Una violenta caída de más del 40% en el valor de las acciones en Nasdaq tiene a una de las más grandes empresas colombianas en el ojo del huracán, tras un reporte de la firma de investigación financiera Hindenburg Research que sacó a la luz los presuntos vínculos de sus dueños con el Cartel de Cali y el paramilitarismo, además de señalar graves irregularidades con sus reportes de contabilidad y finanzas.
La empresa es Tecnoglass, propiedad de los hermanos José “Yuyo” y Cristian Daes Abuchaibe, dos de las personas más influyentes, ricas y poderosas de Barranquilla, la ciudad más grande de todo el Caribe colombiano.
Los Daes son conocidos empresarios y filántropos, tienen una fundación benéfica con la que realizan constantes proyectos sociales. Además, han regalado casas, monumentos completos a la ciudad (como la Ventana al Mundo o la Ventana de los Campeones) y son hinchas fervientes del equipo de fútbol local, el Junior de Barranquilla. Incluso, han hecho acuerdos con sus jugadores para entregarles dinero por gol marcado (como en la temporada en que a Miguel Ángel Borja le pagaban 5 millones de pesos por gol en el torneo local, 10 millones en Copa Libertadores jugando de local y 15 si era de visitante).
También tienen un gran poder político, pues están entre los principales promotores de la familia Char que lleva administrando la Barranquilla los últimos 16 años, en cuyos mandatos se han vuelto los principales contratistas públicos de la ciudad.
Su empresa Tecnoglass es un fabricante de vidrio arquitectónico, ventanas y productos de aluminio asociados y fue fundada en 1984 por los hermanos Daes, los cuales siguen ejerciendo como CEO y COO de la compañía hasta el día de hoy.
Ellos, junto con otros miembros de la familia, tienen el 55% de las acciones en circulación de la empresa a través de otra entidad llamada Energy Holding Corporation. La central de operaciones de la Tecnoglass se encuentra en Barranquilla, aunque actualmente su principal mercado de ventas está en Estados Unidos, concretamente en Miami, Florida.
En diciembre 2013 la empresa se hizo pública a través de una transacción SPAC y desde entonces sus acciones y sus ventas reportadas han ido al alza, casi que sin detenerse.
De acuerdo al informe de Hindenburg Research, en 2021 las acciones de Tecnoglass se dispararon un 390%, unos resultados récord que estuvieron impulsados, en parte, por el auge de las construcciones residenciales en los Estados Unidos.
Todo este rápido crecimiento alcanzó su pico, según Hindenburg Research, a finales de este año, ya que la tendencia en las construcciones inmobiliarias en Florida ya empezó a detenerse (los permisos de contrucción residencial han caído 28%), y este es el principal mercado de Tecnoglass.
Sin embargo, señalan los analistas, existen serias dudas sobre el buen manejo financiero de la compañía y sobre todo, sobre cómo llegó a ser tan grande y poderosa en Colombia.
Presuntos vínculos con el Cartel de Cali
El informe de la financiera recoge que en 1996, 12 años después de la fundación de la entidad predecesora de Tecnoglass, José y Christian Daes formaron parte de un grupo acusado por Fiscales del Departamento de Justicia de Estados Unidos de traficar con más de 200 toneladas de cocaína a ese país, además de contrabandear armas semiautomáticas y automáticas de vuelta a Colombia y lavar dinero para el poderoso Cartel de Cali, liderado por los temibles hermanos Gilberto y Miguel Rodriguez Orejuela.
Esa acusación, que reposa en los archivos de los tribunales estadounidenses, los incluyó entre los “Gerentes y Operadores” de la empresa de narcotráfico del Cartel de Cali.
Según el Departamento de Justicia de EEUU, los Daes habían ayudado al cartel a contrabandear cocaína hacia los Estados Unidos escondiendo la droga en productos de construcción, como madera y hormigón, o aplicándola en alimentos congelados, como el brócoli.
También se alegaba que Cristian Daes había recibido dinero del Cartel de Cali para comprar armas en Estados Unidos y exportarlas ilegalmente de regreso a Colombia.
