El partido Camino Cristiano Nicaragüense (CCN), uno de los que compitió en los comicios generales del domingo en Nicaragua, denunció un presunto fraude electoral a favor de los gobernantes sandinistas, que las autoridades adulteraron la cifra de votantes, que la participación fue de un 25% y que ganó el “no voto”.
El CCN, cuyo candidato a la presidencia fue el reverendo y diputado ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen), Guillermo Osorno, libró, sin embargo, de responsabilidad al presidente Daniel Ortega, quien consiguió su quinto mandato y cuarto consecutivo, en una elecciones marcadas por la ausencia de candidatos de la oposición, la mayoría de ellos encarcelados, y discrepancias sobre la participación.
En su denuncia, a cargo de Osorno y fiscales del partido, el CCN alegó anomalías presuntamente ejecutadas por los sandinistas que resultaron en una supuesta alteración del número de votantes y votos a favor del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Osorno explicó que esas anomalías no alteraron la victoria de Ortega, que ganó con un 75,92% de los votos, pero sí la elección de los 90 diputados ante la Asamblea Nacional.
De acuerdo con el informe del Consejo Supremo Electoral, el FSLN obtuvo 75 de los 90 escaños en juego, mientras CCN se quedó con uno.
”El FSLN ganaba con los que iban a votar, porque aquí se gana con la mayoría simple. Los que le hicieron daño adulteraron los votos, de pronto empezaron a aparecer miles y miles, se revirtió, y el FSLN siguió sacando grandes cantidades de votos y a Camino Cristiano comenzaron a sacar con dos a tres votos”, continuó Osorno.
¿SEGUNDA FUERZA?
El reverendo sostuvo que la poca popularidad del FSLN y el afán de los sandinistas en congraciarse con Ortega, pudo llevarlos a alterar los datos usando diferentes estrategias.
”Mucha de la gente quiere quedar bien con el presidente, con la vicepresidenta (Rosario Murillo). El bien que le quieren hacer le está haciendo muchísimo daño. Todo el mundo sabe que el FSLN no tiene la simpatía que ha tenido siempre (...) al FSLN lo hace perder su misma gente”, apuntó.
A través de cuatro de sus fiscales electorales, el CCN detalló que los sandinistas, bajo órdenes de personas no acreditadas por el CSE, supuestamente impidieron la presencia de fiscales de otros partidos en las Juntas Receptoras de Votos (JRV), marcaron boletas vacías, anularon votos contrarios, alteraron actas de votación, e incluso informaron datos sorpresivos tras un caída del sistema informático del centro de cómputos.
Un segundo fiscal relató que en una JRV el acta de escrutinio, que resume los votos de la urna, fue entregada cuando apenas iniciaba el proceso de votaciones, mientras que a las mujeres fiscales se les impidió el ingreso, y que incluso “las amenazaron con que las iban a violar”.
Osorno defendió que su partido, y no el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), que obtuvo nueve diputados, es el que alcanzó los votos para ser la segunda fuerza en la Asamblea Nacional a partir del 10 de enero de 2022.
ABSTENCIONISMO
Por otro lado, el diputado, que fue aliado de los sandinistas en las elecciones de 2011 y 2016, sostuvo que no votaron 2,8 millones de personas, de los 4,4 millones habilitados para ejercer el sufragio, como alega el CSE, sino un 25% cuando mucho.
”Tal vez un millón o un poco menos”, dijo al respecto Osorno, quien remarcó que “el primer ganador que salió en este país es el ‘no voto’.
”El ‘no voto’ es el que salió ganando acá”, remarcó.
Osorno llamó a Ortega a anular los comicios del domingo y realizar elecciones creíbles en noviembre de 2022, para que los nicaragüenses elijan presidente el mismo día que decidirán sobre sus autoridades municipales.
Con los resultados del domingo, Ortega, quien gobierna desde 2007 tras haberlo hecho de 1979 a 1990, garantizó cinco años más como presidente, nuevamente con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta.
Con información de EFE
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