La oposición de Nicaragua criticó este viernes la decisión de Daniel Ortega de sacar al país de la Organización de los Estados Americanos (OEA), luego de que este organismo descalificara las elecciones del 7 de noviembre, en las que el mandatario fue reelegido.
“Es un show mediático montado por la dictadura de Ortega-Murillo”, dijo la dirigente de la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco, Alexa Zamora, en un mensaje compartido con los periodistas.
A juicio de Zamora, quien se encuentra en el exilio alegando razones de seguridad, el Ejecutivo nicaragüense pretende “enviar el mensaje de que abandonan la OEA, cuando la realidad es que, por el no cumplimiento de sus compromisos en materia de democracia y derechos humanos, es inminente que va a tener como resultado la suspensión de Nicaragua de la OEA”.
La 51 Asamblea General de la OEA aprobó una resolución, el pasado viernes, en la que advirtió que las recientes elecciones de Nicaragua “no fueron libres, justas ni transparentes y no tienen legitimidad democrática”, y dio hasta el próximo día 30 para decidir sobre la suspensión del país centroamericano del organismo.
En respuesta, el ministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, Denis Moncada, anunció este viernes que su país tomó la decisión de dar “por terminado el vínculo del Estado nicaragüense y la OEA”, con el argumento de que el organismo fue diseñado “como un foro político diplomático que nació por influencia de Estados Unidos como instrumento de injerencia e intervención”.
El analista político nicaragüense de tendencia liberal Eliseo Núñez, también en el exilio, calificó la posición del régimen de Ortega como “cínica”.
“‘Secretaría de colonias’, dice el régimen de la OEA, ¿será que así pensaban cuando este foro condenó a Somoza en los año 70″ del siglo pasado, cuando Panamá cedió un asiento a los sandinistas para denunciar al Gobierno del dictador Anastasio Somoza Debayle?”, recordó Núñez.
Durante el primer régimen sandinista (1979-1990), continuó el analista, Ortega y sus embajadores convocaban a cada momento a la OEA para denunciar la agresión estadounidense en Nicaragua, y luego, en febrero de 2017, “corrieron a buscar” al secretario general, Luis Almagro, para que reconocieran las elecciones de 2016, en la que no participó el principal grupo opositor porque las autoridades los dejaron sin casilla.
En tanto, el sacerdote nicaragüense Edwin Román, crítico de Ortega y que se encuentra en Miami, preguntó en Twitter: “¿Lo ilegítimo tiene voz?”.
Por su parte, la vicepresidenta Rosario Murillo, esposa de Ortega, definió la decisión del régimen como “sabia”, y afirmó que “cada acción se realiza desde el bien común”.
También calificó este viernes como un “día de orgullo patrio, en que hemos ratificado nuestro camino de honor, gloria”.
Las elecciones de Nicaragua han sido rechazadas por la Unión Europea y una parte de la comunidad internacional, a la vez que han recibido el apoyo de países como Corea del Norte, Irán, Cuba, Rusia, Siria o Venezuela.
(Con información de EFE)
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