“Una declaración jurada de uno de los investigadores principales del caso dio evidencia sobre cómo el actual CEO y director de Tecnoglass, José Manuel Daes, que usó el alias ‘Yuyo’, aconsejó a los capos del cártel Gilberto y Miguel Rodríguez-Orejuela sobre cómo ocultar cocaína en envíos de verduras congeladas enviados desde Centroamérica a Miami”, dice esa investigación.
También se demostró, mediante un documento sacado de los expedientes del caso, que Cristian Daes fue vinculado en un momento de la investigación con tres cargos cuya sentencia máxima es la cadena perpetua y uno es de 20 años de prisión: contrabando, conspiración para importar cocaína, conspiración para distribuir cocaína y conspiración para lavado de dinero.
Entre finales de los ‘90 y principios de los 2000 tanto José como Cristian tuvieron órdenes de captura expedidas por la justicia de Estados Unidos. Incluso, José “Yuyo” fue considerado por años un “fugitivo”.
Sin embargo, actualmente estos cargos fueron desestimados y ese estatus fue cambiado, todo como conclusión de un proceso cuya última etapa fue llevada con el mayor secreto tanto por la justicia norteamericana como por los implicados y sus aliados en Colombia.
De acuerdo con La Silla Vacía, un medio independiente que ha cubierto el gran poder de los Daes en Barranquilla, en los círculos políticos más altos de la ciudad se comenta que esto se debió a un acuerdo para cooperar con la justicia en clave de involucramiento con los carteles de narcotráfico. Sin embargo, esto ha sido negado repetidas veces por los abogados de los hermanos empresarios.
Los prisión en Colombia y un atentado
En 1999 José Manuel “Yuyo” Daes fue acusado de enriquecimiento ilícito por las autoridades colombianas, en medio de un caso independiente al norteamericano pero que también lo señalaba de vínculos con el Cartel de Cali y los hermanos Rodríguez Orejuela.
Según las presentaciones en ese caso, Daes fue acusado de recibir hasta 1 millón de dólares en pagos de los capos del cártel de Cali entre 1990 y 1994, parte del período en que la acusación separada de los Estados Unidos alegó que estaba ayudando a contrabandear cocaína y lavar dinero para el cártel de Cali.
Los registros judiciales señalan que se pagaron cheques a Energía Solar, la entidad predecesora y subsidiaria actual de Tecnoglass, algunos de los cuales fueron emitidos por una de las compañías pantalla del Cartel de Cali, que fue utilizada específicamente por los capos de la droga para sobornar a políticos y financiar campañas políticas.
Este paso fugaz por la prisión terminó gracias a la orden de un juez de Barranquilla y una sentencia que lo absolvió de los cargos en su contra. Su defensa argumentó que los recibos cuestionados eran legítimas transacciones comerciales por la venta de vidrio de ventanas y otros miles de dólares por concepto de ropa de lujo vendida a desde la tienda que los Daes dirigían en Miami hasta aproximadamente 1993.
Uno de los jueces del caso, que no estuvo de acuerdo con la decisión de desestimar los cargos, dijo: “Aunque no se podía concluir de esos documentos (incautados a Rodríguez Orejuela) que Daes estaba realmente involucrado en actividades de tráfico de drogas, se podía deducir que su relación era mucho más amplia que una simple relación comercial (legítima)”.
Años más tarde, en 2004, “Yuyo” Daes, quien para entonces aún era considerado fugitivo en los Estados Unidos, recibió un disparo en la cabeza y en el cuello durante un fallido intento de asesinato.
En ese tiempo, ya había estado en prisión y también se había consolidado como una persona de gran poder e influencia política en la ciudad, siendo una pieza clave en la victoria de Bernardo Hoyos en la Alcaldía de Barranquilla, su segundo periodo al mando de la ciudad. En esos años (1998-2000) “Yuyo” era el “alcalde virtual”, manejando, según medios colombianos, la contratación pública de la ciudad.
En esa época, Construseñales, otra empresa de los Daes, recibió un lucrativo contrato de obras públicas de Hoyos que sigue vigente hasta el día de hoy. Hoyos terminaría años más tarde declarado culpable de cargos de corrupción.
