El candidato presidencial de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, retiró públicamente el apoyo a Karina Oliva en su postulación senatorial por la Región Metropolitana, luego del escándalo generado tras la denuncia sobre millonarios pagos a asesores en su campaña previos a ser gobernadora de la región. El candidato afirmó que la situación “me parece grave y nosotros no vamos a tener defensas corporativas frente a situaciones de esta gravedad. Me parece inaceptable”.
La crisis se generó tras una investigación periodística que dejó a la vista que la postulante consignó ante el Servicio Electoral boletas por $137 millones de pesos (cercano a los US$165.500 dólares) para el pago de siete asesores vinculados a su partido, Comunes.
Boric, en el último día en que se puede hacer campaña legal ante los comicios del domingo, reiteró que “no puede haber enriquecimiento con platas públicas. En eso quiero ser absolutamente claro: cuestiones de estas características son inaceptables, vinimos a cambiar estas prácticas”, señaló el diputado por Magallanes, aclarando que “si empezamos a ceder espacio a estas prácticas, todo se va a ensuciar; éste es un tema de principios”, señalando que “hay un reproche” a este tipo de situaciones, que “sucedan en la vereda del frente o la nuestra son inaceptables”.
Por lo anterior, el abanderado presidencial de Apruebo Dignidad se sumó a otros personeros del bloque y llamó a votar por los otros candidatos del sector en la senatorial metropolitana: “Una persona que está cuestionada de esta manera no cuenta con mi apoyo”, sentenció.
Reacciones
La candidata presidencial de Nuevo Pacto Social, Yasna Provoste (DC), aprovechó de emplazar a Boric por este hecho, manifestando que “sería muy importante tener una explicación de verdad del candidato de esa coalición, de Gabriel, creo que una vez más Gabriel tiene que salir a dar explicaciones por los problemas de su coalición”, recordando que “esto no es un hecho aislado, porque nosotros ya lo habíamos visto con la situación cuando ellos decían que se rebajaban sus sueldos, pero en realidad se lo entregaban a un fondo para ellos mismos”, agregó.
La senadora indicó que “Chile necesita más transparencia, no menos transparencia y lo que ellos ofrecen hoy día es claramente menos transparencia”, sentenció.
Por su parte, el diputado de Convergencia Social (CS) por el distrito 10, Gonzalo Winter, manifestó que “ante casos como este debemos marcar una línea clara y las instituciones deben actuar. Esto es importante y amerita una investigación al interior del Frente Amplio para esclarecer lo antes posible la situación”.
Los descargos de Oliva
La actual candidata al senado fue entrevistada esta mañana en un programa de televisión donde se le permitió entregar sus descargos. Allí, Karina Oliva confirmó que los montos fueron elevados para pagar el trabajo previo realizado por su equipo. Además, dijo que el círculo más íntimo de su campaña incluyó la rendición de otros gastos en el cobro total. En la actual legislación chilena, esta acción está tipificada como boletas ideológicamente falsas, pues el monto no corresponde a la labor realizada, sino que se le suman otros gastos como almuerzos o peajes.
La postulante al senado descartó que los gastos por su campaña hayan sido inflados, ya que, en realidad, sólo solicitó $120 millones (Casi US$145 mil dólares) en créditos por lo que “hay personas que trabajaron donde yo no tenía liquidez porque no recibo plata de las pesqueras, no recibo plata de grandes industrias, ni de nadie”.
Consultada por el cobro de $8 millones mensuales (unos US$9.700 dólares) por parte quien fuera su jefe de la campaña, Martín Miranda, quien en cinco meses recibió un total de $40 millones, Oliva afirmó que las cuestionadas boletas “no son por la cantidad que dice ahí, son por más meses, porque yo gano las primarias y soy candidata inmediatamente por ley, lo que es distinto. Martín Miranda trabajó desde diciembre conmigo hasta junio”, confesó Oliva, junto con agregar que “aquí se trabajó porque, una, yo no tenía liquidez para solventar los despliegues territoriales, me refiero a la bencina, a almuerzos de los equipos”. La denuncia señala que, junto a otros personeros de su candidatura, como Camila Ríos y José Robredo, habrían recibido unas de las remuneraciones más altas desde que existe registro del gasto electoral en el Servicio Electoral (Servel).
Oliva aclaró que el pago a Miranda correspondería a los $2.5 millones de su remuneración (US$3.000 dólares mensuales), más los pagos de un equipo que estuvo bajo a su cargo, que prestaron servicios durante la campaña.
Emplazada directamente para que contestara si se había pasado dinero a través de las boletas para pagos de bencina, Oliva declinó referirse directamente respondiendo que “como no teníamos liquidez”, su jefe de campaña “asume costos con responsabilidad propia y después él me rinde a mí”, concluyó.
Lo que dice la publicación
El medio afirma que durante la campaña para la gobernación de la Región Metropolitana, su comando fue integrado por un grupo de siete personas, todas militantes del Partido Comunes, quienes recibieron un total de $137 millones.
Asimismo, la rendición total del gasto electoral de Oliva habría superado los $670 millones de pesos (casi US$ 202.000 dólares), considerando la segunda vuelta que tuvo contra el actual gobernador de la Democracia Cristiana, Claudio Orrego.
Oliva niega montos divulgados sobre gastos de campaña, asegurando que “el costo fue de $408 millones (US$493.000), lejos de Parot (Catalina, otra candidata cuestionada) y Orrego”, acusando de aprovechamiento político por parte de algunos de sus adversarios.
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