El Gobierno ecuatoriano alertó este sábado de nuevos ataques entre presos de dos pabellones en la principal cárcel de la ciudad de Guayaquil, tras la masacre registrada esta madrugada en ese penal que dejó 68 reos muertos.
”En este momento están ocurriendo nuevos incidentes en el interior de la penitenciaría del Litoral, se están produciendo ataques de un pabellón a otro”, informó el vocero del Gobierno ecuatoriano, Carlos Jijón, en una rueda de prensa en Guayaquil (suroeste).
El portavoz explicó que “están ocurriendo ataques entre el pabellón 12 y el pabellón 7″ y añadió que la Policía “ha ingresado al lugar en este momento para proteger la vida de los reclusos”.
Estos enfrentamientos tienen lugar horas después de la muerte de 68 presos en un motín dentro del penal del Litoral, donde en septiembre pasado se registró la peor masacre carcelaria del país.
El nuevo baño de sangre con cuerpos incinerados hundió en el caos a la principal penitenciaría del puerto ecuatoriano en Guayaquil: entre viernes y sábado los internos se trenzaron en una pelea con armas de fuego y explosivos, pese al estado de emergencia que rige en las sobrepobladas cárceles de Ecuador, donde este año han sucedido las peores masacres en la historia penitenciaria de América Latina.
Los nuevos choques estallaron cuando uno de los grupos invadió un pabellón para dar muerte a miembros del bando contrario.
Fueron “cruces de bala muy intensos” cerca de las puertas de la penitenciaría, una “situación de salvajismo”, describió Pablo Arosemena, gobernador de Guayas, en cuya jurisdicción está Guayaquil (suroeste).
Este sábado la comandante de la Policía, general Tannya Varela, informó en rueda de prensa sobre el trágico resultado de las disputas que han sumido al país en una anarquía carcelaria sin precedentes. En un primer reporte habló de 58 reclusos muertos, pero luego la Fiscalía, en un tuit, elevó a 68 el número de víctimas mortales e informó sobre 25 heridos.
Imágenes divulgadas por redes sociales muestras a unos reclusos prendiendo fuego a cuerpos ensangrentados.
En una transmisión en vivo desde Facebook, un preso suplica ayuda. “Hay muchos heridos y hay muertos en la parte de abajo, no sabemos cuántos”, dice el hombre antes de alertar que los agresores están traspasando los muros a través de “huecos” abiertos con explosivos.
En la mañana, policías con pasamontañas bajaron un cuerpo por los muros ensangrentados, según observó un fotógrafo de la AFP. En una de sus imágenes también se ve el cadáver de un hombre en uniforme naranja en la parte alta del penal.
“Son seres humanos”
El presidente Guillermo Lasso envió desde Twitter sus “condolencias” a las familias de las víctimas y reclamó a la justicia “herramientas institucionales idóneas” para enfrentar la emergencia carcelaria. Criticó veladamente a la Corte Constitucional por haber limitado el estado de excepción en las cárceles e impedir el ingreso de militares a las prisiones.
Con las restricciones impuestas por los jueces, la medida de emergencia se extenderá hasta finales de este mes.
Desde septiembre la violencia no ha parado y, con la matanza del viernes, ya son más de 320 los muertos en todas las cárceles en lo que va del año.
Desde temprano decenas de familiares se agolparon fuera de la cárcel, algunos con pancartas donde se leía “son seres humanos, auxílienlos”, en medio de un despliegue policial y militar apoyado por una tanqueta.
Berta Yago, de 51 años y tía de un recluso que identificó como Roberto Cevallos, clamaba por la liberación de su sobrino: Que “alguien me ayude para poderlo sacar antes que me lo saquen muerto”, pedía. Según contó a la AFP, su familiar ya había recibido “un machetazo en la pierna” en otro enfrentamiento.
El organismo a cargo de las prisiones (SNAI) informó por su parte que unos 8.400 reos de cárceles de las ciudades andinas de Cuenca y Latacunga “se negaron a ingerir alimentos” el sábado en “aparente muestra de solidaridad” con sus compañeros de la Guayas 1.
La penitenciaria Guayas 1 es una de las más importantes del país, con 8.500 internos y una sobrepoblación de 60% según cifras oficiales.
Bandas rivales vinculadas al narcotráfico libran una cruenta disputa en esa prisión. Las autoridades han identificado al menos a siete grupos, entre ellos los Choneros, Lobos, Tiguerones y Latin King.
Con ifnormación de EFE y AFP
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