Por otra parte, el mentado atentado, que dejó a “Yuyo” en una silla de ruedas de por vida, le fue atribuido años más tarde, y nunca en una versión oficial, al jefe paramilitar “Jorge 40″, comandante del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia, como consecuencia de una disputa con el entonces alcalde Guillermo Hoenigsberg (2004-2007), quien también fue apoyado por Daes para llegar al poder.
Hoenigsberg fue condenado más tarde por corrupción y sentenciado a 9 años de prisión.
El informe de Hindenburg Research también da cuenta de otros presuntos vínculos con cárteles del narcotráfico sucesores del Cartel de Medellín, en especial del grupo conocido como “Los Mellizos” que operó con fuerza en Barranquilla, pues varias personas involucradas con ellos aparecieron como inversionistas de las empresas de los Daes en algún momento de su historia.
Dudas financieras
Además de estas complejas afirmaciones, la investigación de Hindenburg Research resalta una serie de dudas frente a los manejos financieros y contables de la compañía Tecnoglass, y cuestionan sus reportes de éxito empresarial.
Por un lado, señalan que las auditorías de 2013, cuando la empresa se hizo pública a través de un SPAC, encontraron “debilidades materiales” en sus controles financieros.
Señalan además que han incurrido en prácticas desleales como la de crear empresas de papel para ganar peso en la elección del jefe de la Cámara de Comercio de Barranquilla entre 2012 y 2013.
Señalan por ejemplo que el mayor cliente de Tecnoglass entre 2013 y 2016, es una empresa llamada GM&P, la cual representó el 26% de las ventas solo en 2016. El director financiero del cliente “independiente” es primo del CEO y director de operaciones de Tecnoglass, según los registros públicos. “No encontramos ninguna divulgación de la relación familiar”, dice el informe.
Este mismo patrón fue encontrado en otras importantes decisiones empresariales de la compañía. “Más allá de los signos de clientes de partes relacionadas no revelados, encontramos problemas paralelos con los gastos de capital. Los hermanos Daes poseen una empresa de construcción relacionada que ha desempeñado un papel significativo y subdivulgado en la construcción de las numerosas instalaciones y ampliaciones de la compañía en Colombia, lo que representa al menos 24 millones de dólares en contratos de construcción”, señala Hindenburg Research.
“Teniendo en cuenta lo anterior, sospechamos firmemente que Tecnoglass ha falsificado una parte significativa de sus ingresos”, agregan. “En general, no tenemos fe en las finanzas de la empresa dados los antecedentes de la dirección y las irregularidades que hemos descubierto”, concluyen.
Tras el escándalo
Pese a la caída en las acciones, la investigación que remueve un oscuro pasado del que poco o nada se habla en la ciudad natal de estos empresarios, los Daes han manifestado públicas expresiones de tranquilidad, afirmando que todo lo dicho no son más que acusaciones falsas en su contra.
“De los mismos creadores de la reventa de boletas. Tranquilos. Es una mentira tras otra. Esto termina bien. FE”, dijo Cristian Daes en su Twitter después de que se conoció la publicación de la investigación.
Se refiere el empresario a otro escándalo que rodeó a él y su empresa, cuando fue señalado de cooptar la boletería de los partidos de la Selección Colombia en Barranquilla para venderlas a precios inflados. Un caso que como en otras ocasiones fue desestimado.
Parte de quienes defienden a los empresarios barranquilleros, señalan que Hindenburg Research es una financiera que suele tomar posiciones en “corto” contra las compañías que investiga, y que con el desplome de las acciones de estas logra capitalizar.
Esto en efecto es cierto, y es una práctica común y legal de los inversionistas en el mercado de valores, quienes en ocasiones ponen su dinero a la posibilidad de que las acciones de una compañía se estanquen o se desplomen.
Dicha crítica la ha recibido Hindenburg Research de otras empresas que ha investigado, ante lo que su CEO Nate Anderson afirma que no deslegitima o hace falsa la información en la que se basan para tomar sus posiciones en “corto”.
Lo otro cierto es que la tranquilidad de los Daes está soportada en su inmenso poder e influencia, pues todavía son hoy por hoy una de las familias más poderosas de Barranquilla y Colombia.
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