El Centro de Investigaciones Económicas (Cinve) en Uruguay publicó un documento donde informó sobre las proyecciones que realizaron con perspectiva a la próxima temporada de verano en Uruguay.
Según el informe, durante la temprada 2021 – 2022, la cantidad de turistas argentinos que ingresarán al país se verá reducida un 26% con respecto a la temporada de 2019-2020, previa a la llegada de la pandemia en Uruguay. Por otra parte, la merma de brasileños que ingresan al país sería menor, posicionándose en un 16% menos con respecto al último período de turismo habilitado.
“El principal factor explicativo de las caídas proyectadas en los flujos de turismo receptivo es que Uruguay está caro respecto a los países vecinos, muy especialmente en relación a Argentina”, lee el documento.
Cinve explicó que el período de referencia seleccionado es el que puede considerarse como la última temporada sin restricciones de movilidad regional. Por eso, la comparación es entre diciembre 2019 y febrero 2020 con diciembre 2021 y febrero 2022.
“Perspectivas y proyecciones de la temporada turística. Ni vieja ni nueva normalidad” es el nombre del estudio y explicó el contexto turístico actual de la siguiente manera: el “comportamiento del sector de servicios turísticos en Uruguay se ha visto notablemente afectado por la irrupción de la pandemia del COVID-19, con la consiguiente declaración del estado de emergencia sanitaria decretado por el gobierno a mediados del mes de marzo de 2020. A partir de esa fecha, las actividades directamente relacionadas con los servicios turísticos se redujeron a una mínima expresión, al igual que ocurrió en la mayoría de los países. En la actualidad, y a pesar del importante avance del programa de vacunación, la movilidad internacional de personas se encuentra, todavía, distorsionada”.
A partir de este mes, recordó el centro de investigaciones, los turistas de todo el mundo están habilitados a ingresar a Uruguay, siempre y cuando estén inmunizados. “La apertura de las fronteras que restablece el ingreso de visitantes provenientes de Argentina y Brasil ha sido interpretada por los operadores turísticos como una noticia alentadora. No obstante, aún existe incertidumbre respecto a la forma en que se comportarán los flujos de turismo receptivo y emisor”, advierte.
Al mismo tiempo, se plantea que con el retorno a una situación de “libre movilidad”, los propios uruguayos estarán incentivados a viajar al exterior, especialmente a Argentina y a Brasil por el tipo de cambio y porque coinciden las temporadas de verano con las locales.
En esa línea, el documento dice que “para la consideración de los flujos de turismo emisor hacia los países vecinos se dispone sólo de datos trimestrales, por lo que las proyecciones corresponden a la comparación de las salidas desde nuestro país entre enero y marzo del año 2022, respecto de los registros correspondientes al primer trimestre de 2019. Nuestras proyecciones indican un incremento esperado de la cantidad de uruguayos que viajarían a Argentina, que se ubicaría en el 37% (que en promedio son casi 3 veces más que los uruguayos que visitan Brasil en los primeros tres meses del año), en tanto que los uruguayos que podrían elegir a Brasil como el destino de sus vacaciones de verano sería 26% superior que en igual período de 2019″.
Finalmente, el documento ahonda en el turismo interno para los uruguayos, que jugó un rol importante para sostener al sector turístico y gastronómico durante la temporada de verano 2020-2021, debido a la restricción a la movilidad en las fronteras.
Cinve estima que no será un factor expansivo en la próxima temporada, en parte por el incentivo de viajar hacia el exterior. Sin embargo, también considera que “las dificultades económicas derivadas de las pérdidas de empleo y la caída de los ingresos reales de las familias podrían desestimular el turismo de uruguayos tanto interno como hacia el exterior, aunque este factor tendría una incidencia menor en el cuadro general”.
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