A una semana de las elecciones en Chile, el candidato de derecha José Antonio Kast lidera las preferencias en las encuestas para avanzar a una segunda vuelta. Desde sus chances de convertirse en Presidente, advierte que buscará avanzar en relaciones con países “democráticos” pero será categórico con aquellos que considera “países al margen de la ley” en América Latina.
En conversación con Infobae, Kast abordó temas sensibles de Latinoamérica. Su opinión sobre los regímenes de Nicolás Maduro y Daniel Ortega, cómo proyecta un eventual gobierno suyo y la relación que espera mantener con países a los que califica como de “ideologías distintas”.
Relaciones exteriores en su eventual gobierno
El crecimiento de Kast en las encuestas fue explosivo. Las últimas semanas lo llevaron a posicionarse en un primer lugar, incluso sacando ventaja de su oponente de la coalición de izquierda Apruebo Dignidad, Gabriel Boric. Según los expertos, se debe a un divorcio de la sociedad chilena con los bloques más tradicionales y que han gobernado durante los últimos treinta años a Chile, lo que impacta tanto en los partidos de la derecha tradicional, aunados en el oficialista pacto Chile Podemos Más, como en el Nuevo Pacto Social, que incluye a los partidos de la ex Concertación. Ante este escenario, Kast cuenta que su discurso ha sido el mismo desde cuando marchaba cuarto en las preferencias y hoy que marcha primero y aborda la forma en la espera se proyecte la política internacional de Chile en un eventual gobierno suyo. “Nosotros vamos a buscar potenciar las relaciones con los países latinoamericanos. El desarrollo de Latinoamérica también fortalece el desarrollo de Chile”, advierte.
Al ser consultado sobre el vínculo que podría forjar con países cuyos gobiernos no son afines a sus posturas ideológicas, por ejemplo Argentina, Perú, Bolivia o México, Kast dice que buscará relaciones constructivas. “Evidentemente, existen diferencias ideológicas con algunos gobiernos, pero eso no puede ser un límite para construir una relación bilateral honesta y constructiva”, aegura.
En este mismo sentido, el candidato se refirió también a la participación de Chile en organizaciones regionales como Unasur o Prosur, este último impulsado por el actual primer mandatario, Sebastián Piñera. “Haremos un análisis profundo de las instancias multilaterales existentes y de la utilidad de ellas. Muchas veces se crean foros e instancias que no sirven de mucho y solo aumentan la burocracia internacional”, advirtió.
Dictaduras
Desde su campaña de 2017, Kast fue categórico en condenar a países como Venezuela y Nicaragua. Durante aquella carrera a La Moneda, hizo un llamado al entonces gobierno de Michelle Bachelet a retirar el embajador de Chile en Caracas y expulsar a su homólogo en Santiago.
Kast insiste en su posición respecto a países que considera “al margen de la ley”. “Cuba, Venezuela y Nicaragua son países que están al margen de la ley y lo que corresponde es que el resto de Latinoamérica tenga una política proactiva de condena y búsqueda de soluciones democráticas para apoyar a esos pueblos oprimidos”, destacó.
Semana polémica
Hace pocos días, Kast se refirió a lo que llamó “diferencia fundamental” entre el régimen chileno de Augusto Pinochet y los de Daniel Ortega y Nicolás Maduro. “Hay una situación que marca una diferencia con lo que ocurre en Cuba, Venezuela y Nicaragua. Creo que lo de Nicaragua refleja plenamente lo que en Chile no ocurrió (con Pinochet): aquí la salida de la dictadura fue con elecciones democráticas en las que no se encerró a los opositores políticos. Eso marca la diferencia fundamental”, dijo.
Ante Infobae, aclaró: “En Nicaragua, Daniel Ortega compite solo porque tiene encerrados a los otros competidores. Va él y su señora a una elección que claramente no es democrática. Aquí, en la elección ganó Patricio Aylwin, se reconoció el triunfo. Se reconoció la derrota de la opción del gobierno militar que era la opción del Sí [en el plbiscito previo a la elección!], insistió.
Y agregó: “Yo nunca he negado el tema de que existió un gobierno militar, que fue un gobierno autoritario, de que se cometieron violaciones a los derechos humanos. De hecho, yo voté a favor de todas las leyes de reparación mientras era diputado”, recuerda. “Si las dictaduras como usted las conoce entregan el poder a la democracia y si hacen una transición a la democracia y se respeta, eso es lo que no hacen en los otros países y en Chile se hizo”.
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