De cara a las protestas convocadas para este lunes 15 de noviembre, la dictadura cubana recrudece la persecución contra la oposición. Este domingo, el líder de la convocatoria disidente, Yunior García Aguilera, denunció que la seguridad del Estado está impidiendo su marcha por el centro de La Habana como había prometido. Lo propio ocurre con el periodista Abraham Jiménez Enoa, cuya casa se encuentra sitiada por agentes vestidos de civil.
En un directo en la red social Facebook, García Aguilera dijo asimismo que los agentes en los alrededores de su domicilio, en las afueras de la capital cubana, han echado del lugar a varios periodistas que trataban de cubrir los hechos.
“Mi casa amaneció sitiada, rodeado todo el edificio de agentes de civil”, afirmó el activista y dramaturgo, que describió que había grupos de agentes vestidos de civil debajo de su edificio y “carros en todas las esquinas”.
La agencia EFE pudo comprobar que sobre las 11.00 de la mañana (15.00 GMT) siete agentes vestidos de civil vigilaban los alrededores del domicilio de García Aguilera, con dos vehículos y varios ciclomotores. También se encontraban allí al menos cuatro equipos de medios internacionales.
El activista denunció que los agentes trataron de expulsar del lugar a varios periodistas extranjeros que se habían acercado hasta el edificio. “Hicieron que se fueran a gritos y amenazas”, indicó.
Pese a la presencia de las fuerzas de seguridad y a la posibilidad de ser detenido, García Aguilera se dijo dispuesto a marchar. “Yo estoy listo, vestido de blanco, como ven, y cuando sea posible saldré de casa”, afirmó a cámara el dramaturgo, que poco después reconoció que podría “estar detenido en unas horas”.
García Aguilera anunció esta semana que marcharía, solo y con una flor blanca, este domingo por el centro de La Habana, en la víspera de la manifestación que él y el colectivo de activistas Archipiélago convocaron para pedir cambios políticos en la isla.
Por su parte, la organización PEN International informó en sus redes sociales que la casa de Jiménez Enoa “está sitiada por policías/agentes vestidos de civil”. “Anunciaron que está en prisión domiciliaria por tiempo indefinido. Las autoridades cubanas deben permitir el pleno ejercicio de la libre expresión”.
En pleno recrudecimiento de la persecución contra la disidencia cubana, Estados Unidos exigió al régimen de Miguel Díaz-Canel que levante la prohibición de las protestas.
“Pedimos al gobierno cubano que respete los derechos de los cubanos, permitiéndoles reunirse pacíficamente y hacer uso de su voz sin temor a represalias o violencia por parte del gobierno, y manteniendo abiertas las líneas de Internet y de telecomunicaciones para el libre intercambio de información”, dijo el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken en un comunicado antes de las concentraciones previstas para el lunes.
“Estados Unidos está con el pueblo de Cuba. Elogiamos su valentía y su inquebrantable búsqueda de la democracia, la prosperidad y los derechos y libertades fundamentales”, aseguró el secretario de Estado, y advirtió que Estados Unidos seguirá adoptando medidas que apoyen al pueblo cubano que promuevan la rendición de cuentas por la represión del régimen cubano y las violaciones de los derechos humanos.
El régimen cubano, que no autorizó la marcha del 15N, ha criticado a los convocantes y asegurado que Estados Unidos está detrás de esta iniciativa.
La protesta estaba convocada inicialmente para el 20 de noviembre, pero los promotores, aglutinados en el movimiento Archipiélago, decidieron adelantarla cinco días después de que la díctadura castrista anunciara en los días previos a la manifestación una serie de maniobras militares.
Entre las reivindicaciones figuran la libertad para todos los presos políticos, un diálogo que permita resolver la “crisis política, económica y social” y el rechazo a la brutal represión de las protestas de julio.
Sin embargo, Archipiélago se topó con el ‘no’ del régimen. El Consejo de Administración de la Habana Vieja respondió a la solicitud con una negativa, alegando que los promotores tienen lazos con Estados Unidos y “la intención manifiesta de promover un cambio de sistema político en Cuba”, según la nota difundida por la prensa oficial.
Los convocantes, sin embargo, decidieron mantener su ‘Marcha Cívica por el Cambio’ para hacer frente al “autoritarismo”. En este sentido, llaman a la población a sumarse a las concentraciones, no solo con marchas por las calles sino también con gestos simbólicos como una cacelorada convocada a las 20.00 (hora local).
Con información de EFE y Europa Press
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