Basta repasar la innumerable cantidad selfies con el cartel y el showroom de fondo de quienes transitan sobre la senda peatonal frente a la Playa Brava, para entender que la Torre Trump se convirtió en un atractivo turístico de Punta del Este. Después de sortear varios desafíos, será el nuevo ícono de la ciudad cuando luzca en todo su esplendor a partir de 2022.
El empresario Jorge Garber, referente del grupo de propietarios de esta torre, confirmó a Infobae la finalización de los primeros cinco pisos de la impactante construcción. Con un 70% de las unidades vendidas, en los próximos meses Trump Tower se prepara para la llegada de inversores y compradores que colmarán su capacidad.
Según reveló el empresario argentino, esta realidad se debe al trabajo conjunto entre los propietarios y la administración Trump. La sociedad permitió a las partes cumplir el desafío de ejecutar la construcción de forma eficiente y segura, con todo lo que esto implica al tratarse de la edificación más imponente de Latinoamérica.
El involucramiento de los propietarios, que han sido pieza clave para la reactivación de la obra, permitió sortear inconvenientes que se generaron con la Organización Trump a nivel global, en 2019. En ese entonces, la obra tuvo un impasse que motivó una reorganización del proyecto en noviembre del 2020. Fue en esa instancia que se retomó nuevamente la obra con FAROY S.A, quienes son los encargados de gerenciar el proyecto.
La terminación de la torre está asegurada para el año 2022, con la entrega de las unidades que cumplen con los estándares de excelencia que Trump Tower tiene en el mundo entero. El precio de venta de los apartamentos fluctúa entre los USD 5.000 y USD 5.200 por m2, dependiendo del tipo de undiad buscado y su orientación.
Faraónica por donde se la mire, Garber resaltó que la torre jerarquiza a Punta del Este como destino exclusivo: “Se trata del último desarrollo inmobiliario que logró posicionarse como un ícono de la ciudad y que hoy es el nuevo objeto de deseo de quienes apuestan al lujo”.
Esta obra es la primera de la región en ser catalogada como “ultra exclusiva” en el mercado del real estate. Cuenta con más de 13.000 m2 de amenities y la calidad -y cantidad- de servicios la posicionan como una torre única para aquellos compradores que buscan una conjunción perfecta entre lujo y confort.
Contará con un helipuerto en altura y una cancha cubierta de tenis, que cumple con los estándares de la ATP. La cancha indoor cuenta con control inteligente de temperatura y gradas para 250 espectadores, con el fin de que los jugadores experimenten las mismas sensaciones que un tenista profesional.
La torre contará también con un lujoso restaurante gourmet, en el que se realizarán periódicamente ciclos gastronómicos y que además contará con ‘room service’ en las unidades.
Habrá, además, un spa y fitness center con los últimos tratamientos y equipos disponibles.Y el edificio contará con una gran piscina exterior climatizada, con cabañas, deck elevado y servicios de bar y restaurante de aproximadamente 800 metros cuadrados. Si el clima no ayuda, se podrá optar por cualquiera de las dos piscinas cubiertas climatizadas: una exclusiva para natación y otra recreativa con área de hidromasajes, de 25 metros de largo cada una.
El resto de las amenities se completan con un microcine, una cava privada para guarda de vinos, un Cigar Humidor Lounge, un business center y un lounge con sectores de barra, estar y lectura con expansión a patio inglés; mientras que los más pequeños de la familia pueden encontrar las más diversas y divertidas actividades en el Trump Kids Club.
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