos autoritarios, con elecciones fraudulentas para legitimarse, presos políticos y miles de exiliados en países de América y en otros como España.
Urbina acusó al dictador nicaragüense Daniel Ortega de actuar como otros dictadores en la historia reciente de América, entre los que citó a Augusto Pinochet en Chile o Hugo Chávez en Venezuela.
El dirigente opositor nicaragüense también se refirió a la dicotomía derecha-izquierda y explicó que “el signo político que dicen detentar los regímenes que coartan las libertades” en estos tres países “son de izquierdas o dicen ser de izquierdas pero es anecdótico”. “El autoritarismo usa las ideologías para imponerse y controlar absolutamente todo, da igual norte o sur, el trópico o la tundra”.
Asimismo, aseguró que lo que ocurrió en Nicaragua es “una versión 2.0 de lo que ya estaba ocurriendo en Venezuela” y lamentó que, hasta 2007, en el país centroamericano se “practicaba una democracia que necesitaba fortalecerse institucionalmente, pero había un esfuerzo sincero para que pudiese funcionar”.
Antes de comentar el debate hubo un altercado entre grupos de jóvenes, unos al grito de “golpistas” contra los participantes y otros reclamando “libertad”, entre empujones, hasta que los ánimos se calmaron y pudo comenzar el coloquio.
(Con información de EFE y Europa Press)
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