La Empresa de Suministros Agropecuarios de Santiago de Cuba dio a conocer un texto en el que exigió a la población de la isla no vestirse de blanco el próximo 15 de noviembre, fecha en que se realizará una protesta contra el régimen.
La compañía, perteneciente a la dictadura, se hizo eco de un escrito que circula desde el miércoles en grupos de WhatsApp dentro del país, según consignó el medio local ADN Cuba.
“Información importante. La oposición intenta convocar a los días 14, 15 y 16 a un apagón masivo en los TV. El que no vaya a la marcha, le sugieren ponerse ropas blancas para expresar apoyo a los manifestantes o desde sus hogares tender ropas blancas. En el vestir con SOLO UNA PIEZA BLANCA EL DIA 15 es sinónimo de ayuda a evitar localizar a los manifestantes. Solicitan el día 15 un aplauso por los que salgan a las calles. Ojo, se debe divulgar de manera tal que no se cometan estos errores por desconocimiento”, comienza el escrito.
Y luego detalla cuatro órdenes de la dictadura:
1. “No usar ropa blanca el 15 de noviembre”.
2. “No tender ropa blanca en los hogares”.
3. “No apagar el televisor los días 15, 16 y 17. Por el contrario”.
4. “No aplaudir a las 3:00 PM el 15 de noviembre”.
El próximo lunes tendrá lugar una marcha convocada por la plataforma opositora Archipiélago, con el fin de reclamar la liberación de los presos políticos y la no violencia. El régimen la ha considerado “ilícita” y le atribuye propósitos “subversivos”.
Los obispos católicos de la isla abogaron este jueves por un diálogo “armónico y civilizado”, la implementación de “cambios necesarios” y un “gesto de indulgencia” para los detenidos tras participar en las protestas antigubernamentales del pasado 11 de julio en la isla, de acuerdo a lo que consignó EFE.
En un mensaje publicado en la página de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC), los prelados expresan que han constatado el aumento de un “clima de tensión y confrontación” en el país que a su juicio “no es saludable ni beneficia a nadie”.
La jerarquía católica cubana considera que “urge, cada vez más, la implicación de los cubanos en un proyecto de nación que involucre y motive a todos; que tenga en cuenta las diferencias, sin exclusiones ni marginaciones”.
“Es imprescindible la implementación de los cambios necesarios, tan largamente deseados, que favorezcan una vida digna y feliz para todos los hijos, aquí, en esta tierra nuestra”, afirman los obispos.
También estiman que hace falta “implementar mecanismos donde, sin temor a intimidación y represalias, toda persona pueda ser escuchada y se encaucen las insatisfacciones ante las duras realidades cotidianas que agobian a tantos, especialmente a los más empobrecidos y vulnerables”.
Exhortan “a todos a que no escatimemos esfuerzos para que se allanen los caminos del entendimiento, la reconciliación y la paz; de tal modo que las diversas propuestas sobre el destino presente y futuro de nuestro país, encuentren un ámbito de cordura, tolerancia y concordia”.
En esa línea proponen que se establezca un diálogo “armónico y civilizado en el cual se puedan encontrar las mejores soluciones a los problemas que nos atañen”.
“Toda persona merece estima y reconocimiento de su dignidad, por su condición de ser humano e hijo de Dios, por ser ciudadano libre, sujeto de derechos y deberes”, señalan.
Asimismo consideran que “todo cubano debería poder expresar y compartir libremente y con respeto, sus opiniones personales, su pensamiento o sus convicciones, incluso cuando disienta de la mayoría”.
La COCC descalifica “cualquier acto de violencia entre nosotros, ya sea física, verbal o psicológica”, porque cree que “hiere gravemente el alma de la nación cubana y contribuye todavía más al pesar, al sufrimiento y a la tristeza de nuestras familias”.
Además se pronuncia en favor de “un gesto de indulgencia para los que aún permanecen detenidos por los acontecimientos del pasado verano” que “agradecerían tantas familias cubanas y la misma Iglesia”, y en su opinión “disminuiría la tensión social”.
Hace un mes, un grupo de familiares de personas detenidas y acusadas por las autoridades cubanas por participar en las protestas antigubernamentales del 11 de julio circularon en las redes sociales una carta abierta en la que pedían a los obispos católicos cubanos su mediación en favor de su excarcelación.
Las protestas inéditas que estallaron en esa fecha incluyeron desde manifestaciones pacíficas hasta enfrentamientos con la Policía y saqueos en las calles de algunas localidades de Cuba.
Esas manifestaciones para protestar por la escasez de productos básicos, medicinas y los apagones se saldaron con un muerto y una ola de detenciones a los participantes y supuestos instigadores, entre ellos ciudadanos anónimos, artistas, activistas opositores y periodistas independientes, calculados en varios centenares por activistas de derechos humanos.
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