Residentes en las afueras de Río de Janeiro encontraron el lunes los cadáveres de al menos ocho personas en un manglar luego de un tiroteo con la policía local.
Los cadáveres fueron encontrados cerca de un complejo de tugurios llamado Salgueiro, en la ciudad de Sao Goncalo, una región pobre y violenta que forma parte del área metropolitana de Río.
Los lugareños dijeron a medios que creían que se encontrarían otros cuerpos. “Todos los cuerpos fueron arrojados a un manglar, con señales de tortura. Fueron arrojados uno encima del otro. Esto fue claramente la masacre”, dijo un residente al sitio web de noticias G1.
Los cuerpos fueron encontrados después de una operación realizada el fin de semana en la zona, que comenzó después de que un oficial de policía muriera mientras patrullaba el sábado. Sao Gonacalo es supervisado por el séptimo batallón, que durante mucho tiempo ha sido uno de los más mortíferos del estado de Río.
La policía dijo que habían ingresado a la región para “estabilizarla” luego de la violencia entre presuntas bandas de narcotraficantes. Dijeron, además, que los agentes del orden permanecerían en el área para permitir que la policía civil investigue.
Una “masacre policial” “llena de interrogantes”
Organizaciones de derechos humanos en Brasil calificaron este lunes de “masacre policial” los hechos ocurridos. “La Policía Militar afirma que se trató de un operativo para ‘estabilizar’ el lugar, pero las indicios y las denuncias de que las víctimas puedan haber sido ejecutadas extrajudicialmente deben ser tomadas en cuenta con la debida diligencia y de acuerdo con los protocolos internacionales de derechos humanos”, señaló Amnistía Internacional, en un comunicado.
Según Human Rights Watch, se trata de otro operativo policial “mal explicado” y “lleno de interrogantes”, que debe ser investigado de “inmediato”, “minuciosamente” y de forma “independiente” por el Ministerio Público para dar con los responsables y “conocer las circunstancias de las muertes, incluida la muerte del sargento Leandro”.
Datos de la Red de Observatorios de Seguridad señalan que hasta octubre de este año se habían registrado 38 masacres en Río de Janeiro -cuatro más que en 2020- y que 27 de ellas fueron cometidas por policías, con 128 muertes registradas.
De acuerdo con la Red, lo ocurrido en el Complexo de Mangueira es “otra masacre policial motivada por venganza”, porque evidencia similitudes con otras matanzas ocurridas a manos de uniformados en Río.
El portavoz de la Policía Militarizada, mayor Ivan Blaz, confirmó este lunes a la prensa que el Batallón de Operaciones Especiales de la Policía (BOPE) realizó el operativo en Complexo do Salgueiro tras la muerte del sargento y dijo que hubo “varios enfrentamientos” con “innumerables heridos”, entre ellos policías.
La Policía de Río de Janeiro es considerada como una de las más violentas de Brasil y responde por gran parte de las muertes registradas en este estado brasileño.
En mayo pasado, en una operación duramente cuestionada por la ONU y por las organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos, 28 personas murieron, entre ellas un policía, en un intercambio de tiros entre uniformados y miembros de una banda criminal en una favela de Río de Janeiro. En 2020, 1.245 personas en Río murieron a manos de los uniformados.
(Con información de Reuters y EFE)
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