Una veintena de defensores de los derechos humanos, líderes religiosos, escritores, artistas, empresarios o ex diplomáticos hicieron este domingo un llamado a la comunidad internacional para que condene el intento de la dictadura cubano “de reprimir y oprimir” a la sociedad civil y socavar la democracia con medidas concretas.
“La inacción no es una opción”, dijeron en un comunicado conjunto emitido por el Centro por una Cuba Libre en el que expresaron su “profunda preocupación” por la situación en la isla, donde mañana hay prevista una marcha, convocada por el colectivo de artistas Archipiélago, para expresar su descontento.
La dictadura cubana asegura que Estados Unidos está detrás de esta iniciativa y han emitido citaciones, realizado interrogatorios y recurrido a otros métodos en un intento por evitar que ciudadanos se unan a la ilegalizada marcha, según han denunciado organizadores y activistas.
El grupo de 25 firmantes, entre los que figuran el escritor Carlos Alberto Montaner, Otto J. Reich, ex Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental bajo el gobierno de George W. Bush y presidente del Centro y el músico Paquito D’Rivera, señalan que desde 1989, al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) no se le ha permitido inspeccionar las condiciones en las cárceles cubanas.
Destacan que Cuba es el único país de América que Amnistía Internacional y otros observadores independientes de derechos humanos no pueden visitar y donde los grupos locales independientes de derechos humanos son ilegales.’
“Esta realidad adquiere una nueva urgencia tras las protestas no violentas nacionales del 11 de julio de 2021 y la subsiguiente y continua represión que marca un empeoramiento del período de represión”, indican en el comunicado.
“La situación actual en Cuba requiere su atención y acción”, afirman en su llamado a la comunidad internacional, entre los que también figuran Regis Iglesias Ramírez, portavoz del Movimiento Cristiano de Liberación, preso de conciencia que pasó siete años en una prisión cubana.
En su declaración piden a la comunidad internacional que emitan declaraciones conjuntas sobre la situación actual en Cuba y denunciar la represión contra los activistas prodemocracia así como advertir a los funcionarios sobre nuevas sanciones dependiendo de la represión de la marcha del 15N.
Igualmente que soliciten al Consejo de Seguridad de la ONU que envíe una delegación a la isla para establecer un corredor humanitario para la asistencia directa de emergencia y que la situación en la isla sea remitida a la Corte Penal Internacional, entre otros reclamos.
A los obispos han pedido que respalden el llamado de su homólogo cubano al diálogo nacional, la liberación de los encarcelados por los hechos del pasado julio y el rechazo a la violencia por parte de los funcionarios del régimen.
También dirigieron un reclamo a la dictadura cubana para que libere “inmediata e incondicionalmente” a todos los presos políticos, restaure todas las formas de comunicación; elimine las restricciones a la distribución de ayuda humanitaria y la de cubanos en la diáspora.
También que permita las visitas del Comité Internacional de la Cruz Roja a las cárceles de Cuba y la de organizaciones internacionales de derechos humanos.
(Con información de EFE)
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