El Senado chileno rechazó el martes destituir al presidente Sebastián Piñera, cerrando la puerta de un juicio político por eventuales irregularidades en la compraventa de una minera reveladas por los denominados Pandora Papers.
La acusación fue rechazada por al menos 14 senadores, sobre un total de 43. Hubo una abstención y la oposición necesitaba una exigente mayoría de 29 votos favorables para destituir al mandatario, que debe terminar su segundo periodo como gobernante en marzo del próximo año.
Juan Antonio Coloma (senador UDI) valoró el rechazo de la acusación constitucional contra el Presidente Piñera en el Senado, según reporta La Tercera. “Espero que vuelva la cordura, o vuelva la racionalidad. El país necesita entenderse, respetar la institucionalidad, no abusar de esta”.
Por su parte, Loreto Carvajal (senador PPD) dijo que “resulta incomprensible que nuevamente Piñera se salve de esta acusación. No tenemos el quórum suficiente para acusarlo constitucionalmente”.
A las 9:00 (hora local), la Cámara Alta comenzó a analizar la acusación contra el gobernante, iniciada por supuestas irregularidades en la venta en Islas Vírgenes Británicas de un polémico proyecto minero al inicio de su primer mandato, un escándalo revelado en la investigación papeles de Pandora.
Durante la mañana, expuso sus argumentos una terna de diputados que representa a la Cámara Baja, órgano que la pasada semana aprobó de forma histórica con los votos justos (78 de 155) que prosiguiera el juicio político.
En la tarde se inició la votación final, en la que cada uno de los 47 senadores tuvo 15 minutos para argumentar a favor o en contra.
“Muchas veces escuchamos majaderamente ‘debemos dejar que las instituciones funcionen’, pero los acusadores no dejan hoy que las instituciones funcionen, ya que dan como culpable a una persona sin que se pruebe fehacientemente”, dijo el senador chileno Claudio Alvarado (UDI) antes de votar en contra.
Por su parte, el senador Jaime Quintana (PPD) votó a favor: “Todos sabíamos que este no iba a ser un buen gobierno, pero nunca nos imaginamos que iba a ser así de horroroso, donde la imagen de Chile en el exterior, algo que había costado décadas de esfuerzos cimentar, iba a caerse al piso a un punto de casi no retorno, y donde la única esperanza estaría puesta en un proceso constituyente”.
En la anterior sesión, que tuvo lugar en la Cámara Baja, los parlamentarios estuvieron alrededor de 22 horas en activo y sin grandes pausas, en parte por el filibusterismo promovido por un diputado opositor que habló durante 15 horas seguidas para defender el “impeachment”.
Se trata del juicio político contra un presidente que más ha avanzado en la historia del país.
El origen de la acusación, impulsada por la oposición, se sitúa en las presuntas irregularidades en la compraventa de la Minera Dominga -de la que la familia Piñera era la principal accionista-, en Islas Vírgenes Británicas, apenas nueve meses después de que el mandatario asumiera el cargo en su primer periodo (2010-2014).
Según reveló el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), el proyecto se vendió al empresario y amigo de la familia Carlos Alberto Délano por 152 millones de dólares, 138 de los cuales se concretaron en el paraíso fiscal.
El mandatario, una de las mayores fortunas de Chile, ha sostenido en sendas comparecencias públicas haberse desvinculado de sus negocios a través de fideicomisos ciegos en 2009 y que lo revelado en los papeles de Pandora ya fue investigado y sobreseído en 2017.
El juicio político transcurre durante los últimos meses de mandato de Piñera, que dejará en marzo el cargo, y apenas unos días antes de las presidenciales del 21 de noviembre, las elecciones más trascendentales e inciertas de la historia reciente del país.
Se trata del segundo intento de destituirlo, tras la tentativa de noviembre de 2019 por presuntas violaciones a los derechos humanos en medio de las masivas protestas contra la desigualdad, las más graves desde el fin de la dictadura.
(Con información de EFE y Reuters)
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